Ceuta admite que los 3.000 marroquíes que aún alberga le cuestan 3 millones de € al mes
El Gobierno de Ceuta ha cifrado este jueves en tres millones de euros al mes el gasto que supone el alojamiento y asistencia de los 3.000 marroquíes que todavía permanecen en la ciudad autónoma, de los cuales alrededor de un millar son menores extranjeros no acompañados (menas). Es decir, un coste de 1.000 euros mensuales por cada inmigrante.
El presidente del Ejecutivo de Ceuta, Juan Vivas (PP), ha exigido «soluciones inmediatas» al Gobierno de Sánchez: un mes después de la avalancha, en la que entraron más de 12.000 inmigrantes ilegales marroquíes en apenas 72 horas, la ciudad aún «no ha vuelto a la normalidad» tras el «desafío» del Reino alauita.
Asimismo, ha recalcado la labor fundamental del Ejército y de la Policía, que con su despliegue evitaron que Ceuta cayera en el «abismo». Pese a ello, la ciudad autónoma atraviesa una situación «insostenible» y exige una respuesta del Ejecutivo central que garantice la «tranquilidad» y la «seguridad» de los ceutíes.
3.000 marroquíes todavía en Ceuta
En su primera rueda de prensa tras los acontecimientos registrados del 17 al 19 de mayo, cuando Marruecos «usó a su población para desafiar a España y desestabilizar a Ceuta», el líder del Ejecutivo local se ha congratulado por el respaldo recibido del Estado y las instituciones europeas, pero ha advertido de que, «aunque gracias al despliegue policial, la movilización del Ejército y el trabajo diplomático se paró el golpe y no se cayó al abismo, la ciudad no ha vuelto a la normalidad».
«Se han quedado unas 3.000 personas entre adultos y menores y muchas están en una situación de absoluta precariedad que es insostenible para Ceuta y que se agrava, se perjudica y se hace más tensa y difícil cada día», ha alertado Vivas, que «desde la lealtad institucional», ha considerado «evidente» que «si analizamos la causa y la dimensión del problema y las competencias de cada administración, esto lo debe y sólo lo puede resolver el Estado cuanto antes para evitar que el daño sea irreparable».
Vivas ha cifrado en «unos tres millones de euros al mes» el gasto corriente que exige de la Ciudad Autónoma el alojamiento que presta a casi mil menas, así como el refuerzo de los servicios de limpieza y seguridad o el coste de manutención y asistencia sanitaria a los recién llegados, que en un número de aproximadamente 2.000 se han instalado en campamentos improvisados en la zona portuaria, zonas verdes y barriadas periféricas.
El Gobierno de Ceuta espera que el central logre activar cuanto antes «la expulsión de los adultos que entraron irregularmente y la reagrupación familiar de los menores mirando por su interés superior», pero si no es así reclamará un nuevo pacto de derivación de menas a otras autonomías, como el ya alcanzado para distribuir 200 que la Ciudad tutelaba con anterioridad a la crisis fronteriza.
‘Territorio Schengen’
Además, Vivas se ha mostrado partidario de «no desaprovechar» la oportunidad que ha ofrecido el Gobierno de Sánchez para que Ceuta entre en el ‘territorio Schengen’, con lo que todos los marroquíes necesitarían visado para entrar en la ciudad, de lo que hasta ahora estaban exentos los residentes en la Wilaya de Tetuán. «Me parece una decisión de calado histórico, trascendental y que estoy convencido que hay que adoptar», ha dicho el presidente, que cree que «lo ideal» sería no reabrir la frontera del Tarajal, cerrada desde la declaración de la pandemia, hasta que ese paso se haya consumado.
Después ha dicho que también sería «positivo» plantear la incorporación de Ceuta a la Unión Aduanera europea «manteniendo nuestro Régimen Económico y Fiscal especial»; el despliegue de Schengen o incluso eleva el rango institucional al de Comunidad Autónoma.
«Haremos lo que esté a nuestro alcance por un futuro más estable, sólido y seguro basado en más España y más Europa sin cerrar la puerta a un espacio de prosperidad compartida: estoy seguro», ha terminado, «de que cuanto más Europa y más España seamos, más posibilidades tendremos de llevarnos bien con el país vecino en los ámbitos económicos y comerciales con una aduana comercial, tránsito de turistas».