Escrivá se enfrenta a la dirección de supervisión del Banco de España: «Cuando te lo sepas, vuelves»
El choque de José Luis Escrivá con la dirección de Supervisión del Banco de España (la más importante, donde se encuentra la inspección) se ha agravado en las últimas semanas. Según fuentes cercanas al organismo, el gobernador ha perdido totalmente la confianza en el departamento porque ninguno de sus responsables es capaz de explicarle de dónde salen las cifras que incluyen en sus informes.
La cosa ha llegado al punto de que Escrivá les critica en público por no tener esa capacidad: «Cuando sepas explicármelo, vuelves»; «la próxima vez, te lo traes sabido»; y cosas por el estilo. «No es que les insulte ni les falte al respeto, sino que les interpela de forma muy borde en público, algo que no era nada habitual en el Banco de España», según una de las fuentes.
Otra añade que «hacer eso le duele más a gente como Mercedes Olano [la directora general de Supervisión] que si les insultara, porque pone en evidencia su falta de capacidad delante de todo el mundo».
Según las fuentes, durante el mandado de Pablo Hernández de Cos y Margarita Delgado (que era quien se ocupaba de supervisión y quien nombró al equipo actual), nadie les preguntaba nunca nada. Todo se justificaba con «un PowerPoint y unas speaker notes».
Pero con la llegada de Escrivá, esto ha cambiado radicalmente. El nuevo gobernador se estudia todos los papeles que le pasan y pide constantes aclaraciones y explicaciones que van mucho más allá del PowerPoint. Y ahí aparece el problema, porque los responsables de la dirección de Supervisión no son capaces de dárselas.
Esto provoca una gran inseguridad en el gobernador, que teme que le saquen los colores en Frankfurt cuando asista a las reuniones del BCE, si no están de acuerdo con las cifras que él presente. «Le da miedo que allí tengan otros números de morosidad, provisiones, etc., y que él no sepa justificar los suyos porque nadie es capaz de explicarle de dónde han salido».
«Y no es que no sepan justificarle un informe de 100 páginas, es que ni siquiera saben explicarle una ‘nota ejecutiva’ de un par de ellas», añade otra de las fuentes. Todo esto se traduce en una enorme desconfianza de Escrivá en el departamento de Supervisión, al que ya tenía enfilado desde que llegó, como ha venido informando OKDIARIO.
La llegada de Escrivá al Banco de España ya puso el nombre de Olano en el disparadero, como adelantó OKDIARIO, puesto que había sido la gran protegida de Margarita Delgado como subgobernadora de la entidad, y la apuesta porque esta pasase a ser la nueva gobernadora fue evidente. La salida de Delgado dejó a Olano sin su principal protectora.
Sin embargo, a diferencia del director general de Estabilidad Financiera, Ángel Estrada, Escrivá no ha querido pactar una salida beneficiosa, sino que ha urdido una maniobra más complicada: ha jubilado al número dos de Supervisión, Francisco Monzón, para dar entrada a alguien de su confianza, en este caso Pedro Comín, como adelantó OKDIARIO. Con la intención de que, dentro de un tiempo, Comín pase a ocupar la dirección general en sustitución de Olano.
Pero la desconfianza generada por esta incapacidad de los responsables de Supervisión para explicar sus informes al gobernador -por falta de costumbre- puede acelerar este proceso, siempre según las fuentes, y provocar la destitución de Olano en un plazo relativamente corto.