Lotería de Navidad

Adiós a la Lotería de Navidad: el motivo por el que podrían suspender el sorteo

La Lotería de Navidad
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El próximo 22 de diciembre se celebrará el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, uno de los eventos más importantes del año. Desde su creación en 1812, este sorteo no se ha suspendido nunca, ni siquiera en los momentos más convulsos de la historia: ni durante las guerras, ni en la pandemia, ni en crisis institucionales. Sin embargo, la normativa vigente sí contempla una posibilidad muy concreta (y poco conocida) en la que el podría llegar a suspenderse.

Durante más de dos siglos, la Lotería de Navidad ha sobrevivido a guerras, pandemias, censuras y cambios políticos. En 1938, durante la Guerra Civil, el sorteo se celebró en dos ciudades distintas: una en Burgos, bajo el bando nacional, y otra en Barcelona, bajo el republicano. Durante la pandemia del Covid-19 en 2020, el Teatro Real permaneció vacíos, pero el sorteo se celebró igualmente.

El único motivo por el que se podría suspender la Lotería de Navidad

La Instrucción General de Loterías, el reglamento que regula cada detalle de los sorteos organizados por Loterías y Apuestas del Estado (LAE), establece en el artículo 32 la única razón para suspender el sorteo: «Si durante el sorteo se produjese la rotura o descomposición de algún globo u otro útil de los que se emplean para los sorteos, el presidente dispondrá su reparación inmediata. Si no fuera posible, la Junta podrá acordar la continuación por medios manuales; y si tampoco resultara viable, se levantará acta de suspensión del sorteo».

En términos prácticos, esto quiere decir que el único que podría interrumpir o suspender el Sorteo de Navidad sería una avería grave o la rotura del bombo principal o de cualquiera de los mecanismos esenciales (los globos, las tolvas, los ejes o los sistemas de extracción de bolas).

La norma contempla primero la posibilidad de reparación inmediata, y, si no es posible, la de continuar de forma manual, algo que requeriría la supervisión de la Junta de Loterías y de los interventores presentes. Sólo si esas medidas de respaldo fallaran se levantaría un acta formal de suspensión. De ser así, todas las bolas, urnas y documentos utilizados hasta ese momento deberían conservarse bajo custodia notarial.

«El sorteo está diseñado para garantizar la máxima transparencia y seguridad, incluso en caso de fallos puntuales. Todo se graba, se certifica ante notario y se documenta en actas. La suspensión sería una situación extrema que nunca ha ocurrido», explican desde Loterías y Apuestas del Estado.

¿Y si el fallo impide continuar?

Si el bombo o los mecanismos principales quedaran inutilizados y no fuera posible repararlos o sustituirlos en el momento, el artículo 32 ordena la suspensión inmediata y la redacción de un acta detallada. Esa acta reflejaría el estado exacto del sorteo en el momento de la interrupción: qué premios se habían extraído, qué números estaban pendientes, y el estado físico del material afectado.

Posteriormente, correspondería al Ministerio de Hacienda (del que depende LAE) decidir si el sorteo puede reanudarse en otra fecha o si debe repetirse completamente. Esa decisión incluiría también la modificación de los plazos legales para el cobro de los premios, que actualmente caducan a los tres meses desde el día siguiente al sorteo.

«Si el sorteo tuviera que repetirse, los décimos conservarían su validez, pero se fijaría una nueva fecha oficial. No hay antecedentes, pero la ley lo prevé para proteger los derechos de los jugadores», explican fuentes del sector.

Suspensión política

Más allá de un fallo técnico, la Instrucción General de Loterías también contempla la suspensión o traslado de fecha por decisión ministerial. «Para suspender los sorteos, trasladarlos de fecha o variar lo anunciado, será necesaria una Orden ministerial dictada al efecto».

Esto significa que el Gobierno podría intervenir de forma excepcional para posponer o suspender el Sorteo de Navidad por causas de fuerza mayor, como una emergencia nacional, un atentado, un problema de seguridad en el Teatro Real o una catástrofe que impidiera su celebración en condiciones normales.

Un engranaje milimétrico

El Sorteo de Navidad es mucho más que una simple ceremonia. Detrás hay un sistema de seguridad y supervisión extremadamente riguroso. Cada una de las 100.000 bolas de los números y las 1.807 bolas de premios se fabrica con precisión artesanal, con el mismo peso y diámetro.

Antes del sorteo, se revisan las bolas, se comprueba el estado de los bombos y se certifica que todos los elementos están en condiciones. Los técnicos de Loterías realizan pruebas de funcionamiento y calibrado para garantizar que el mecanismo gire con total equilibrio.

¿Qué ocurriría con los décimos?

Si el sorteo se tuviera que interrumpir o repetir, los décimos seguirían siendo válidos. La normativa obliga a conservar todo el material bajo control notarial hasta la resolución definitiva. En caso de reanudación o repetición, los premios y combinaciones se mantendrían según el mismo plan de premios aprobado, y los plazos de cobro comenzarían a contar desde la nueva fecha de celebración.

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