Sánchez suspira por un chuletón pero en su plan ‘España 2050’ obliga a comer menos carne
Pedro Sánchez ha querido zanjar este jueves la polémica sobre el consumo de carne desautorizando al ministro de Consumo, Alberto Garzón, pero, al mismo tiempo, entrando en contradicción con lo que él mismo propugnaba hace apenas mes y medio.
El plan ‘España 2050’, el documento con las líneas maestras de la política del socialista para las próximas décadas, aboga con claridad por reducir el consumo de carne, aludiendo a que la actual situación es insostenible para la conservación del planeta.
En el informe se critican con dureza las costumbres de la sociedad española, destacando que: «Numerosos estudios señalan que el consumo de carne de la población española es entre dos y cinco veces superior al recomendable».
A continuación, Sánchez critica «el abandono progresivo de la dieta mediterránea y el incremento del consumo de productos de origen animal, responsables del 80% de las emisiones asociadas a nuestra alimentación», señalando que «el consumo de alimentos es hoy la principal fuente de los impactos ambientales que generan los habitantes de la Unión Europea».
Tras la polémica generada por la postura de Garzón, con fuertes críticas por parte de la industria cárnica, Sánchez ha renunciado a la idea, y ha asegurado desde Lituania: «A mí donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible».
Una declaración que ha sorprendido por la espontaneidad aunque no por el evidente trasfondo. Las afirmaciones de Garzón han generado un profundo malestar en la industria y han sido censuradas por el ministro de Agricultura.
Garzón recomendó este miércoles a los españoles reducir el consumo de carne porque «perjudica a la salud y a nuestro planeta», poniendo como ejemplo que el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene de la ganadería, especialmente de las macrogranjas, y que para un kilo de carne de vaca se requieren 15.000 litros de agua.
Este jueves, se ha reiterado en su postura, afirmando: «Desde el Ministerio tenemos un objetivo: cambiar los hábitos hacia unos más saludables, ecológicos y, por tanto, más sostenibles».
El ministro ha señalado que ese «cambio de hábitos» implica «un cambio en la demanda, que afecta a determinadas grandes empresas, que tienen una legítima reacción, que en este caso es visceral». Garzón ha criticado que «son grandes empresas con mucho poder» y que «lo que les molesta es que venga un ministro del Gobierno de España y ponga los datos científicos sobre la mesa».
Tras ser desautorizado por Sánchez, el ministro de Consumo ha matizado, en una entrevista en La Sexta: «Yo creo que se ha entendido perfectamente lo que nosotros decimos, hay que volver a la dieta mediterránea, reducir el consumo de carne pero eso no significa no consumirla sino hacerlo según las indicaciones sanitarias”.
Críticas en el Gobierno
Lo cierto es que las palabras de Garzón, pese a que se basan en las tesis de Sánchez, han provocado malestar en el Ejecutivo la impopularidad de estas tesis entre la opinión pública.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha llegado a calificar las palabras de Garzón de «injustas» y ha señalado que «el sector ganadero se merece un respeto», añadiendo que «los políticos tenemos que ser responsables».
«No me gusta entrar en polémicas y menos contra un colega de Gobierno», ha asegurado Planas, en una entrevista en la Cadena SER. Sin embargo, no ha evitado las críticas, afirmando que «esta campaña es tan errónea como la de que el azúcar mata, no tiene mucho sentido». «Los ciudadanos son gente muy inteligente, y los políticos no tenemos que crear problemas», ha planteado. «Tenemos que dar tranquilidad, diciendo verdades en voz alta, sí, pero esto no significa crear polémicas», ha añadido.
Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, ha destacado que «en Madrid se dicen muchas ‘tontás’ por parte de la clase política, que no termina de enterarse de lo que pasa en este país».
«Quiero empresarios que quieran ganar dinero, porque ya tenemos un ministro que se está inventando su cargo todos los días y dice que no hay que comer carne, con lo que eso implica para miles de puestos de trabajo del sector cárnico en esta región», ha aseverado. «Y mañana irán con el vino, y pasado con el queso; no sé el futuro que tienen como dietistas, pero si no tienen nada que hacer, al menos que no se inventen la política para crear problemas a la gente», ha concluido.