Costillas a la miel

Las costillas a la miel es una receta de origen asiático, que suele servirse en los restaurantes chinos.  Este plato es sencillo de preparar, y resulta elegante y exquisito; es perfecto para servirlo en todo tipo de reuniones. Además, por el sabor dulce y suave de las costillas a la miel, es ideal para consumir a cualquier edad.

La carne de cerdo nos aporta la energía que necesitamos en nuestro día a día. Aunque puede parecer una opción muy calórica, la grasa del cerdo se acumula en partes específicas de su cuerpo, siendo el resto carne magra. En su aspecto nutritivo, contiene diferentes vitaminas y minerales, como el complejo B y el zinc. Con ello se mejora el mejoramiento de la salud del organismo, manteniendo los tejidos y músculos saludables.

Ingredientes:

Cómo preparar las costillas a la miel:

1. Cortar y pelar la zanahoria, cocerla por 5 minutos en una cazuela con agua, a fuego lento.
2. Cortar, la cebolla y el ajo, en pequeños trozos. Colocarlos en una sartén con aceite, y sofreír hasta que estén transparentes. Una vez listas, reservar en un bol.
3. Lavar y salpimentar las costillas de cerdo.
4. Colocar una sartén con abundante aceite de oliva. Agregar las costillas de cerdo, y dejar por unos minutos para que se doren un poco.
5. Añadir la cebolla, la zahoria y el ajo, a la sartén donde están las costillas. Revolver, para que queden bien mezclados los ingredientes, y las costillas puedan absorber mejor el sabor.
6. Verter el vino sobre los ingredientes en la sartén, y pasar el contenido de la sartén a una placa de horno.
7. Mezclar, en una taza, un poco de agua con las cucharadas de miel.
8. Pintar con esta mezcla las costillas.
9. Hornear a 180ºC.
10. Pasada media hora de horneado, sacar las costillas, pintarlas con la miel y dar la vuelta.
11. Volver a realizar la operación anterior a los 15 minutos, subiendo la temperatura del horno a 200ºC hasta que las costillas estén bien doradas.
12. Rectificar la sal y la pimienta, agregar un poco de orégano.
13. Una vez listo, retirar y servir con los acompañantes que se deseen; puede ser arroz blanco, patatas fritas, una buena ensalada, etc.