Ribó se queda aislado con la tasa turística: Castellón se opone al impuesto con la abstención del PSOE

Castellón es el primer gran municipio de la Comunidad Valenciana gobernado por los socialistas que no implantará la tasa turística. La abstención del PSOE, encabezado por Amparo Marco, la alcaldesa, ha permitido que prosperara una moción del PP que en síntesis solicitaba que la citada tasa no se implantara en la capital de La Plana. El PP, que lidera en el Consistorio Begoña Carrasco, obtuvo además el apoyo de los 3 concejales de Ciudadanos y del edil de Vox, lo que dejó en minoría a Compromís, con 3 ediles, y Podemos, con 2. Tras esta votación, el Ayuntamiento de Valencia, cuyo alcalde es Joan Ribó (Compromís), se queda aislado: será el único de las 3 capitales de provincia de la Comunidad Valenciana que aplicará la tasa. Alicante, cuyo alcalde es el popular Luis Barcala, ya anunció hace meses que tampoco la implantará.

La tasa turística es el impuesto a las pernoctaciones en establecimientos reglados que tramita el Gobierno valenciano, compuesto por socialistas, Compromís y Podemos, para su implantación en este territorio. El impuesto ya está en vigor en Cataluña y en las Islas Baleares, los otros 2 territorios que junto al valenciano conforman esa entelequia a la que los nacionalistas denominan países catalanes.

Lejos de ser un elemento cohesionador, la tasa turística está destrozando el denominado ‘Pacto del Botánico’, que conforman PSOE, Compromís y Podemos. El Ayuntamiento de Castellón acaba de rechazar con la abstención socialista y los votos de PP, Ciudadanos y Vox, implantar esa tasa cuando sea aprobada por las Cortes Valencianas. Su decisión va en la misma línea que la adoptada por la Diputación de esa provincia, donde también fue tumbada la tasa con el apoyo de los socialistas, formación a la que pertenece el presidente de la institución.

Castellón se suma así a Alicante, Benidorm y Torrevieja, otras 3 grandes ciudades de la Comunidad Valenciana cuyos alcaldes, todos del PP, ya han avanzado que no apoyarán la tasa ni la implantarán en sus municipios siempre que, como ha avanzado el Gobierno valenciano, esa tasa sea de carácter municipal y voluntario, circunstancia que no se da según la principal asociación hotelera valenciana, Hosbec, que la considera un impuestos finalista con el 100% de recargo municipal.

La moción que el PP llevó al Pleno es la misma que presentará en los más de 500 ayuntamientos de la Comunidad Valenciana. El documento insta al órgano municipal competente de cada consistorio a no aplicar la tasa turística por sus efectos desfavorables para el Turismo y por la férrea oposición del sector turístico a la misma. Además, solicita que se dé traslado del acuerdo adoptado -en este caso el rechazo a la tasa- al Gobierno valenciano, a los grupos parlamentarios con representación en las Cortes de la Autonomía, a la Cámara de Comercio y a las asociaciones y empresas del sector turístico activas o con intereses, en este caso, la ciudad de Castellón.

La postura de los socialistas de Castellón en el Pleno fue defendida por la concejala de Turismo Pilar Escuder, quien dijo que compartían, en este punto, en esencia, la propuesta del PP. Escuder justificó la abstención socialista porque en una ciudad en crecimiento como Castellón la implantación de la tasa turística podía causar un efecto-barrera con el Turismo.