Recetas con hojas de remolacha: cocina sin desperdicio


Recetas con hojas de remolacha: no las tires, úsalas en salteados, sopas o como acompañamiento lleno de nutrientes.
Gazpacho de remolacha y pepino
Ensalada de mijo y remolacha
Paté de remolacha
Si eres de los que tira las hojas de remolacha al llegar a casa, no te preocupes: no estás solo. Es algo bastante común. Pero la verdad es que esas hojas verdes, que muchas veces acaban en el cubo de la basura o del compost, son una auténtica joya en la cocina. Y no solo porque estén llenas de nutrientes, sino porque también son versátiles, sabrosas y dan muchísimo juego en un montón de platos.
En tiempos donde cada vez se habla más de sostenibilidad, economía doméstica y cocina de aprovechamiento, usar las hojas de remolacha es un gesto pequeño pero poderoso. En lugar de desperdiciar una parte comestible del vegetal, la convertimos en la protagonista de recetas deliciosas, fáciles y, por qué no, originales.
Por qué usar hojas de remolacha en la cocina
Las hojas de remolacha tienen un sabor que recuerda un poco a las espinacas, pero con un punto más terroso. Son ricas en vitaminas A, C, K, hierro y fibra. Y lo mejor de todo: probablemente ya las tienes en casa si compras remolachas frescas.
Además, son muy agradecidas en la cocina. Se pueden saltear, hervir, triturar, meter en tortillas o incluso usar crudas si son tiernas. A nivel culinario, son tan versátiles como cualquier otra hoja verde. Así que la próxima vez que compres remolacha, mírala con otros ojos: no es solo un bulbo rojo, es una planta entera lista para cocinarse de pies a cabeza.
Las 5 mejores recetas con hojas de remolacha
Salteado de hojas de remolacha con ajo y limón
Esta receta es tan sencilla como efectiva. Solo necesitas aceite de oliva, un par de dientes de ajo laminados, las hojas lavadas y picadas, y un poco de zumo de limón al final. En menos de diez minutos tienes un acompañamiento lleno de sabor que va genial con arroz, legumbres o incluso sobre una tostada con hummus.
Tortilla de hojas de remolacha y cebolla caramelizada
Una cena de las de toda la vida, pero con un giro. Las hojas salteadas se mezclan con cebolla caramelizada, esa que se hace a fuego lento, sin prisas, y se incorporan a unos huevos batidos. Sale una tortilla jugosa, con ese contraste entre el dulzor de la cebolla y el sabor más intenso de las hojas. Ideal para una cena ligera o para llevar al trabajo al día siguiente.
Crema suave de patata y hojas de remolacha
Una sopa cremosa, reconfortante y con un color verde que te alegra el plato. Basta con cocer unas patatas con cebolla, añadir las hojas casi al final, y triturar todo junto con un poco de caldo o agua de cocción. Queda suave, ligera y perfecta para una comida o cena de invierno. Puedes coronarla con un chorrito de aceite crudo o unas semillas tostadas.
Pasta con hojas de remolacha, setas y parmesano
Para esta receta solo necesitas tu pasta favorita, unas setas (pueden ser champiñones, portobellos o lo que tengas a mano), y las hojas de remolacha troceadas. Todo va salteado con ajo y un toque de vino blanco. Al final, un buen puñado de parmesano rallado le da el toque final. Un plato sencillo pero con alma de restaurante.
Empanadillas al horno con hojas de remolacha y queso feta
Aquí el truco está en el contraste de sabores. El queso feta, con su punto salado y cremoso, combina de maravilla con las hojas ligeramente amargas. Se mezclan ambos con un poco de cebolla salteada, se rellenan las empanadillas, y al horno. Son geniales como picoteo, para una comida informal o incluso para llevar de picnic.
Consejos para cocinar hojas de remolacha
No tengas miedo a experimentar. Van bien con frutos secos, quesos curados, vinagretas ácidas, e incluso en masas como empanadas o quiches.