EEUU protege los cables submarinos frente a Huawei en plena polémica por los contratos de Sánchez
Esto equivale a prohibir en la práctica el uso de equipos y servicios de empresas chinas


La Comisión Federal de Comunicaciones de EEUU (FCC) protegerá los
cables submarinos con normas de seguridad más estrictas, lo que equivale a prohibir en la práctica el uso de equipos y servicios de empresas chinas, como Huawei, ZTE, China Telecom y China Mobile, en todos los proyectos futuros. Esta decisión marca un hito para las telecomunicaciones a nivel mundial, con repercusiones para los proveedores, operadores, hiperescaladores y Gobiernos de todo el mundo. Mientras, el Ejecutivo de Pedro Sánchez está en la picota por sus contratos con Huawei.
Las normas aprobadas este jueves por esta agencia gubernamental independiente que regula las comunicaciones por radio, televisión, teléfono, satélite y cable agilizan el proceso de licencias para cables submarinos, brindan seguridad a los inversores y aceleran los plazos de construcción. Ante «la realidad de que adversarios extranjeros como China» representan «mayores amenazas que nunca» para la infraestructura de cables submarinos, hacen hincapié en «la protección» de la infraestructura.
Aplican una presunción de denegación para ciertos solicitantes de licencias controlados por adversarios extranjeros, limitan los contratos de arrendamiento de capacidad a dichas entidades, prohíben el uso de equipos de cobertura, establecen requisitos de ciberseguridad y seguridad física, a la vez que agilizan los procedimientos de revisión de licencias de la Comisión.
La medida sigue las directrices del Memorando de Política de Inversión América First del presidente Donald Trump, que «agiliza la inversión en Estados Unidos, junto con restricciones a adversarios extranjeros que buscan explotar las vulnerabilidades de EEUU y amenazar la seguridad nacional estadounidense».
A partir de ahora, se establecerán estrictos requisitos de ciberseguridad y seguridad física para las operaciones de cable y acelerarán la transición a una «tecnología confiable», incluyendo la promoción del uso de buques estadounidenses para su reparación y mantenimiento.
«Hemos visto la infraestructura de cables submarinos amenazada en los últimos años por adversarios extranjeros, como China. Por lo tanto, estamos tomando medidas para proteger nuestros cables submarinos de la propiedad y el acceso de adversarios extranjeros, así como de las amenazas cibernéticas y físicas», ha declarado recientemente el presidente de la FCC, Brendan Carr.
También ha indicado que los cables submarinos son «los héroes anónimos» de las comunicaciones globales y que a medida que EE. UU. construye los centros de datos y la infraestructura necesaria para «liderar el mundo en IA y tecnologías de última generación», estos cables cobran mayor importancia que nunca.
La prohibición estadounidense marca un giro decisivo hacia ecosistemas de «proveedores de confianza», como reclama la Administración Trump, y se espera que los gobiernos aliados sigan el ejemplo. El mayor escrutinio regulatorio y los nuevos informes de incidentes, como daños deliberados a cables en regiones clave, están impulsando una mayor inversión en diversidad de rutas, redundancia y ciberdefensa.
Las nuevas normas aprobadas este jueves «agilizan el proceso de licencias para cables submarinos, brindan seguridad a los inversores y aceleran los plazos de construcción», según explica la FCC.
La medida sigue las directrices del Memorando de Política de Inversión «América Primero» del presidente Trump, que «agiliza la inversión en Estados Unidos, junto con restricciones a adversarios extranjeros que buscan explotar las vulnerabilidades de Estados Unidos y amenazar la seguridad nacional estadounidense».
Existen 90 sistemas de cable con licencia de la FCC y, a diciembre de 2022, los titulares de licencias de aterrizaje de cables informaron de más de 5,3 millones de Gbps de capacidad disponible y 6,8 millones de Gbps de capacidad planificada para 2024.
