Sanidad admite ahora que los autotest de Ayuso que rechazó pueden ayudar a «reducir riesgos»
El Ministerio de Sanidad ha incorporado en sus recomendaciones ante la explosión de contagios por la variante Ómicron los test de autodiagnóstico. Unas pruebas que en su momento cuestionó, pese a que han sido implementadas con éxito como estrategia para la prevención, como en el caso de la Comunidad de Madrid.
Así, en la última actualización de la Evaluación rápida de riesgo sobre las variantes, elaborado por el equipo de Fernando Simón en el Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), se recoge que «en ocasiones, se puede valorar la utilización de pruebas de autodiagnóstico antes de reuniones familiares o sociales que pueden ayudar a detectar algunos casos positivos y reducir riesgos».
La realización de estos test es una de las piedras angulares de la estrategia de Isabel Díaz Ayuso para frenar la propagación de Ómicron, especialmente ante los eventos navideños. Así, la Comunidad de Madrid ha lanzado una campaña de distribución gratuita de test de antígenos a través de las oficinas de farmacia, en la que ya se ha dispensado a la población más de un millón de pruebas.
Precisamente, esta estrategia fue cuestionada desde el Ministerio de Sanidad. El propio Simón admitió que no le hacía «mucha gracia» que los ciudadanos se hiciesen estas pruebas en casa. «Porque en caso de dar positivo el paciente se tiene que gestionar correctamente y porque en caso de negativo pueden ser que no sean negativos reales y pueden seguir teniendo capacidad de infección», alegó el epidemiólogo.
Las pasadas Navidades, Díaz Ayuso batalló para que las farmacias pudiesen realizar los test para facilitar la detección rápida del mayor número de casos, especialmente de cara a las reuniones familiares. La propuesta, en cambio, no gustó al Gobierno, que durante semanas evitó incluso responder a las peticiones de la Comunidad de Madrid. Finalmente, el 31 de diciembre, Sanidad acabó contestando al Ejecutivo regional admitiendo que es una competencia de las comunidades autónomas y que se podrían considerar en determinadas situaciones.
«El Ministerio sólo autoriza a realizar test en zonas con alta transmisión donde se hagan cribados y además tarda dos meses en decirnos que esto lo regulen las comunidades autónomas. El ministro sigue desorientado y sin entender como funciona este virus. Hay que facilitar a toda la población que se puedan hacer test y ampliar la capacidad diagnóstica», se trasladó entonces desde la Consejería de Sanidad madrileña. La medida contaba incluso con el aval de la Comisión Europea, que instó a los países a promocionar el uso de test rápidos de antígenos y entrenar a personal no sanitario para realizar estas pruebas.
El refuerzo en la realización de pruebas, como defiende Ayuso, es una de las exigencias de la Unión Europea ante la escalada de casos por la variante Ómicron. Así, de hecho, lo recomendó el pasado 26 de noviembre, cuando avisó del riesgo muy alto de propagación de la nueva cepa. Las medidas, en cambio, fueron ignoradas por Sánchez.
Mientras la estrategia de la Comunidad de Madrid se basa en más test y reforzar la vacunación, la principal medida del presidente del Gobierno ha sido la imposición de la mascarilla en exteriores. Una medida que no cuenta ni con el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Limitar los asistentes a las cenas
En el documento de Sanidad se incluyen otras recomendaciones, como reforzar la secuenciación, que ha sido una de las asignaturas pendientes de la pandemia.
Así, se insta a «continuar detectando de forma precoz la circulación de las variantes de mayor impacto» y «evaluar de forma continua el impacto de las variantes sobre la transmisibilidad, gravedad, escape a la inmunidad y otros factores que puedan implicar cambios en el control de la pandemia».
«Debido al contexto epidemiológico actual y a la expansión de la variante Ómicron, se recomienda intensificar la estrategia de vacunación con la administración de dosis de refuerzo en poblaciones diana, así como mantener y enfatizar el cumplimiento de las medidas de prevención y control no farmacológicas: el uso adecuado de mascarilla, la distancia interpersonal, la ventilación adecuada en los espacios cerrados y la higiene de manos», se añade.
Además, se indica que «en el escenario actual es fundamental poner en marcha actuaciones para reducir de forma significativa el número y la duración de los contactos sociales y por ello se recomienda establecer límites en el número de participantes en eventos públicos y sociales».
Así, «durante las celebraciones de las fiestas navideñas se recomienda limitar las reuniones sociales con familiares y amigos, las comidas y fiestas de empresa y los actos públicos en los que se puedan producir aglomeraciones, así como la protección especial de las personas vulnerables».