Apareció tras la visita de los mercenarios del CNI

Corinna encontró en su casa un libro sobre Lady Di con una nota: “Entre Niza y Mónaco hay muchos túneles”

El Rey presentó a Corinna al jefe del CNI en La Angorrilla como su ‘novia’

El CNI contrató mercenarios para robar papeles del Rey a Corinna con la excusa de protegerla

La princesa Corinna encontró una nota amenazante en un libro sobre Lady Di poco después de que los mercenarios del CNI la visitaran, en teoría, para 'protegerla'.

Corinna Zu Sayn-Wittgenstein
Corinna Zu Sayn-Wittgenstein. (Foto: Getty)
  • Manuel Cerdán y Borja Jiménez

Corinna Sayn Wittgenstein se encontró encima de la mesa del salón de su residencia de Mónaco un libro sobre la muerte de Lady Di con una macabra dedicatoria: “Entre Niza y Mónaco hay muchos túneles”. El mensaje era un lúgubre recordatorio del accidente automovilístico en el interior del Puente del Almá de París donde perdió la vida la esposa del príncipe Carlos de Inglaterra.

La ex compañera sentimental de Don Juan Carlos recibía aquel siniestro aviso en medio de sus enfrentamientos con los enviados del CNI. Tras tres semanas soportando cómo los mercenarios y los enviados de Madrid violaban la privacidad de su oficina y su residencia familiar -un apartamento de 150 metros- en el Principado monegasco, la princesa alemana dio portazo y rompió con quienes le prometían protección. Aquellos días de finales de abril y comienzo de mayo de 2012, la mujer que había tenido una relación sentimental con Don Juan Carlos durante ocho años tuvo que soportar los peores momentos de su vida. Incluso, llegó a temer por su seguridad personal.

Pero las amenazas veladas no se limitaron a la dedicatoria del libro, la princesa también recibió una llamada preocupante de alguien que se ocultaba bajo el anonimato en la que le repetía la misma dedicatoria del libro: “Entre Niza y Mónaco hay muchos túneles”.

Corinna podría haber echado mano del entonces jefe de Seguridad del Principado, Bruno Philipponnat, a quien le unía una gran amistad, pero prefirió no desatar un contencioso en las relaciones entre España y Mónaco. Su asistente en sus negocios en el Principado, Victoria, había trabajado en Palacio a las órdenes del responsable de la seguridad de Palacio.

Entre los emails de la cúpula del CNI en poder de OKDIARIO destaca uno de 18 de mayo en el que la princesa alemana le decía a Sanz Roldán que estaba dispuesta a lidiar ella sola con los papparazis, pero que no estaba dispuesta a dejar a solas a cinco personas en su casa “invadiendo” su espacio personal: “Es una manera muy agresiva para tratar conmigo”, sentenciaba la ex “novia” del Rey emérito.

Desde aquella maldita dedicatoria, Corinna se ha sentido perseguida por los agentes del CNI tanto en Londres, donde tiene su residencia principal en el barrio de Belgravia, muy cerca de la embajada española, como en Mónaco. En más de una ocasión ha presenciado cómo la han fotografiado desde vehículos o motocicletas sin que los autores fueran periodistas.

Mercenarios espía

El jefe de los servicios secretos españoles, el general Félix Sanz Roldán, había lanzado una operación para recuperar documentos en poder de la princesa alemana y que afectaban a los negocios internacional del entonces Rey Juan Carlos.

El CNI explicó a Corinna que iban a lanzar una operación para protegerla de los paparazzi que merodeaban por su casa en Mónaco. Pero el objetivo real era robar los documentos que tenía en su poder y que comprometían al monarca.

La operación Mónaco, financiada con dinero de los fondos reservados, se puso en marcha una semana después del accidente del entonces Rey en Botswana y de que la princesa alemana abandonara Madrid. Los ‘guardaespaldas’ contratados por La Casa no eran sino recuperadores de los documentos comprometedores de Don Juan Carlos.

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