Bika ambon

Como habéis visto en el listado de ingredientes, vamos a necesitar leche de coco y agua de coco. Para la primera, indicaros que no se trata de la bebida vegetal, sino de la leche de coco enlatada que se usa para cocinar. En cuanto al agua de coco, tendremos que sacarla de la misma fruta, por lo que es muy importante que elijamos un coco que sea fresco para que ésta no amargue.

Comenzaremos extrayendo el agua del coco. Para ello, colocaremos la fruta con los tres puntos negros para arriba y, con ayuda de un destornillador o sacacorchos, presionaremos sobre uno hasta agujerearlo. Este paso no os costará apenas trabajo porque esta parte es de las más blandas.

Ponemos un bol y giramos el coco para que salga todo el líquido. Si veis que éste sale con dificultad, podéis repetir la acción en un segundo punto.

Una vez que tengamos todo el agua, cubrimos el recipiente y reservamos.

En un cazo echamos la leche de coco y ponemos a fuego suave hasta que entre en ebullición, momento en que retiraremos y dejaremos que se enfríe a temperatura ambiente.

En un cuenco añadiremos el agua templadita (no es necesario que esté demasiado caliente), la harina de trigo y la levadura. Nuestro objetivo será que fermente, por lo que lo dejaremos durante unos minutos.

Mientras, tamizaremos las otras dos harinas y las pondremos en otro bol junto al azúcar, el agua de coco, las yemas de huevo, el azúcar avainillado y la pizquita de sal. Mezclamos hasta que todo quede bien integrado.

A continuación, agregaremos la levadura (que presentará burbujitas como si fuese espuma) y la leche de coco ya fría. Volvemos a mezclar bien hasta obtener un resultado homogéneo y tapamos con un paño de cocina que previamente hayamos humedecido. Recomendación: Nos gustaría indicaros un par de cosillas en cuanto a los utensilios que normalmente usamos para cubrir las masas, puede que éstas sean obvias, pero no está demás recordarlas ¿verdad? En primer lugar, escoged siempre un paño que esté bien limpio y que no hayáis usado tras lavarlo, estrenarlo, etc. De esta forma evitaremos que nuestra masa pueda «contaminarse» con posibles restos que queden adheridos a la tela y que caigan en ella estropeándola, o absorba olores. Y, en segundo lugar, especificar que cuando nos indican que el trapo debe estar húmedo, ésto no significa bien mojado y goteando, sino como si llevase algún tiempo secándose pero conservando, aún, esa frescura.

Dicho esto, dejaremos que la masa fermente durante unas 2-3 horas en un sitio cálido pero seco (como por ejemplo, el interior del horno).

A falta de unos 10-15 minutos ponemos el horno a precalentar a 200 grados.

Transcurrido este tiempo, engrasaremos el molde que vayamos a usar y verteremos sobre él la masa.

Metemos al horno y dejamos hasta que la parte de arriba esté doradita.

¡Y ya tendremos nuestro bika ambon!