Los hoteleros demoledores en su manifiesto con Ribó: «El apoyo del Ayuntamiento ha sido ninguno»

Los hoteleros de Hosbec, la principal asociación del sector turístico en la Comunidad Valenciana, se han mostrado demoledores con el alcalde de Valencia Joan Ribó (Compromís) y con la tasa turística,  el impuesto sobre los alojamientos reglados en territorio valenciano que los socialistas, Compromis y Unidas Podemos quieren imponer contra el criterio del sector y de los partidos de la oposición. En  en el manifiesto de Hosbec para el Pleno municipal de Valencia, cuya lectura les ha sido vetada, la asociación destaca que el apoyo del consistorio que gobiernan Ribó y los socialistas durante la pandemia «ha sido ninguno» y mencionan ‘ninguno’ con mayúsculas.

El veto a la intervención en el Pleno municipal de Valencia ha impedido a Hosbec leer de viva voz en sede municipal el demoledor documento preparado por la asociación contra la tasa turística. OK DIARIO ha tenido acceso a ese texto, que por su trascedencia ha comenzado a ser conocido como el ‘Manifiesto de Valencia’, cuyo texto la citada asociación ha titulado ‘No a la tasa turística’. En ese documento, de un modo claro y directo, exponen la situación actual y el horizonte de un futuro en que se aprobara este impuesto.

De este modo, arrancan afirmando que «el turismo es la actividad que más ha sufrido durante la pandemia. Todavía está muy lejos de recuperar los niveles de empleo y facturación de antes de la crisis del Covid19» y auguran que «la convalecencia turística va a durar 3 ó 4 años en el mejor de los casos».  Sostienen, además, que este escenario «se ha complicado mucho» por dos cuestiones: el estallido de la guerra de Ucrania y «la inflación galopante que nos acecha y nos empobrece día a día».

Ponen además en valor que los hoteleros valencianos han superado 2 años de «prácticamente inactividad y facturación cero sin malvender nuestros activos a ningún fondo buitre y conservarlos en manos de empresarios valencianos». Y destacan que «el apoyo de este Ayuntamiento -el de Valencia que gobiernan Compromís y PSOE- ha sido ninguno» y resaltan con mayúsculas la palabra ninguno.

Exponen que la prioridad para todos «empresarios, trabajadores, gobernantes y políticos» tiene que ser «consolidar la recuperación del turismo en la Comunidad Valenciana», ya que entienden que «no se puede frivolizar con la principal actividad económica de la región: el 15% del PIB -Producto Interior Bruto- está en juego».

Además, a continuación, afirman sin matices que «la Comunidad Valenciana tiene la mayor presión fiscal en España, que se vería incrementada todavía más con este nuevo impuesto (la tasa turística)» y siguen con otra afirmación no menos demoledora: «A pesar de que los impulsores de la Proposición de ey presentada en las Cortes Valencianas han dedicado muchos esfuerzos a engañar a la opinión pública afirmando que se trata de un impuesto municipal y voluntario, la realidad es que se trata de un impuesto autonómico no finalista con un recargo municipal del 100% que es una bomba de relojería para el sector turístico valenciano».

Para Hosbec «la ciudad de Valencia es la gran perjudicada de todo este despropósito». Afirman también que Valencia «es una ciudad en la que la oferta de economía sumergida en el alojamiento supera a la oferta hotelera y reglada». «Una ciudad -sostienen- que se bate día a día en los mercados con otras que no tienen este impuesto y que serán más competitivas que nosotros como Málaga, Sevilla, Bilbao, Madrid, Zaragoza, La Coruña. Todas ellas ciudades con grandes inversiones y atractivos nuevos y buenos medios de transportes, que estarán encantadas de quedarse con nuestro turismo».

Desmonta también los objetivos que dicen perseguir los firmantes de la tasa, cuando dice que los «loables objetivos» de esos impulsores de la tasa, como la sostenibilidad, calidad, innovación y transformación, «tienen una financiación garantizada en el marco de 3 años con los fondos europeos Next Generation». Y añade que «no es necesaria una tributación específica para conseguir fondos para esos fines». De hecho, agrega, «muchos ayuntamientos tendrán serias dificultades para poder gastar todos los fondos disponibles, por lo que no existe una necesidad financiera que justifique este impuesto».

Desvela, también, que la media de España en rentabilidad hotelera con muchas comunidades autónomas sin impuestos turísticos «es un 10% superior a la valenciana» y advierte de que la demanda es muy sensible al precio y con «un 60% de turismo nacional muy tocado por la pandemia, por la inflación y por la crisis sería contraproducente limitar más su capacidad de gasto turístico» y añade que teniendo «ademas un efecto perverso de potenciación de la economía sumergida en el turismo, con alojamientos no controlados ni regulados, que escapan a cualquier impuesto y normativa». La tasa turística, dicen, «agravaría todavía más la presión fiscal de los propios valencianos» y arroja otro dato demoledor: «no podemos olvidar que el 30% del turismo lo consumen residentes de la propia Comunidad Valenciana».

Advierte, además, sobre los efectos de la tasa turística que no se limitaran sólo al alojamiento: «Todo lo que se recaude se dejará de gastar en consumos de comercio, hostelería y servicios de destino», para a continuación y casi por último hacer una alusión indirecta a una tesis defendida por la vicepresidenta valenciana Mónica Oltra, que ha reiterado que nadie deja de ir a un destino por la tasa: «Lo más repetido es que en Roma se paga y en París también. Como si fueran destinos comparables con los nuestros».

Por todos estos motivos: «porque esta en juego la recuperación del sector, porque muchos empleados y trabajadores dependen de nuestro turismo, porque nos jugamos mucho y porque ahora no es el momento», concluían en el manifiesto, «pedimos a este ayuntamiento que se pronuncie en contra de la tasa turística».