Receta de Chuletas de aguja de cerdo en salsa de higos


Si te aburre cocinar siempre los mismos platos en casa y buscas algo más original, toma nota d esta receta de chuletas de aguja de cerdo en salsa de higos.
Las chuletas de aguja de cerdo son un corte de este animal que se corresponde a la carne de las costillas delanteras. Tienen un contenido más alto de grasa, y esto hace que sean más melosas cuando se consumen. Habitualmente la aguja de cerdo se corta en chuletas, aunque a veces es posible conseguir un trozo más grande para asarlo en el horno. Las chuletas de aguja de cerdo en salsa de higos se pueden hacer perfectamente en una sartén.
Nutricionalmente, los higos aportan un toque dulce muy interesante. La higuera es un árbol antiguo, tanto que se han descubierto vasijas con rastros de esta fruta en sitios arqueológicos neolíticos que datan del 5000 a.C. Los higos son familia de la morera y hay muchas variedades de la fruta. En algunos países se consideran exóticos. Cuando maduran su pulpa es jugosa y dulce, pueden tener la piel amarilla, roja o púrpura, o veteada de verde. Tienen mucha fibra y un alto contenido en minerales como calcio, magnesio, manganeso, cobre y potasio, y en vitaminas, sobre todo K y del grupo B.
Ingredientes:
Cómo preparar unas chuletas de aguja de cerdo en salsa de higos:
- Lavar las hojas de albahaca. Picarlas bien pequeñas y mezclar con las cucharadas de aceite de oliva. Reservar.
- Pelar los higos. Reservar.
- En una sartén grande, poner la mantequilla y dejar que se derrita.
- Agregar los higos y cocinar hasta que estén muy blandos y se deshagan.
- Añadir el azúcar, el vinagre y el caldo de carne. Cocinar a fuego medio hasta que espese. Retirar del fuego y reservar.
- Aparte, salpimentar las chuletas, pintarlas con la mezcla de albahaca y aceite y cocinarlas a la plancha, sin agregar nada de aceite.
- Probar la salsa y rectificar de sal si es necesario.
- Emplatar las chuletas y cubrir con la salsa en cada plato.
Sirve calientes las chuletas de aguja de cerdo en salsa de higos. Puedes acompañar con una ensalada ligera de rúcula e higos aliñadas con sal rosada y un hilo de aceite de oliva. Esta receta es perfecta como segundo plato o plato principal. Si quieres que sea más sustancioso acompaña de patatas al vapor o arroz blanco.