Pensiones

La jubilación flexible de Elma Saiz fracasa: el 75% de los pensionistas no quiere volver a trabajar

Cuando se preguntaba a trabajadores en activo, solamente el 38% estaba dispuesto a conciliar pensión y trabajo

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Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones

El 75% de los trabajadores jubilados no estaría a favor de compatibilizar la pensión y el trabajo. Así lo ha indicado el V Barómetro del Consumidor Sénior, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de la Fundación Mapfre. Igualmente, cuando se preguntaba a trabajadores todavía activos, por la posibilidad de conciliar trabajo y pensión, solamente el 38% estaba de acuerdo. De esta forma, parece que la modalidad de jubilación flexible impulsada por Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones no está teniendo la acogida esperada.

El estudio se ha realizado con una muestra de 2.259 personas mayores de 55 años y residentes en España. Algo menos de la mitad de los encuestados tienen entre 55 y 64 años, mientras que el resto tiene más de 65 años.

Recordemos que la jubilación flexible es una modalidad de jubilación, impulsada por la ministra de Seguridad Social, que permite a trabajadores retirados que ya están cobrando la pensión de jubilación, volver al mercado laboral a tiempo parcial (entre el 40 % y el 80 % de la jornada), recibiendo, simultáneamente, un salario y una pensión. Por ahora es una herramienta de voluntariedad total, es decir, en ningún caso es obligatorio el retorno al mercado de trabajo.

Respecto a la jornada laboral, un 31% de los encuestados se muestra «totalmente de acuerdo» o «de acuerdo» en trabajar menos horas o en un trabajo menos exigente incluso si eso conlleva cobrar menos. Un 47% opina estar «en desacuerdo» o «totalmente en desacuerdo», frente a un 22% de indecisos.

Cuando se pregunta a los encuestados por la edad de jubilación, a un 44% de los trabajadores en activo les gustaría jubilarse con menos de 65 años. Sin embargo, la media a la que estima el total de trabajadores que se jubilará es de unos 66,3 años.

Respecto a los entrevistados que ya estaban jubilados, a un 46% le hubiera gustado jubilarse con menos de 65 años, que se une a otro 39% que hubiera preferido dejar de trabajar justo con esa edad.

Por otra parte, el 32% de las personas entre 55 y 59 años afirman haberse sentido discriminados en algún momento por su edad al intentar acceder a un empleo, así como a servicios de atención sanitaria y a productos bancarios. Este porcentaje se reduce al 23% en la franja de 60 a 64 años.

La jubilación flexible de Saiz

La jubilación flexible permite a personas que ya están cobrando la pensión de jubilación volver a trabajar a tiempo parcial (entre el 40 % y el 80 % de jornada), compaginando así salario y pensión.

Según las condiciones establecidas desde el ministerio de de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, si el trabajo cubre entre el 60 % y el 80 % de jornada, el jubilado recibe un 20 % adicional en la parte proporcional de pensión. Si está entre el 40 % y el 60 % de jornada recibe un 10 % adicional. Además, es necesario que hayan pasado al menos seis meses desde la jubilación del individuo para disfrutar de los incentivos.

Es importante tener en cuenta que el tiempo trabajado una vez jubilado no sirve para cotizar más ni para incrementar una futura pensión por demora. Tampoco está permitido acceder a retribuciones por incapacidad temporal.

Saiz presenta esta modalidad de jubilación como una manera de reforzar la sostenibilidad de las pensiones, si bien el sistema no deja de dar señales de agotamiento, al mismo tiempo que «se aprovecha el talento sénior y se promueve la justicia intergeneracional».

En relación a la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones español, cabe destacar que, según los datos de FEDEA, el sistema tiene unas obligaciones de pago ya adquiridas que ascienden a unos 6,61 billones de euros (5,46 veces el PIB de 2021) y unas expectativas de ingresos de 4,14 billones de euros (3,42 veces el PIB de 2021). Con lo que, a largo plazo, el sistema tiene un déficit estructural de 2,47 billones de euros, que hacen de él un sistema de escasa expectativas de viabilidad.

Igualmente se está dialogando con sindicatos y patronales la nueva modalidad de pensiones, y se esperan iniciativas legislativas antes del verano de 2025 para implementar estas reformas. Elma Saiz ha presentado pensión flexible como un paso hacia la «flexiseguridad»: una salida del mercado laboral más progresiva, enriquecedora y socialmente «útil».

El objetivo del ministerio es, por un lado, poner en valor el conocimiento senior sin forzar jubilaciones anticipadas, y por otro, reforzar los ingresos del sistema de pensiones frente al envejecimiento poblacional, que ya lleva años haciendo tambalear los cimientos del sistema.

Pese a todo, el marco regulatorio aún está en fase de negociación, si bien es cierto que hay borradores avanzados presentados a sindicatos y empresas desde mediados de 2025. Así, se espera la evaluación de impacto tras un año de vigencia para posibles «ajustes normativos».

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