Receta de Cupcakes de cereza Red Velvet
El red velvet o terciopelo rojo, es uno de los postres más impresionantes e irresistibles que pueden existir tanto para la vista como para el paladar. Este dulce, que debe su nombre al llamativo e intenso color del bizcocho que lo compone, es uno de los más demandados a la hora de celebraciones y ocasiones especiales (bodas, cumpleaños, aniversarios, etc.)
Y es que, aunque su origen está plagado de leyendas, su fama le precede allá donde va, convirtiendo cada una de estas en curiosas historias llenas de glamour, misterio y exquisitez.
La más común es aquella en la que se narra como una clienta del prestigioso Hotel Waldorf Astoria (Nueva York) quedó tan maravillada con este postre que, una vez regresó a su casa, solicitó al hotel que le enviase la receta para poder elaborarlo y disfrutarlo las veces que quisiese. Transcurrido el tiempo, recibió en su casa dicho documento, pero junto a él se adjuntaba una factura indicando un importe que ésta debía pagar por dicho servicio. Asombrada ante esto, y por el desorbitado precio exigido, la señora solicitó consejo legal, pero siempre obtenía como respuesta que debía pagar si no quería ser demandada. Finalmente, pagó, pero como venganza se dedicó a escribir la receta de este delicioso pastel en numerosas tarjetas que repartió allá donde iba, porque de esta forma, todos podrían ser conocedores de este caro secreto.
Vendettas aparte, estos cupcakes alcanzaron su auge cuando aparecieron en la famosa película “Magnolias de acero” (1989), y es que el simple gesto del ficticio novio de Julia Roberts sorprendiéndola con este dulce, disparó sus ventas.
Podríamos continuar contándoos numerosas curiosidades que rodean a este extraordinario bizcocho (la de Lady Eaton y su adjudicación, la de John Adams y su hábil campaña de marketing, o la del ingenio de los panaderos durante la Segunda Guerra Mundial) pero seguro que ya tenéis tantas ganas de probarlos como nosotros, así que si os parece, vamos con esta receta de Red Velvet Cupcakes de cereza. Una receta tradicional con un toquecito personal en forma de couli de cereza en vez de usar el colorante. ¡Esperamos que os guste!
Ingredientes:
Para los cupcakes:
Para el Cream Cheese Icing:
- 125 g de queso crema de untar
- 60 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 300 g de azúcar glas
Para el couli de cerezas:
- 200 g de cerezas
- 2-3 cucharadas de azúcar blanco
- Agua
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180 grados.
Antes de comenzar a hacer esta receta nos gustaría indicaros que si no encontráis el buttermilk, podéis prepararlo de forma casera. Bastará con añadir ½ cucharada de zumo de limón a unos 120 ml de leche y esperar alrededor de 5 minutos. El resultado será una leche cortada muy semejante al buttermilk original.
Y ahora sí… Para empezar con los cupcakes, juntaremos el cacao y el azúcar avainillado con la harina y tamizaremos un par de veces. Reservamos.
Antes de continuar con la masa, haremos el couli de cerezas, ya que es uno de los ingredientes básicos para terminar el bizcocho.
Para ello, lavaremos y deshuesaremos las cerezas. Recomendación: Será suficiente con que las abráis en dos mitades de similar tamaño, ya que si las troceamos muy pequeñas, la batidora no será capaz de cogerlas.
Una vez listas, las echamos en el vaso batidor y trituramos. Nos quedará una pasta a la que añadiremos un poquito de agua y volveremos a batir.
Ponemos el resultado (pasta y líquido) en una estameña o colador de malla muy fina, y aplastamos fuerte para sacar todo el jugo.
Conseguiremos una salsa muy fina con un color de lo más intenso.
En un cazo, añadiremos este zumo junto con un poquito de agua y el azúcar. Dejamos que cueza hasta que reduzca, y, cuando lo haga, retiramos y dejamos que se vaya enfriando. Reservamos.
Cuando tengáis listo el couli, seguiremos haciendo los cupcakes.
En un bol pondremos el azúcar y la mantequilla. Batimos bien con unas varillas hasta obtener una mezcla homogénea. Sin dejar de batir, incorporamos el huevo y esperamos a que éste quede bien integrado. Una vez lo haga, echaremos la harina (con el cacao y el azúcar avainillado) y el buttermilk. Continuamos batiendo hasta que el resultado sea uniforme y añadimos la cucharada de couli de cereza. Recomendación: Podéis echar la cantidad de couli que queráis, lo que buscamos es conseguir un intenso color rojo que bañe el bizcocho, y que, además, le dé un sabor diferente. Tened en cuenta que el colorante lo que hace es añadir un toque más dulce, y en este caso, lo estamos sustituyendo por otro ingrediente que, aunque cocinado con azúcar, dejará un ligero sabor ácido.
En un vaso mezclaremos el vinagre con el bicarbonato. Enseguida veréis como empieza a burbujear, momento en que lo agregaremos a nuestra mezcla anterior.
Solo nos quedará repartirlo en los moldes elegidos y meter al horno durante unos 15 minutos. Recomendaciones: Recordad no llenad del todo las cápsulas de papel o la bandeja, ya que la masa se saldrá en cuanto empiece a crecer por la cocción. Por otro lado, el tiempo de horneado es estimado, es aconsejable que a los 10 minutos metáis un palillo o un utensilio muy fino para comprobar si su interior está hecho o continua demasiado crudo, según esto podréis saber el tiempo que resta para poder sacarlos.
Mientras, haremos la crema de queso azucarada o el Cream Cheese icing.
Bastará con batir con unas varillas la mantequilla con el azúcar glas hasta que queden bien integrados. Añadimos el queso de untar (que debe estar frío) y continuaremos batiendo hasta conseguir un resultado cremoso y blanquecino.
Cuando los cupcakes estén listos, los sacaremos, dejaremos que se enfríen y pondremos sobre cada uno de ellos un poco del cream cheese icing si tenéis manga pastelera os facilitará mucho este trabajo y podréis echarlo dándole la forma que más os guste). Recomendación: No lo echéis si el bizcocho está aún caliente porque comenzará a tomar una cierta consistencia líquida terminará por derretirse.
Y ya tendremos listos nuestros Red Velvet Cupcakes de cereza.
Sugerencia: Para decorarlo podéis poner una cereza por encima, le dará una nota de color y frescura.