Del Bernabéu a San Siro, del blanco al rossonero, pero con las mismas cuatro ruedas. Luka Modrić, el centrocampista más elegante del Real Madrid en la última década, arranca una nueva etapa en el AC Milan. Y lo hace a bordo de un vehículo que dice mucho de su gusto por la potencia, el diseño y el lujo silencioso: el BMW XM.
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Con 38 años y una trayectoria brillante en el club blanco, Modrić ha decidido cerrar su ciclo en Madrid para comenzar una nueva aventura profesional en la Serie A italiana. Y si hay algo que ha permanecido inalterable en su salto de ciudad y de club, ha sido su vínculo con BMW.
La marca bávara no sólo es patrocinador oficial del Real Madrid, sino también del AC Milan, lo que ha permitido al croata mantener su estilo de conducción intacto. En su llegada a Milán, ha sido visto a bordo del mismo modelo que utilizó durante su última temporada como madridista: el BMW XM, un imponente SUV híbrido enchufable que fusiona potencia y diseño.
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¿Sigue siendo el mismo coche?
Técnicamente sí, pero con matices. En junio de 2025, BMW actualizó la gama del XM y eliminó la versión intermedia de 653 CV. Actualmente, en el mercado español (y previsiblemente en el italiano), sólo se comercializan dos versiones: BMW XM 50e (476 CV) desde 134.100 € y BMW XM Label (748 CV) desde 189.350 €.
La unidad que utiliza Modrić podría corresponder a la más potente y exclusiva, el XM Label, un SUV que ofrece unas prestaciones más cercanas a un deportivo que a un familiar: 0 a 100 km/h en 3,8 segundos, una autonomía eléctrica de más de 80 km y acabados de lujo en cada detalle del habitáculo.
¿Es más caro el coche que tiene ahora?
En principio, no hay una diferencia de precio entre el coche que conducía en Madrid y el que ahora utiliza en Milán, ya que ambos son modelos XM de última generación. Sin embargo, si en su época blanca conducía el modelo de 653 CV (ya retirado del catálogo), el XM Label actual sería ligeramente más caro y más potente, con un precio que roza los 190.000 €.
Milán no sólo es la capital de la moda, sino también un epicentro del lujo, justo lo que representa el BMW XM. Para Modrić, acostumbrado al reconocimiento pero amante del perfil silencioso, este modelo es el equilibrio perfecto: imponente pero no estridente, vanguardista sin ser ostentoso.
Y aunque en su llegada al club italiano no iba al volante, sino como pasajero, el mensaje es claro: Luka sigue apostando por lo mejor de cada casa, incluso cuando se trata de coches. Una nueva vida, sí, pero con el mismo motor de elegancia.
