Santiago de Chile vive una nueva manifestación multitudinaria para protestar contra el Gobierno

Chile
Más de un millón de personas se han manifestado este viernes en Santiago de Chile. (Ep)

Decenas de miles de personas han vuelto a salir este miércoles a las calles de Santiago de Chile para pedir la renuncia del presidente, Sebastián Piñera, y en reclamo de un cambio de modelo económico en el país sudamericano.

Parte de los comercios de la ciudad han bajado también sus persianas, al enmarcarse la protesta en una jornada de huelga general, promovida por sindicatos y asociaciones civiles.

El paro no ha sido secundado de forma masiva, después de casi dos semanas de protestas, y muchos han decidido mantener sus negocios abiertos o asistir a sus lugares de trabajo.

«Piñera, escucha, donde está la lucha», han gritado quienes se han concentrado en la plaza Italia de la capital chilena, antes de marchar hacia el Palacio de La Moneda, sede de la Presidencia de la República. Muchos portaban banderas nacionales y pancartas para mostrar sus reivindicaciones.

«El presidente tiene que escuchar a la gente. Se ha burlado de nosotros. Yo nací en el 73. Viví mi infancia en dictadura. En Chile dijimos nunca más, pero volvemos a vivir lo mismo. Este movimiento no va a parar mientras que no haya cambios de fondo», ha señalado Jimena Retamal, profesora de preescolar, presente en la manifestación.

Reclama, como la mayoría de quienes protestan en las calles, la celebración de una asamblea constituyente, para la redacción de una nueva Carta Magna que sustituya a la actual, aprobada en 1980, durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

«Si bien el texto se reformó durante el Gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006), no nos permite hacer modificaciones concretas, o de base. Y, en este momento, está protegiendo a una sola parte del país. La clase media no nos estamos viendo favorecidos con ninguna de esas leyes. Se subsidia a los empresarios, y sólo se entregan bonos a los más vulnerables, pero la clase media no tiene beneficio alguno», ha comentado Retamal.

«Lo que necesitamos como ciudadanos tiene que salir de los movimientos y las organizaciones sociales. Y por eso se está llamando a asambleas, y a cabildos territoriales, barriales y comunales», ha manifestado Luci Chavarría, jubilada y activista de la asociación ‘No más AFP’, que protesta desde hace años por un cambio en el sistema de pensiones privadas del país.

«No creemos a nadie»

Dice que no cree que los actuales mandatarios de los partidos políticos vayan a poder generar el cambio que reclaman las calles. «Con los políticos no queremos nada. Absolutamente nada. No le creemos a nada ni a nadie», ha subrayado.

Con respecto a las pensiones, Chavarría las ha calificado «de hambre» y dice que son indignas. «Las AFP cogen todo lo que tú has juntado y te lo van dando, calculando que vas a vivir hasta los 110 años. Es terrible. Los pagos no dan para nada. Nuestros abuelos se están suicidando», ha agregado.

Quienes se manifiestan alertan de que también existen graves problemas en el sistema de salud, sobre todo en la atención primaria.

«Hay un monto, en efectivo, que se paga por paciente, y que no nos alcanza a cubrir el 60% de lo necesario mensualmente. En hospitales como La Posta Central hay falta de insumos, que son necesarios para operar, para hacer cirugía y salvar la vida de una persona», ha dicho el doctor Javier Banegas.

«Están los médicos operando a corazón abierto, con guantes que no son de su talla. Un milímetro puede suponer un riesgo vital. No tenemos además ni ascensores en los hospitales grandes», ha asegurado el doctor, mientras a su espalda una vendedora distribuía silbatos «para meter bulla».

El médico ha apuntado, además, haber sido testigo de la represión policial y militar. Las protestas han dejado al menos una veintena de muertos y más de 1.200 heridos, entre ellos al menos 34 por efecto de bala.

«En algunos centros hemos atendido víctimas de golpiza, balines en la cara, en los ojos, pérdida de globos oculares, violaciones, y vejaciones. Vamos a denunciar. Esto no es el 73. No tenemos miedo», ha desvelado.

Los carabineros informan, por su parte, de más de 870 heridos en sus filas, en unas protestas que se tornaron violentas la pasada semana. Decenas de estaciones de metro fueron quemadas, o parcialmente destruidas, y muchos comercios fueron saqueados.

Un país divido

«Yo estoy de acuerdo con las protestas, pero no con los desmanes», ha señalado Tatiana García, una mujer que ha paseado por la manifestación vendiendo botellas de agua. «Soy organizadora autónoma de eventos. Pero ahora no hay eventos. Llevo dos semanas sin trabajar por culpa de Piñera», ha lamentado.

«Las personas que salen a delinquir, a robar, y a saquear, lo hacen por un problema de educación, porque el Gobierno no se ha hecho cargo de educar a la gente», ha puntualizado Francisco García, profesor en una escuela primaria, y también en una universidad privada.

Asegura que la diferencia en la calidad de la enseñanza entre un barrio rico y uno pobre es abismal. «Está muy lejos. Pero después, el conocimiento se mide por una prueba de selectividad que es para todos igual», ha argumentado.

No sabe hasta cuándo continuarán las protestas. «El país sigue medio dividido. Hay algunos que lo único que quieren es bajar los brazos y volver a la normalidad y otros que queremos seguir en esto en busca de cambios de raíz», ha valorado.

Hoy se ha conocido, por otro lado, que Piñera ha decidido cancelar el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico, previsto para dentro de dos semanas, y que iba a congregar en Chile a algunos de los presidentes de los países más influyentes del mundo.

El mandatario ha llamado a los líderes de todos los partidos políticos a reunirse este jueves con él en las instalaciones del Palacio de La Moneda.

Lo último en Internacional

Últimas noticias