¿A que parece inofensivo? Pues este adorable pajarillo es de las peores especies invasoras que hay en España

En España hay alrededor de 200 especies invasoras que, en su momento, llegaron sin hacer ruido y acabaron transformando todo a su paso. Algunas pasaron desapercibidas, otras se dejaron notar desde el principio. Y luego están las que, a simple vista, parecen tan inofensivas que cuesta creer el daño que provocan.
Si bien hay unas que no son muy agraciadas, hay otras que destacan por ser preciosas, incluso adorables. Como este pájaro diminuto que sólo mide entre 10 y 12 centímetros y está lleno de color. Cuesta pensar que algo tan bonito sea capaz de alterar ecosistemas enteros y desplazar especies nativas… pero lo hace.
Esta es el pájaro invasor que vino del sur y se convirtió en un peligro silencioso
La especie invasora es el tejedor amarillo, Euplectes afer, una de las aves exóticas que más preocupa por su expansión silenciosa. Originario del África subsahariana, este paseriforme ha logrado establecer colonias reproductoras en varios puntos de España, especialmente en el sur, y amenaza con llegar a humedales y zonas agrícolas.
En época de cría, el macho luce un plumaje que mezcla amarillo intenso con negro profundo. Un contraste imposible de ignorar. Las hembras, más discretas, presentan tonos marrones y pardo claro, con una ceja clara que les da una expresión casi simpática. Por esta razón es que muchos lo ven como un ave decorativa y no como la plaga que puede llegar a ser.
El tejedor no sólo canta y vuela, sino que como su propio nombre lo dice, teje. Construye nidos colgantes con hojas trenzadas con precisión, formando esferas vegetales donde cría en colonias. Son sociales, ruidosos y se adaptan rápido a cualquier entorno con humedad, especialmente cultivos de regadío como los arrozales.
Dónde se encuentra esta especie invasora
Aunque su presencia en España no es nueva, ha ido ganando terreno. Hoy se tiene constancia de poblaciones reproductoras en la vega del Guadalquivir (Sevilla), el norte de Huelva, el estuario del Miño (Galicia) y también en islas como Mallorca y Gran Canaria. En Sevilla, por ejemplo, se han llegado a contar entre 100 y 200 parejas.
La especie se instala sobre todo en carrizales, arrozales y zonas húmedas de clima cálido. Lo preocupante es que no sólo se adapta al terreno, sino que altera el ecosistema.
Cómo es la amenaza de este animalito invasor y qué se hace para frenarla
La amenaza de este pájaro invasor es ambiental y agrícola. Ambiental, porque empuja fuera a las especies que comparten su hábitat. Agrícola, porque se alimenta de semillas y brotes tiernos, con especial predilección por los cultivos de arroz. Un bando de tejedores puede causar pérdidas significativas si se instala en una explotación.
De momento, el control se basa en la vigilancia activa de sus movimientos y en la evaluación de métodos que sean selectivos y eficaces. También se estudian opciones de control biológico, aunque nada fácil cuando hablamos de un ave que, además de ser resistente, se multiplica con rapidez.
El problema es claro, lo que falta es ver si llegamos a tiempo para evitar que este pequeño invasor de colores vivos acabe dejando su efecto en los paisajes españoles para siempre.
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