Soy matemático y esto es lo que pasa si compras los décimos de la Lotería de Navidad en la misma administración
Un matemático explica si comprar en la misma administración puede hacer que aumente nuestra suerte
Ni Lotería de Navidad ni El Niño: en este sorteo es mucho más sencillo de ganar, y la matemática no miente
Premios de la Lotería de Navidad 2025: cuánto toca por décimo

Cada vez queda menos para el Sorteo de la Lotería de Navidad 2025. El próximo lunes 22 de diciembre, millones de personas en toda España estarán pendientes de un bombo que, en teoría, puede cambiar una vida de un momento a otro. Sin embargo, los expertos repiten cada año el mismo mensaje: todo depende del azar. Aun así, muchos jugadores siguen aferrándose a determinadas creencias a la hora de elegir sus décimos de la Lotería de Navidad.
Entre las más repetidas, está la de jugar siempre al mismo número, comprar los décimos de la Lotería de Navidad juntos o acudir a una administración concreta convencidos de que allí toca más siguen siendo prácticas muy habituales en los días previos al sorteo. Pero sobre estas ideas ha puesto el foco Manuel García Fernández, matemático y experto en Estadística, que analiza la Lotería de Navidad desde un enfoque estrictamente numérico. Aunque reconoce el peso de la tradición y de la ilusión colectiva, advierte de que muchas de las decisiones que se toman al jugar, como la de elegir siempre la misma administración, no influyen en absoluto en las probabilidades reales de ganar
Un matemático explica todo sobre los décimos de lotería de Navidad
Para este matemático, la explicación de por qué se juega tanto a la Lotería de Navidad en España no está en las matemáticas, sino en la costumbre. Si lo pensamos, el Gordo de Navidad con sus 400.000 euros al décimo no es un premio tan grande como los botes millonarios que pueden acumular otros sorteos de lotería, como una primitiva o una bonoloto. Pero en el caso del sorteo navideño, no se trata sólo de buscar un premio, sino de compartir décimos con la familia, con amigos o con compañeros de trabajo. Incluso personas que no juegan nunca a otros sorteos acaban participando en Navidad.
A ese componente social se suma la esperanza. La posibilidad, aunque sea mínima, de que un premio importante cambie una situación económica pesa especialmente en quienes tienen menos recursos. Esa expectativa, explica, es una de las grandes razones por las que la Lotería de Navidad sigue teniendo un atractivo tan fuerte año tras año.
Qué probabilidades reales hay de ganar el Gordo
Desde el punto de vista estadístico, el Gordo tiene una probabilidad muy clara: una entre el total de números emitidos. Es decir que por mucho que creamos en los rituales o en las supersticiones, no parece que haya nada que podamos hacer, y tampoco hay fórmulas matemáticas ni combinaciones más favorables que otras. Todos los números tienen exactamente las mismas opciones de salir.
Eso sí, la Lotería de Navidad tiene una característica que no se da en otros sorteos: la pedrea. Se reparten miles de premios pequeños, de alrededor de 1.000 euros al décimo, que generan la sensación de que toca mucho. No son cantidades que solucionen la vida, pero sí contribuyen a que el reparto parezca más amplio y cercano. Y a que, en definitiva, si no nos ha tocado el Gordo, al menos sentimos que algo nos llevamos del sorteo.
¿Comprar más décimos aumenta realmente las probabilidades?
García Fernández aclara que comprar más números distintos sí aumenta las probabilidades de ganar algo. Lo que no cambia nada es comprar varios décimos del mismo número. En ese caso, sólo se cobraría más dinero si ese número resulta premiado, pero las opciones de que salga seguirían siendo las mismas.
Llevado al extremo, alguien que comprara 25.000 décimos diferentes tendría aproximadamente un 25 por ciento de probabilidades de llevarse el Gordo. El problema es evidente: la inversión sería enorme y, aun así, no existiría ninguna garantía de ganar.
¿Trae más suerte comprar siempre en la misma administración?
Por otro lado, uno de los grandes mitos del sorteo tiene que ver con el lugar donde se compran los décimos. Según explica el matemático en su entrevista concedida al diario AS, da exactamente igual adquirir todos los números en la misma administración o repartirlos entre varias. Desde el punto de vista estadístico, es irrelevante.
Las administraciones famosas por repartir premios, como ocurre con algunos establecimientos muy conocidos, no tienen más suerte que el resto. Lo que sucede es que venden muchísimos más décimos. Al vender más números, es lógico que repartan más premios. Es lo que se conoce como un efecto de profecía autocumplida: la fama atrae compradores y los compradores aumentan la probabilidad de que salga algún premio allí.
Repetir número año tras año, una decisión emocional
Por otro lado, está el caso de personas que compran siempre el mismo número, a veces durante décadas. Desde el punto de vista matemático, no tiene ningún efecto. Cada sorteo es independiente del anterior y nada impide que un número vuelva a salir dos años seguidos, aunque la probabilidad de que eso ocurra sea muy baja. Aun así, el propio matemático reconoce que él mismo repite número desde hace años por una cuestión de costumbre. La Lotería de Navidad, recuerda, tiene una parte claramente irracional que poco tiene que ver con los cálculos.
Pero en definitiva, y si queremos hacer caso de este matemático, si se decide jugar, el consejo más razonable no es buscar el gran premio, sino aumentar la probabilidad de que toque algo. Para eso, lo más adecuado es comprar números distintos en lugar de acumular décimos iguales. Es una lógica muy similar a la de la inversión: diversificar para reducir el riesgo.