El botón oculto de tu coche que casi nadie conoce y es clave si vas a conducir por la noche
Conducir por la noche puede ser una experiencia incómoda y peligrosa, especialmente en carreteras interurbanas por la falta de visibilidad. Sin embargo, la mayoría de vehículos actuales tienen un elemento que muchos conductores desconocen: la regulación de la altura de los faros del coche. Éste sencillo ajuste, que se puede realizar con una pequeña ruleta ubicada cerca del volante, puede marcar la diferencia entre una conducción segura y una situación de riesgo.
«La mayoría de los accidentes en España se producen durante el día: en torno al 70% de los accidentes con víctimas, tanto en vía urbana como interurbana. Sin embargo, aunque durante la noche, anochecer y amanecer, solo se produce un 28% de los accidentes con víctimas, estos se cobran casi el 40% de los fallecidos y con un mayor porcentaje de accidentes mortales (38%)», alerta la DGT.
El ‘botón secreto’ para conducir por la noche
Aunque muchos conductores no lo saben, la mayoría de los vehículos modernos están equipados con una pequeña ruleta que permite ajustar la altura de los faros delanteros, normalmente situada cerca del volante o del panel de control de las luces.. Su función principal es regular el ángulo en el que los faros proyectan la luz, y suele tener una serie de números que indican la altura del haz de luz
Este ajuste es esencial para conducir de forma segura por la noche. Los faros demasiado bajos no permitirán ver con suficiente antelación los obstáculos o las señales de tráfico en la carretera, mientras que unos faros demasiado altos pueden deslumbrar a otros conductores. Por lo tanto, el adecuado ajuste de los faros tiene dos funciones fundamentales:
Aunque los faros de los vehículos vienen ajustados de fábrica, se pueden desajustar con el paso del tiempo por varias causas. Algunos de los motivos más comunes incluyen:
- Cambio de carga en el vehículo: cuando el coche está más cargado de lo habitual, como cuando el maletero está lleno, el peso extra hace que la parte trasera del coche se hunda ligeramente, mientras que la parte delantera se eleva. Como resultado, los faros pueden apuntar más alto de lo debido.
- Reemplazo de bombillas o faros: si se cambian las bombillas de los faros o si se reemplaza todo el sistema de iluminación, es posible que los nuevos componentes no estén perfectamente alineados.
- Accidentes y golpes: los impactos o colisiones, incluso si son menores, pueden desplazar los faros o afectar a los mecanismos de ajuste. Después de un accidente, es muy recomendable revisar los faros para asegurarse de que están bien alineados.
¿Cómo ajustar la altura de los faros?
Ajustar la altura de los faros del coche es un proceso relativamente sencillo:
- Antes de empezar, comprueba que el coche esté en un terreno plano y nivelado, sin pendientes. Esto es esencial para obtener una medición precisa de la altura de los faros. Además, asegúrate de que los neumáticos del coche tengan la presión correcta y que la carga del vehículo esté distribuida de forma equilibrada.
- Coloca el coche a unos 30 centímetros de una pared o puerta de garaje, y asegúrate de que los faros estén alineados correctamente frente a la pared. Es importante que el coche esté completamente recto, sin inclinaciones hacia los lados.
- Si el coche tiene luces de cruce, éstas son las que deberías utilizar para hacer el ajuste, ya que son las que se utilizan generalmente durante la conducción nocturna.
- Utilizando cinta adhesiva o un marcador, dibuja una línea horizontal en la pared que coincida con la parte más alta de la luz que emiten los faros. Luego, marca una línea vertical en el centro de la pared, equidistante de ambas luces del vehículo. Si la luz de los faros está desajustada, las marcas en la pared no estarán alineadas.
- Utilizando la ruleta, ajusta la altura de los faros. Los números suelen indicar la altura en la que los faros deben estar, con el valor más bajo indicando una posición más baja y el más alto una posición más elevada.
- Una vez que hayas ajustado la altura, es recomendable volver a comprobar las marcas en la pared.
En los coches modernos, los faros pueden estar equipados con un sistema de ajuste automático, que regula la altura de los faros en función de las condiciones del vehículo, como la carga o la inclinación.
Finalmente, recuerda que mantener los faros del coche limpios es una tarea esencial para conducir por la noche con seguridad. La suciedad, el barro o el polvo acumulado en las ópticas puede reducir significativamente la intensidad de la luz, dificultando la visibilidad en la carretera. Para hacerlo, basta con utilizar un paño suave y limpio, agua y jabón. Si los faros están muy sucios o amarillentos debido al desgaste o a la acumulación de suciedad, puedes utilizar una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre.
