Pan de huevo

El pan de huevo es un tipo de pan muy popular en Chile. Tiene una consistencia esponjosa y un toque dulce característico y se distingue también por el color barnizado, dorado y brillante con el que sale del horno. Esto sucede por la capa de yema de huevo que se le agrega en la etapa final de su preparación.

Uno de las propiedades nutricionales del pan es el aporte de energía al organismo. Este producto natural es rico en hidratos de carbono, los cuales son un necesario combustible para las actividades del cuerpo en todo momento. También es una fuente importante de fibra, un importante nutriente para regular el funcionamiento de los intestinos.

Ingredientes:

Cómo preparar pan de huevo:

1. Echar los 450 g de harina de trigo dentro de un bol grande. Añadir las tres cucharaditas de polvo de hornear y las tres cucharadas de leche en polvo. Incorporar los 80 g de azúcar blanco y un tercio de cucharadita de sal. Mezclar todos los ingredientes.
2. Agregar dos yemas y un huevo entero al bol con el resto de los ingredientes. Incorporar la mantequilla. Es importante recordar que la mantequilla no debe tener sal; si la mantequilla es salada, no hace falta agregar sal en el primer paso.
3. Amasar de manera que todos los ingredientes se incorporen de manera homogénea. Agregar agua poco a poco y en pequeñas cantidades, hasta que la masa se despegue del bol.
4. Agregar una pequeña cantidad de harina en la mesa de trabajo y amasar durante 10 minutos más. Debe quedar una masa suave y lisa.
5. Dejar reposar por ocho minutos y cortar la masa en tantas partes como se desee. Si se utiliza una báscula, se recomienda hacer porciones con 100 g de masa.
6. Hacer un corte en la parte superior de cada uno de los panes crudos. Con la ayuda de una brocha de cocina, pintar los panes con las dos yemas de huevo restantes, bien batidas.
7. Introducir a un horno precalentado a 190°C durante 30 minutos. Retirar, dejar enfriar. Servir.

Prepara esta rápida receta fácil y rápida para disfrutar de unos deliciosos panecillos hechos en casa. Son ideales para el desayuno, la merienda, un pequeño bocadillo, o para acompañar tus comidas favoritas.