Escrivá deja sin competencias a Juan Ayuso, su penúltimo enemigo en el Banco de España


Continúan las purgas de José Luis Escrivá en el Banco de España, aunque el gobernador las hace sin necesidad de destituir a nadie. El último caso es el del director general de Operaciones, Mercados y Sistemas de pago, Juan Ayuso, a quien ha dejado sin competencias en la última reforma del organigrama del supervisor bancario.
Esta semana, el Banco de España envió un comunicado en el que informaba de «una rotación de directores generales adjuntos». En él, explicaba que «la Comisión Ejecutiva del Banco de España ha aprobado hoy la rotación de dos directores generales adjuntos de la institución como primer paso para impulsar proyectos piloto que fomenten la movilidad a todos los niveles entre distintas áreas del Banco». Estos dos directores adjuntos son Juan Peñalosa y Helena Tejero.
Pero un tercero no rota, y ahí está el quid de la cuestión: «Además, la Comisión Ejecutiva también ha aprobado que Carlos Conesa, hasta ahora director general adjunto de Pagos e Infraestructuras de Mercados, amplíe sus funciones y añada a sus responsabilidades actuales de los departamentos de Innovación Financiera e Infraestructuras de Mercado y de Sistemas de Pagos las de los otros dos departamentos de la Dirección General: Análisis e Inteligencia de Mercados y Operaciones».
Es decir, Carlos Conesa asume todas las fusiones de la dirección general de Juan Ayuso aunque su cargo sea director general adjunto. O dicho de otro modo, el citado Ayuso se queda sin competencias en la práctica porque la totalidad de las mismas pasan a su segundo, Conesa.
«Se trata de un movimiento que persigue claramente forzar la dimisión de Juan Ayuso, uno de los principales enemigos que tiene Escrivá dentro del Banco de España», asegura una fuente conocedora de la situación.
Como informó OKDIARIO en su día, Ayuso, junto a Mercedes Olano (directora general de Supervisión) y Ángel Estrada (ex director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución) se veían fuera del Banco de España con el nombramiento de Escrivá. Algo que se debía a su enemistad con él -caso de Ayuso, que fue su jefe hace años en el Servicio de Estudios- o a su amistad con la anterior subgobernadora, Margarita Delgado.
Y como Ayuso, a diferencia de Estrada, no ha dimitido por propia voluntad, Escrivá ha optado por mandarlo al ostracismo sin poder alguno. De esta forma, espera que acabe marchándose, según las fuentes citadas. Hasta ahora, este director general era uno de los blancos preferidos de las humillaciones públicas habituales del gobernador, si bien las fuentes explican que rehuía el enfrentamiento y le daba pocas ocasiones para ello.
Olano, última superviviente
Olano, por el contrario, sí es víctima habitual de los ataques en público de Escrivá. Es la última enemiga que le queda tras las purgas. Pero, en este caso, el gobernador todavía no ha intervenido en su departamento -el de Supervisión, el más importante del Banco de España-, a pesar de que la propia Olano se veía fuera hace unos meses y llegó a pedir trabajo en PwC.
Desde la llegada al Banco de España del ex ministro de Seguridad Social, han dimitido el director general de Servicios y Personal, Alejandro Álvarez; el citado Ángel Estrada; la directora general de Relaciones Institucionales, Europeas y Transparencia, Paloma Marín; la sustituta de ésta en el cargo, Eva Valle (esposa de Alberto Nadal); y el director general de Economía, Ángel Gavilán.