«Ante la creciente competencia global por los cables submarinos, las conexiones con EEUU deberían seguir siendo líderes en el mercado de cables submarinos», remarca la Comisión.
Una amenaza, según los expertos
«Huawei, ZTE, China Mobile, Hikvision, China Telecom, China Unicom representan una seria amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, pero también para los países, como España, que ponen su confianza en la tecnología china», declara a OKDIARIO James Nava, asesor del presidente de EEUU, Donald Trump, en estrategia, Inteligencia, Defensa y seguridad.
Destaca que esto no es algo que se invente Trump, sino que «también se pronuncian en este sentido el Congreso, la propia Administración -tanto la de Biden como la de Trump-, la comunidad de inteligencia estadounidense y de los aliados, e incluso de grandes proveedores de servicios de comunicaciones».
«La abrumadora cantidad de evidencias respaldó la designación de Huawei y ZTE como riesgos para la seguridad nacional de las redes de EEUU por parte de la Comisión Federal de Comunicaciones hace ya cinco años», apunta.
Tanto Huawei como ZTE, y presuntamente también otras empresas chinas, tienen vínculos o se ven forzadas a colaborar con el Partido Comunista Chino y el aparato militar de China. Esas compañías están sujetas a la ley china, que las obliga a cooperar con los servicios de inteligencia del país.
Por ello, EEUU tiene en el foco a España por sus contratos con Huawei para la gestión y almacenamiento digital de las escuchas telefónicas ordenadas por jueces y fiscales, que ascienden a 12,3 millones de euros.
Como recientemente ha revelado James Nava a OKDIARIO, «todas las agencias de inteligencia de EEUU, incluida la Agencia Central de Inteligencia (CIA), apuestan por tratar a España como país de riesgo por los contratos de Sánchez con Huawei».
«Confiar en los sistemas OceanStor y SITEL que permiten acceder a metadatos y contenido, es una temeridad y un riesgo innecesario», subraya Nava. Por ello, tanto EEUU como Alemania, Reino Unido, Australia, Portugal y Canadá han vetado a los proveedores chinos.
Este experto en Seguridad señala que el problema no es sólo de EEUU, sino que «España está incluso más afectada porque ha puesto todo bajo el control de la tecnología de Huawei». «Los lobbies pro chinos que actúan en España, incluido el papel principal que ejerce el ex presidente Zapatero a través de Gate Center, un think tank enfocado precisamente a las relaciones con China, han facilitado el control chino de la infraestructura crítica de comunicaciones y vigilancia española», critica Nava.
A su juicio, «ninguna empresa china, norcoreana o rusa debería tener acceso a ese tipo de infraestructura crítica». «No se puede confiar en ninguna de ellas, los datos a los que tienen acceso terminan en Pekín o Moscú», sostiene.
Según explica, la estrategia de la Administración Trump en este importante tema respecto a España «no es sólo de restricciones y advertencias, sino que prioriza un enfoque de coalición aliada para la ciberdefensa, facilitando soluciones colaborativas a los desafíos de seguridad compartidos».
De esta forma, la capacidad de innovación de las empresas tecnológicas estadounidenses, guiadas por los requisitos estratégicos en seguridad del gobierno Trump, buscan competir con los precios bajos de Huawei y otras empresas chinas.
Por otra parte, indica que la decisión del Gobierno de Sánchez de descartar la compra de 32 cazas estadounidenses F-35A para la Fuerza Aérea y el F-35B o C para la Armada, que son «los más avanzados, sigilosos y conectados del mercado», y elegir entre el inferior Eurofighter o el FCAS, «que aún está en fase de diseño y sin ninguna prueba de combate, tampoco ayuda mucho a una cooperación fluida con la Administración Trump». «Esta pésima decisión impacta en el despliegue aéreo naval de la Armada española y sus capacidades de defensa, que se queda sin cazas furtivos, y a buen seguro será el siguiente escándalo del gobierno español», concluye.
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