Discurso de Navidad

Felipe VI pidió «cortar la corrupción de raíz y sin contemplaciones» con el PP en el Gobierno

El Rey exigió en 2014 una "profunda regeneración", pero once años después elude los escándalos del PSOE

Juan Carlos I sí habló de corrupción y recordó en pleno 'caso Urdangarin' que "la justicia es igual para todos"

Felipe VI pidió «cortar la corrupción de raíz y sin contemplaciones» con el PP en el Gobierno
Luis Balcarce

El Rey Felipe VI evitó este miércoles hacer cualquier referencia a los casos de corrupción que rodean al Gobierno de Pedro Sánchez en su mensaje de Navidad, un silencio que contrasta radicalmente con su primer discurso navideño en 2014, cuando con el PP en el Gobierno reclamó «cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción».  En su mensaje de Nochebuena, Felipe VI se limitó este año a pedir «especial ejemplaridad en el desempeño del conjunto de los poderes públicos», una frase genérica que contrasta con la contundencia que mostró cuando el PP gobernaba España.

En aquella ocasión, Felipe VI defendió la necesidad de abrir una «profunda regeneración» de la vida colectiva y fue contundente: «Necesitamos una profunda regeneración de nuestra vida colectiva. Y en esa tarea, la lucha contra la corrupción es un objetivo irrenunciable», sostuvo el monarca, quien llamó a «cortar la corrupción de raíz y sin contemplaciones».

El Rey destacó entonces que los responsables de «conductas irregulares» estaban «respondiendo de ellas», lo que, a su juicio, era una prueba del funcionamiento del Estado de Derecho. «Preservar nuestra unidad desde la pluralidad», «regenerar nuestra vida política» y «recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones» fueron los objetivos que identificó como grandes retos.

En febrero de 2014, el entonces presidente Mariano Rajoy pidió disculpas en el Senado en nombre de su partido por los casos de corrupción que le afectaban. «En nombre del PP quiero pedir disculpas a todos los españoles por haber situado en puestos de los que no eran dignos a quienes en apariencia han abusado de ellos», aseguró el jefe del Ejecutivo en la Cámara Alta. Era la segunda vez que Rajoy se veía obligado a pedir excusas públicamente, después de hacerlo en agosto de 2013 por el caso Bárcenas.

Once años de silencio

Once años después y con el PSOE en el Gobierno, Felipe VI no ha pronunciado ni una sola palabra sobre la corrupción que afecta al Ejecutivo de Sánchez. En pleno escándalo del caso PSOE, con investigaciones que salpican a ex ministros socialistas como José Luis Ábalos y a hombres del círculo más íntimo de Sánchez como Santos Cerdán — ex secretario de Organización del PSOE—, por no mencionar a su mujer, la pentaimputada Begoña Gómez, y a su hermano David Sánchez, investigado por presunto tráfico de influencias y malversación en la Diputación de Badajoz, el Rey ha optado por eludir cualquier mención a la regeneración democrática o la lucha contra la corrupción. Y lo ha hecho justo el año en el que el Tribunal Supremo condenó por primera vez en la historia de la democracia a un fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por revelación de secretos para proteger al Gobierno de Pedro Sánchez.

Juan Carlos I fue más explícito

El contraste es aún mayor si se compara con los mensajes navideños de su padre, el Rey emérito Juan Carlos I, quien en varias ocasiones habló directamente de corrupción y justicia, incluso cuando miembros de la Familia Real como Iñaki Urdangarin y su propia hija Cristina estaban implicado en el caso Noos.

En 2011, cuando España estaba indignada con las informaciones exclusivas de Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta sobre su yerno, Iñaki Urdangarin, Juan Carlos I mostró su preocupación por el comportamiento de las personas con responsabilidades públicas a las que exigió ejemplaridad. El Rey emérito aseguró entonces que no se podían aceptar las conductas irregulares y que era normal que la sociedad reaccionara contra ellas.

Ese mismo año, Juan Carlos I fue tajante: «La justicia es igual para todos». Y no era un mensaje nuevo. Ya lo había dicho en plena ola de corrupción felipista en 1994, cuando recordó a los españoles que «la ley era igual para todos, hombres y mujeres, tanto si ejercían actividades privadas como públicas». Un año después, con la sociedad española escandalizada por el caso Roldán el emérito fue incluso más allá y anunció que «la corrupción no iba a prevalecer en la democracia española».

Lo último en España

Últimas noticias