Receta de Mermelada de uva

La mermelada de uva es una delicia hecha confitura, ¿o jalea?, ¿es que hay alguna diferencia? En los países anglosajones “mermelada” es una conserva dulce de frutas cítricas –limones, pomelos, naranjas–, y la confitura o jalea, según la textura, es la conserva dulce de las demás frutas. En nuestro país, coloquial y popularmente le llamamos mermelada a todas estas mezclas de frutas con azúcar, indistintamente, con más o menos trozos o con una textura más fina.

Diferencias entre conceptos

Pero existen diferencias entre una mermelada, una jalea y una confitura, más allá de las nomenclaturas populares, y que tienen estatus legal. La mermelada, por ejemplo (que, por cierto, viene del portugués marmelada, y quiere decir conserva de membrillo), es la cocción de frutas enteras, troceadas o trituradas con azúcar, hasta su reducción. Se obtiene una consistencia variable, más o menos espesa o semilíquida, dependiendo de la cantidad de azúcar y del tiempo al fuego. Sin embargo, hay un contenido mínimo de fruta, que no puede ser inferior a los 30 gramos por cada 100 de producto final. Cuando es mermelada extra es porque tiene un mínimo de 50 gramos por cada 100 de mermelada final.

La cocción permite que el azúcar se disuelva y se cree un almíbar y transforma la textura y la composición tanto de la fruta como del azúcar, reduciendo también su contenido en agua. De esta forma se potencian y se concentran los sabores dulces, prolongando además su conservación, pues no hay que olvidar que la técnica de las conservas nació para alargar la vida de los alimentos perecederos cuando aún no existía la electricidad.

Confitura

Ahora bien, la confitura es la cocción de la fruta con azúcar empleando pulpa o puré de una o varios tipos de frutas, y puede llevar agua. Su consistencia es más bien gelificada y homogénea, no tiene grumos y es lisa y fina. La cantidad mínima de fruta es de 35 gr/100 gr de confitura total, pero hay distinciones: 15 gramos si es de jengibre, 16 si es de anacardos, 6 si es granadilla, o 25 en el caso de serbas, grosellas rojas o negras, agavanzos, membrillos y uva espina. Si es extra, debe contener mínimo 45 gramos de pulpa, y no se admiten para su confección frutas como pera, manzana, melón, sandía, uva, calabaza, ciruela con hueso, pepino o tomate.

La jalea

La jalea es una mezcla gelificada de extractos acuosos o zumo de frutas con azúcares. La consistencia es muy espesa, lisa, brillante y suele emplearse en la repostería. El contenido mínimo es el mismo que para la confitura, que se deja reducir hasta lograr la consistencia ya mencionada.

En el caso de la mermelada de uva, evidentemente sí, se trata de una mermelada que se cocinará hasta reducirse, dejando una pulpa no completamente homogénea, con algunos trozos de frutas. Mejor utilizar uvas rojas. He aquí la receta.

Ingredientes:

Cómo preparar la mermelada de uva:

1. Desgranar y lavar muy bien las uvas.
2. En una cacerola grande, de fondo pesado, colocar la fruta con el azúcar y el jugo de limón ya exprimido.
3. Cocer a fuego moderado, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
4. En una olla aparte, poner agua a hervir y meter los frascos y sus tapas que se van a utilizar para esterilizarlos.
5. Dejarlos 20 minutos con el agua en ebullición, sacarlos y dejarlos sobre un paño limpio, y que se sequen solos.
6. Dejar la mermelada hervir durante 45 minutos al menos, a fuego suave. Hay que remover de vez en cuando, y si le sale algo de espuma retirarla con una espumadera.
7. Para comprobar si la mermelada está lista, poner un poquito en un plato y meterlo a la nevera por 5 minutos. Estará lista si al dar la vuelta al plato (boca abajo) la mermelada no cae.
8. Si se cae, hay que dejar al fuego unos minutos más, 10 al menos, y repetir de nuevo la operación del plato.
9. Al estar lista, se puede triturar un poco la fruta para que la textura sea más homogénea, pero sin llegar a ser lisa. Hay que hacerlo con mucho cuidado de no quemarse, porque la fruta estará hirviendo.
10. A continuación, llenar los frascos y taparlos. Dejarlos enfriar.

Cuando prepares esta rica mermelada de uva puedes dejar los frascos que no utilices fuera de la nevera, guardados en la despensa, o puedes guardarlos de una vez en la nevera, como gustes. Es preferible que tritures la fruta una vez que esté cocida, porque está muy blanda y porque ya habrá soltado todo su sabor.

Disfruta de esta conserva deliciosa con tostadas, galletas o sobre una buena rebanada de pan de campo, es una merienda llena de aromas que a todos encantará. Como es tan azucarada, conviene tomarla moderadamente para no disparar las calorías.