Sorbete de yogur y hojas de menta

El yogur es un producto lácteo considerado por muchos como uno de los alimentos más benéficos del mundo. Se produce mediante la fermentación de la leche por las bacterias de los géneros Lactobacillus y Streptococcus. Por lo general, las cepas usadas son Lactobacillus delbrueckii ssp. bulgaricus o Streptococcus thermophilus, y es una de las preparaciones más antiguas de las que se tiene noticia. El sorbete de yogur y hojas de menta, además de saludable, es riquísimo.

Se puede hacer a partir de cualquier tipo de leche, pero lo usual es que sea leche de vaca. Su sabor ácido se lo da el ácido láctico, producido gracias a la acción de las bacterias sobre la lactosa (el azúcar natural de la leche). Esto hace que sea una bebida apta para cualquier persona con intolerancia a la lactosa y que la disfruten sin sufrir trastornos digestivos.

Se originó en Turquía (la palabra yogur es turca) pero también lo ubican en Bulgaria, la península balcánica o en Asia Central. Se dice que el yogur es uno de los alimentos más antiguos, y es que su origen es anterior al nacimiento de la agricultura: los pueblos nómadas y pastores transportaban la leche de los distintos animales en bolsas o sacos elaborados con piel de cabra. Entre el calor y el contacto con las múltiples bacterias, la leche se fermentaba, y una vez consumido este producto fermentado los sacos volvían a llenarse de leche fresca, que se fermentaba de nuevo con los residuos previos.

Es uno de los primeros alimentos probióticos que se prepararon en el mundo y desde entonces la humanidad disfruta de los beneficios del yogur.

Ingredientes:

Cómo preparar el sorbete de yogur y hojas de menta:

1. En el vaso de la licuadora poner el yogur, la miel, el jugo de limón y el hielo.
2. Licuar todo durante un minuto.
3. Verter en un recipiente y llevar al congelador.
4. Reservar al menos una hora y media, sacando dos veces para batir.
5. Servir el sorbete en una copa y adornar con hojas de menta.

Cuando prepares el sorbete de yogur y hojas de menta puedes servirlo de inmediato, pues el hielo picado le proporciona una cierta consistencia más cremosa. Sin embargo, si lo congelas durante el tiempo indicado, se convierte casi en un helado sin tener la consistencia completamente sólida.