Trucos para hacer las mejores croquetas caseras
Conocemos algunos trucos para poder hacer las mejores croquetas caseras de la historia de la cocina española.
Las croquetas caseras son uno de los platos más demandados y queridos por todos y es que, ¿a quién no le gusta un buen plato de croquetas caseras? A una buena croqueta casera con el interior cremoso y crujiente por fuera no se la rechaza, ¿no es cierto? Pero, ¿cuál es el truco para realizar las mejores croquetas caseras? ¿Cómo conseguir ese punto perfecto en las croquetas de cocido, de jamón e incluso en las croquetas de espinacas?
A continuación te contamos algunos secretos de cocina para que puedas hacer las croquetas perfectas más tradicionales.
Trucos para hacer croquetas caseras perfectas
Las croquetas son una comida popular muy típica en España. Es por eso por lo que hacerlas perfectas es todo un reto.
La bechamel, el punto clave de la cremosidad de la croqueta
La bechamel es, sin duda, el punto clave de la preparación de esta receta. El truco para tener una bechamel cremosa es el añadir la harina a la mantequilla cuando esté fundida. Nada de hacerlo cuando aún está dura. También es importante cocinar la harina ligeramente para que no esté cruda del todo. No dejes de remover la bechamel en ningún momento ya que, de esta forma, conseguirás que no te queden grumos.
El relleno de las croquetas
Encontrar el equilibrio en el relleno de las croquetas caseras es fundamental. Hay que saber equilibrar la cremosidad con la dureza del ingrediente que le vayamos a añadir.
Las croquetas, a pesar de que cuanto más cremosas, más ricas, tienen que tener consistencia, por lo que no te preocupes por echar la cantidad necesaria de pollo o jamón en la masa.
Siempre que lo necesites podrás añadirle cremosidad a la masa con un poco de leche.
El reposo de las croquetas caseras
A pesar de que cuando hacemos la masa de las croquetas nos morimos por probarla, lo ideal es dejar que repose durante, al menos, 30 minutos. Esto le permitirá obtener una buena consistencia para poder hacer un buen rebozado. Además, así el pan rallado se secará más y quedarán más crujientes.
El rebozado y el aceite
Tenemos la costumbre de rebozar las croquetas con varias capas de pan rallado cuando, en realidad, solo se necesita una capa. Lo realmente importante es que el aceite esté muy caliente a la hora de freír las croquetas y que las croquetas, claro está, no estén muy frías.
Si las croquetas se rajan es porque habremos hecho mal uno de los pasos, probablemente el de no dejar que el aceite se caliente lo suficiente.