POLÍTICA IMPOSITIVA

El PP obliga al PSOE a posicionarse en cada ayuntamiento sobre la tasa turística de Puig y Oltra

Carlos Mazón
Carlos Mazón, presidente del PP Comunidad Valenciana.
Ignacio Martínez

El Partido Popular valenciano de Carlos Mazón se ha hartado de la ambigua posición del presidente de la Generalitat Valenciana el socialista Ximo Puig sobre la tasa turística y ha decidido presentar mociones en todos y cada uno de los ayuntamientos de este territorio para obligar a los socialistas a posicionarse de un modo claro. Quiere, además, que se visualice su apoyo al sector turístico y su oposición frontal a cualquier impuesto que repercuta en el Turismo, generador de más del 13% del Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad Valenciana y del 14% del empleo en este territorio.

La tasa turística es el impuesto que pagarán los turistas por pernoctar en hoteles y apartamentos turísticos de la Comunidad Valenciana. Inicialmente, será de carácter municipal y a petición de los consistorios y está pendiente de su tramitación en las Cortes Valencianas. El sector turístico y empresarial ya se ha posicionado respecto a este impuesto: está abiertamente en contra. En la actualidad, la citada tasa está vigente en Cataluña y en Baleares, las 2 comunidades que junto a la Valenciana conforman esa entelequia denominada por los nacionalistas países catalanes.

El Partido Popular está abiertamente en contra de la tasa, porque en coincidencia con el sector entiende que se trata de un impuesto que puede reducir la afluencia turística ya que el producto que ofrece la Comunidad Valenciana ‘sol y playa’ tiene muy serios competidores en todo el arco mediterráneo. Y entiende, además, que esos competidores pueden verse beneficiados por cualquier mínima alteración de los precios al alza en territorio valenciano.

Una situación no comparable con otros destinos como París o Roma, que ofrecen otro tipo de productos. Por ejemplo, si lo que se quiere es ver la Torre Eiffel hay que viajar a París. Y si lo que se desea es ver el Coliseo, hay que desplazarse a Roma. Ningún otro destino puede ofrecer ese producto. El sol y playa, sí. De ahí, que los precios deban ser extremadamente ajustados de cara a los touroperadores, porque la más mínima diferencia decanta la balanza hacia un destino u otro.

Ahora, el PP quiere que dar una clara visibilidad a su política de oposición a la tasa turística. Comenzó a hacerlo con una serie de imágenes, en la que cada responsable popular aparecía con una señal de ‘Stop a la tasa turística’. Ahora, esa oposición se plasma en mociones presentadas ante todos los ayuntamientos valencianos. Los argumentos que maneja el PP son esencialmente 2: la tasa ataca a la competitividad del sector y disminuye el poder adquisitivo de los turistas: cuanto más paguen por alojarse, menos gastarán en el destino. Así, lo ha defendido hoy su vicesecretario general Juan Francisco Pérez Llorca, que, además, es alcalde de un pequeño municipio alicantino situado junto a Benidorm, la ciudad-turismo por excelencia: Finestrat.

Según Pérez Llorca, los impulsores de la tasa turística (PSOE, Compromís Podemos, los 3 firmantes del acuerdo para desarrollar la tasa) «no han tenido valor para llamarla por su nombre», de ahí, que la hayan denominado Proposición de Ley Valenciana de Medidas Fiscales para impulsar el Turismo Sostenible «intentando camuflar la única verdad: crear un impuesto para penalizar a todo aquel que haga turismo en la Comunidad Valenciana».

La tasa turística de la izquierda valenciana llega, además, en el peor momento para el sector, que intenta recuperarse de los devastadores efectos de la pandemia. Los hoteles perdieron nada menos que el 48% de su producción el pasado ejercicio 2021 en comparación con el último año pre pandemia (2019). En relación con el mercado internacional, las pérdidas fueron del 70%. En ese escenario, llega la tasa turística según ha explicado Pérez Llorca.

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