El significado de comprar el mismo número de Lotería de Navidad todos los años, según los psicólogos
Una de las principales razones tiene que ver con las creencias supersticiosas
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Con la llegada de diciembre, uno de los momentos más esperados por millones de personas en España es el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, que tiene lugar el 22 de diciembre. Este sorteo es una de las tradiciones más arraigadas en la cultura española, un evento en el que las familias, amigos y compañeros de trabajo se reúnen con la esperanza de ganar el Gordo. Sin embargo, más allá de la emoción y la expectativa del premio, hay un fenómeno psicológico que llama la atención: muchas personas juegan la Lotería de Navidad con el mismo número año tras año, ya sea por superstición, tradición familiar o por algún significado especial que este número tiene para ellas.
La idea de comprar siempre el mismo número no es algo extraño; al contrario, es una práctica habitual entre muchas personas. Pero, ¿por qué lo hacen? ¿Qué significado tiene comprar el mismo número de la Lotería de Navidad cada año, más allá de la simple esperanza de ganar? Para entenderlo, es necesario analizar este comportamiento desde diferentes perspectivas psicológicas.
¿Qué significa comprar siempre el mismo número de la Lotería de Navidad?
Una de las principales razones por la que las personas compran siempre el mismo número tiene que ver con las creencias supersticiosas. La superstición es una idea irracional en la que se cree que dos eventos sin relación causal entre sí están conectados. Así, muchos piensan que si compran el mismo número cada Navidad, podrían tener más probabilidades de ganar. Sin embargo, esta creencia no tiene base científica. La probabilidad de ganar el Gordo es la misma sin importar si se repite el número o se elige otro, pues cada sorteo es independiente y el resultado depende del azar.
El psicólogo Pedro D. Pajares Galeano aclara que, aunque algunas personas asocian la repetición con la suerte, la probabilidad de ganar el primer premio de la Lotería de Navidad sigue siendo baja (1 entre 100,000). Esto se debe a la llamada «Regla de Laplace», que establece que la probabilidad de un evento no se ve afectada por las repeticiones anteriores. Así, las creencias en la suerte que se vinculan con repetir el número son ejemplos de cómo la mente humana busca patrones donde no existen.
Tradición
El deseo de mantener una tradición es otra de las razones que explican por qué algunas personas se aferran a comprar el mismo número año tras año. En España, la Lotería de Navidad es mucho más que un simple sorteo; es un evento que crea lazos emocionales entre amigos y familiares. Muchas familias tienen el ritual de reunirse mientras esperan el resultado del sorteo, y jugar con el mismo número cada año refuerza este sentido de comunidad.
Para muchos, no se trata simplemente de ganar, sino de la tradición de estar juntos, de compartir la esperanza de que este será el año en que «les toque». Esto proporciona estabilidad y seguridad, pues crea la sensación de que, al seguir la tradición, la posibilidad de ganar se vuelve más tangible. Es un acto simbólico que refuerza la identidad del grupo, la familia o la comunidad, ya que todos participan en el mismo sueño.
Esperanza
Otro factor clave detrás de la decisión de jugar con el mismo número es la fe. La creencia de que «algún día tendrá que tocar» está muy arraigada en muchas personas. Este acto de fe no siempre se basa en la lógica o la probabilidad, sino en la esperanza de que, con el tiempo, la suerte se alinee a su favor. Para muchas personas, la Lotería de Navidad simboliza la oportunidad de cambiar su vida, y el mantener la misma elección cada año se convierte en un acto de persistencia.
La psicología detrás de la esperanza es poderosa. Según los psicólogos, la esperanza es fundamental para el bienestar emocional, ya que proporciona a las personas el estímulo necesario para afrontar adversidades. En este contexto, comprar el mismo número de la Lotería cada Navidad es una forma de mantener viva esa esperanza. Aunque la posibilidad de ganar es ínfima, el acto de participar refuerza la sensación de que el futuro puede traer algo mejor.
Exclusividad
La exclusividad también juega un papel en la elección del número de lotería. Algunas personas prefieren optar por números poco comunes o con combinaciones inusuales, con la esperanza de que, si ese número resulta ganador, será menos probable que haya otras personas con el mismo boleto. Este deseo de tener algo único puede ofrecer una sensación de distinción y especialidad.
El psicólogo Robert Cialdini, en su trabajo sobre la influencia y el comportamiento social, explica que el deseo de exclusividad está relacionado con el estatus y la percepción de importancia. En este caso, elegir un número único o poco frecuente puede hacer que las personas se sientan afortunadas por tener una ventaja, aunque las probabilidades de ganar sigan siendo las mismas que para cualquier otro número.