El verdadero uso de la flecha que hay al lado del indicador de gasolina: tu coche también la tiene y no lo sabías
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La flecha que hay al lado del indicador de gasolina forma parte del panel de información que los fabricantes incorporan desde hace décadas. Aunque el testigo del combustible es familiar para cualquiera que haya conducido un coche, ciertos detalles de su diseño responden a funciones concretas que no siempre son visibles a primera vista.
Entre ellos se encuentra este pequeño elemento gráfico cuya presencia es constante en la mayoría de modelos, sin distinción entre marcas europeas, estadounidenses o asiáticas. En vehículos que no son propios, como los que se alquilan en viajes o los que se reciben como reemplazo temporal en un taller, esa variación suele generar dudas.
¿Para qué sirve realmente la flecha que hay al lado del indicador de gasolina?
La flecha que hay al lado del indicador de gasolina señala el lado del vehículo en el que se encuentra la tapa del depósito. Cuando apunta a la izquierda, la toma queda en ese lado; si lo hace hacia la derecha, el fabricante ha colocado el acceso al combustible en el lado opuesto.
Este elemento se integra en el diseño para ofrecer una referencia rápida, especialmente en situaciones en las que no se conoce el vehículo o cuando las condiciones de iluminación no permiten comprobar la carrocería con claridad.
Aunque podría parecer que cualquier persona sabe dónde está el depósito de su coche, existen circunstancias en las que esta información no es tan evidente. Quienes usan vehículos de empresas de alquiler o unidades de sustitución se enfrentan a modelos con configuraciones diversas.
Un vistazo al cuadro de mandos evita giros innecesarios en la gasolinera y reduce el riesgo de entrar en un surtidor colocado al lado contrario.
¿Por qué cambia de lado según el fabricante?
La posición del depósito no es arbitraria. La mayoría de fabricantes europeos y estadounidenses colocan la toma a la derecha, mientras que varias marcas japonesas suelen optar por el lado izquierdo. Este patrón responde a líneas de producción diferentes y a criterios de seguridad que recomiendan situar el depósito en el lado contrario al tubo de escape.
Otro argumento tiene que ver con la comodidad: en gran parte de Europa, la puerta del conductor queda en el lado izquierdo, lo que facilita descender del vehículo en el mismo sentido en que se accede al surtidor.
La flecha que hay al lado del indicador de gasolina resume toda esta diversidad en un único punto visual. Así, los conductores pueden identificar la posición del depósito sin detenerse a observar la carrocería.
El símbolo forma parte de un conjunto de señales que, con el paso de los años, se han añadido al panel para simplificar la interacción con el vehículo, desde avisos de fallos hasta modos de climatización.
¿Cómo y por qué se integró la flecha que hay al lado del indicador de gasolina?
En los primeros automóviles, el medidor de combustible estaba colocado directamente en el depósito. La incorporación del indicador al salpicadero a principios del siglo XX permitió una lectura continua sin necesidad de descender del vehículo.
Más tarde, con la generalización de sistemas eléctricos, el panel de instrumentos empezó a incluir información adicional con pequeñas señales destinadas a orientar la conducción.
La introducción de la flecha que hay al lado del indicador de gasolina respondió a esa misma lógica. Inicialmente, algunos fabricantes usaron letras que indicaban izquierda o derecha, aunque su interpretación podía variar según el mercado. El uso de una flecha simplificó la referencia y permitió estandarizarla.
La DGT y la importancia de mantener el depósito con autonomía suficiente
Aunque la flecha que hay al lado del indicador de gasolina cumple un papel informativo, no debe confundirse con los avisos de autonomía o de nivel bajo.
La legislación española, particularmente la Dirección General de Tráfico, contempla sanciones si un vehículo queda detenido en la vía por falta de combustible, con multas que pueden alcanzar cifras elevadas debido al riesgo que supone inmovilizar el coche en zonas de circulación.
Quedarse sin gasolina implica perder control sobre elementos básicos y depender únicamente de la inercia para apartar el vehículo.
Evitar estas situaciones depende de mantener un nivel adecuado de combustible y de prestar atención a los avisos luminosos del panel. Forzar el depósito hasta el límite no solo pone en riesgo la seguridad, sino que genera desgaste en componentes internos.