Recetas de salsas

Cómo hacer la salsa hoisin en casa de forma fácil

Salsa hoisin
Salsa hoisin en casa de forma fácil

La salsa hoisin es una excelente forma de cocinar platos agridulces y traer lo mejor del sabor oriental a la mesa. Aquí tienes los pasos.

La salsa hoisin es tan deliciosa y particular que muchos quisieran prepararla en casa. No obstante, pocas personas conocen el secreto de este tipo de preparación. Cabe destacar que muchos de los principios de la cocina asiática nos son ajenos porque esta maneja una lógica muy particular. Este condimento se caracteriza por ser agridulce y se utiliza para mojar otros alimentos. Casi todos la hemos probado, siendo un elemento fundamental de diversos negocios de comida rápida cantonesa y propuestas similares. Su nombre es la romanización de su denominación en chino que significa “marisco”. Sin embargo, este acompañante no tiene en su receta mariscos siendo su ingrediente base la soya. Entre los pobladores chinos, se trata de una salsa rápida y simple que complementa el resto de los alimentos. Ahora bien, en la tradición esta mezcla se realizaba con batata.

Coloquialmente se le suele llamar “barbacoa china” aunque su naturaleza es muy diferente a la de este producto. Claro que se utiliza para acompañar carnes, aunque también se usa para aromatizar el arroz y las preparaciones con vegetales. Todo el desconocimiento sobre esta receta implica la existencia de muchas formas de hacerla en occidente. Lo importante al prepararla es evitar su acidez, favoreciendo lo dulce y lo salado en el resultado final. Otro aspecto fundamental es conseguir el espesor adecuado en este condimento. Salsa hoisin

En la práctica, lo correcto es que la solución tenga algo de textura y espesor, y que no quede demasiado aguada. El principal problema que se enfrenta el cocinero al tratar de emular esta preparación es no conocer cuales son los ingredientes. Existen varias formas de elaborarla, pero hay elementos que no deberían sustituirse. Por ejemplo, la melaza, la mantequilla de maní o cacahuete y el vinagre son elementos que no pueden faltar en cada propuesta. La salsa de soja también es un ingrediente primordial para lograr el sabor deseado.

Contenido graso y nutricional

Quizá lo mejor de la salsa de hoisin es que es un poco más baja en grasas y sal si se le compara con otras propuestas. Esto dependerá por supuesto de la calidad de ingredientes implementados para la mezcla. Lamentablemente la utilización de productos manufacturados suele asegurar la presencia de gluten en la preparación. La presencia de algunos ingredientes como la soja y el vinagre facilitan la digestión de los alimentos. Esto permite procesar mejor alimentos como el cerdo agridulce y también la carne de res. Otros favorecen al sistema circulatorio y el hígado.

Añadido a lo anterior, la salsa hoisin tiene cierto contenido proteico y permite complementar la carga nutricional de las comidas. Cabe destacar que el vinagre de manzana es muy utilizado para metabolizar las grasas y para bajar los niveles de azúcar en sangre. Sin duda alguna, se trata de una propuesta que enriquece la alimentación y que suele ser mucho más saludable que otras propuestas. A continuación, verás una excelente receta que podrás hacer con ingredientes que se pueden conseguir fácilmente en cualquier bodega o tienda… ¡Continua leyendo!

Ingredientes:

  • 45 gramos de melaza
  • 25 mililitros de salsa de soja
  • 20 gramos de mantequilla de cacahuete sin grumos
  • 25 gramos de vinagre de manzana
  • 10 gramos de ajo en polvo
  • 5 gramos de salsa picante
  • 15 gramos de maicena
  • Cómo preparar la salsa hoisin:

    1. Mezclar la melaza, la salsa de soja, el ajo en polvo, la salsa picante y el vinagre de manzana. Remover bien.
    2. Añadir a la mezcla de los ingredientes la mantequilla de cacahuete.Mantequilla de cacahuete
    3. Calentar un sartén antiadherente e incorporar la mezcla de los ingredientes.
    4. Mantener la cocción a fuego bajo hasta que la melaza y la mantequilla de maní estén totalmente disueltas en la mezcla.
    5. Mezclar la maicena en una taza con una cucharada y media de agua potable fría. Revolver hasta disolver.
    6. Incorporar la solución de la maicena con agua y aumentar la intensidad de la llama a intermedia.
    7. Mantener la cocción durante unos dos minutos y retirar la salsa hoisin del fuego para que se atempere. Esto permitirá que la mezcla coja un poco de espesor.
    8. Guardar la salsa en el refrigerador durante una semana o un poco más para garantizar una mejor textura y que los sabores se vayan integrando.
    9. Otra versión más suave de esta salsa hoisin, o si se va a utilizar para que la coman los más pequeños de la casa, es eliminar el toque picante.

    La salsa hoisin tradicional suele prepararse con pasta de soja, mucho más natural que la salsa de este ingrediente.  Esta propuesta de aderezo ejemplifica a la perfección el particular sabor umami tan influyente en la cultura china y vietnamita. Este es uno de los  cinco sabores básicos identificados en la cultura asiática. Describirlo no es sencillo y se presta para un sinfín de interpretaciones pues en China umami solo significa “sabroso”… Con esta elaboración vas a dotar a muchas otras recetas de un toque diferente, exótico, oriental.

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