Cómo preparar un arroz blanco perfecto de manera fácil y rápida
¿Os habéis dado cuenta de las tantas y tantas veces que podemos llegar a cocinar arroz blanco? Muchas, ¿verdad? Y es que este tipo de arroz es el perfecto (y socorrido) acompañamiento para la mayoría de los platos que se nos ocurran.
Funciona bien con casi cualquier carne (ya sea de ternera, cerdo o carne o ésta esté guisada, en salsa o a la plancha), con diversos pescados, con huevo (como por ejemplo el famoso arroz a la cubana), o incluso en ensaladas.
Se trata, como veis, de un alimento que nos brinda multitud de posibilidades a la hora de plantearnos un plato de lo más completo.
Pese a su simplicidad, para algunos, cocinar arroz blanco es toda una ciencia, ya que en ocasiones, esta elaboración, puede llegar a convertirse en un verdadero reto o, si tenemos suerte, en una lotería que nos dé como premio «el gordo» de que éste quede en su punto y no se nos pase o, por el contrario, resulte duro.
Pero… ¡Tachán! Hoy os desvelamos el secreto mejor guardado (¿se nos nota la euforia por haberlo conseguido?) acerca de cómo preparar un arroz blanco perfecto de manera fácil y rápida.
Además, se trata de una receta de lo más económica para la que tan solo necesitaremos 3 ingredientes que siempre solemos tener en nuestras cocinas.
¿Empezamos?
Ingredientes:
Elaboración:
Comenzaremos echando un chorrito de aceite de oliva en una olla (bastará con que cubra el fondo de ésta). Ponemos a fuego medio y dejamos que vaya cogiendo temperatura.
Mientras, pelamos el diente de ajo y lo cortamos en láminas de grosor medio. Reservamos. Recomendación: A la hora de partir el ajo procurad no hacer esas láminas ni demasiado finas, ya que se quemarían enseguida, ni muy gruesas porque se tostaría por los lados pero el centro quedaría totalmente crudo.
Lo añadimos al aceite y subimos el fuego. Removemos y mantenemos hasta que éstos empiecen a dorarse, momento en que agregaremos el arroz y continuaremos removiendo para que se impregne bien del resto de ingredientes.
Echamos un pellizquito de sal, movemos e incorporamos (con mucho cuidado) el agua.
Removemos para que arroz se mezcle bien con el agua y, una vez saquemos la cuchara, no volveremos a manipularlo.
Bajamos a fuego medio, tapamos y dejamos un par de minutos (o hasta que el agua rompa a hervir), solo entonces, retiraremos la tapa, bajaremos a fuego suave y mantendremos durante unos 15 minutos (tiempo en que se evaporará todo el agua).
Transcurrido este tiempo, sacamos, dejamos reposar 1 minuto y servimos.
¡Y ya tendremos nuestro arroz blanco perfecto para comerlo tal cual o acompañar todo aquello que se nos ocurra!
Consejos exprés: Preparar arroz blanco es una tarea de lo más sencilla si respetamos los tiempos y las cantidades. Lo único que debeis tener en cuenta es lo siguiente:
– Emplear siempre el doble de cantidad de agua que de arroz. Es decir, si echamos 2 tazas de arroz, añadiremos 4 tazas de agua.
– Aunque parezca una obviedad, las condiciones del menaje que usemos condicionará mucho el resultado de nuestra elaboración. Procurad utilizar siempre sartenes, cazos u ollas que estén en buen estado para que lo que preparemos no se pegue o, peor aún, no contenga desagradables restos.
– Tened siempre en cuenta el tipo de arroz que elegís. No todos los arroces son iguales y, por lo tanto, no todos requieren el mismo tipo de cocinado.
– Vigilad la cocción y no dejéis el arroz durante todo el tiempo con la misma temperatura. Precisamente, su secreto reside en la variación de la misma.