Receta de Caracoles a la madrileña

Los caracoles a la madrileña son un plato que, generalmente, se sirve como tapa. Se puede encontrar en muchos de los bares y tascas de la capital española.  En esta preparación, los caracoles se cocinan previamente para luego ser incorporados en un guiso que se sirve en cazuela. Tiene un delicioso toque picante que le da la guindilla. Se recomienda consumir este plato durante la primavera, por ser la mejor época de recolección de caracoles.  Estos deben limpiarse muy bien para no dejar sabores desagradables en el guiso.

El caracol es un alimento que contiene un elevado contenido en grasas saludables omega 3. Aporta vitaminas A, B9, B3, B12 y E, así como magnesio, potasio y sodio. Los caracoles resultan altamente nutritivos y beneficiosos para el organismo. Aportan pocas calorías, pero elevadas cantidades de hierro y proteínas.

Ingredientes:

Cómo preparar caracoles a la madrileña:

1. Limpiar muy bien los caracoles.
2. En una cacerola con abundante agua, agregar sal marina y una hoja de laurel. Incorporar los caracoles y cocinar a fuego alto durante 45 minutos, una vez que hierva el agua.
3. En una sartén, agregar tres cucharadas de aceite de oliva y calentar a fuego medio. Freír las rebanadas de pan por ambos lados hasta que se doren. Retirar y cortar en pequeños trozos. Reservar.
4. En una cazuela grande, agregar tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Pochar la cebolla y el ajo durante unos minutos.
5. Agregar a la cazuela el jamón serrano, el chorizo y una hoja de laurel picada en trozos. Añadir las hojas de hierbabuena, la guindilla, el pimentón y la pimienta. Cocinar a fuego bajo durante 10 minutos.
6. Transcurrido el tiempo, incorporar el pan tostado, remover y cocinar durante 10 minutos más a fuego bajo.
7. Añadir el tomate rallado a la cazuela, rectificar el punto de sal y cocinar a fuego bajo durante 15 minutos más.
8. Transcurrido el tiempo, incorporar los caracoles a la cazuela, remover y cocinar durante 10 minutos más.

Prepara en casa una noche de tapas e incluye unos deliciosos caracoles a la madrileña. Solo te hará falta una botella de vino y comenzar una agradable conversación.