Maduro quebró a Edmundo con un mensaje del Sebin a sus hijas: «Morirá en prisión»
La Embajada de Países Bajos intentó frenar su salida hacia la de España al conocer el chantaje de Maduro
El presidente electo de Venezuela, Edmundo González, abandonó el país en un Falcon español y con una carta bajo el brazo firmada bajo coacción y «amenazas», en la que se comprometía a separarse de la política y aceptar a Nicolás Maduro como presidente. De todo ello, fue testigo el embajador español en Caracas. Así lo ha asegurado el propio González, que no ha desvelado las amenazas personales que recibió su familia y en especial sus hijas. A ellas, el régimen de Maduro les hizo llegar mensajes de que su padre moriría «en prisión» si no aceptaba una salida.
Fuentes diplomáticas consultadas por OKDIARIO señalan que Edmundo González ha confesado a su entorno más próximo algunos de los detalles que le llevaron a tomar la decisión de abandonar precipitadamente Venezuela y aceptar «la oferta» de asilo del Gobierno de Pedro Sánchez. En esa decisión fue fundamental la presión que el régimen chavista ejerció sobre las hijas del presidente electo, Mariana Del Carmen y Carolina. La primera, sigue viviendo en Venezuela, mientras que la segunda reside en Madrid.
Según estas fuentes, el régimen hizo llegar durante semanas a sus hijas el mensaje de que tarde o temprano su padre sería capturado, procesado y encarcelado por una larga lista de presuntos delitos: usurpación de funciones, falsificación de documento público, instigación a la desobediencia de leyes, conspiración, sabotaje con daños al sistema y asociación ilegal. Unas acusaciones que llevaría por décadas a prisión a González, de 75 años. «Se va a morir en prisión», fue el mensaje insistente que recibía su entorno familiar de personas que hablaban en nombre del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Las amenazas, relatan estas fuentes, hicieron mella en el ánimo de un Edmundo González, al que el régimen ya había bautizado como «Inmundo» y le había citado a declarar por esa larga lista de presuntos delitos.
El régimen de Maduro no sabía exactamente en qué embajada se refugiaba el presidente electo desde la madrugada de las elecciones. Había sospechas de que lo hacía en una de un país de Europa del norte o en la de Argentina. La presión sobre esta última se redobló con vehículos policiales rodeando constantemente la delegación -una presión que desapareció cuando Edmundo González abandonó el país-.
En su refugio de la Embajada holandesa, explican fuentes diplomáticas, González tomó la decisión de salir del país. Lo hizo sin comunicarlo ni negociarlo con su entorno político, tal y como ha reconocido el ministro de Exteriores de Países Bajos, Caspar Veldkamp. Edmundo González había contactado con un representante de España y estaba dispuesto a mudarse temporalmente a la delegación española para poder firmar el pacto que le exigía Maduro a cambio un salvoconducto para salir del país en una aeronave. Países Bajos se mostró reticente a dejarle marchar, advirtiéndole de que lo que proponía el régimen chavista era un chantaje. El régimen, cuando conoció su localización y los intentos por evitar su marcha en esas condiciones, respondió acusando a Países Bajos de tenerle «secuestrado».
Aun así, la presión ejercida sobre la familia del presidente electo fue determinante para que tomara la decisión de firmar esa carta renuncia a la política ante la atenta mirada del embajador español en Caracas, Ramón Santos, y con el conocimiento expreso del Gobierno español, que unos días antes ya había movilizado un Falcon militar a República Dominicana e iniciado una operación de despiste, con planes de vuelo falsos y movimientos de madrugada, con el objetivo de sacar al líder venezolano del país. Y con ello, allanar el camino a Maduro.
«Coacciones» en suelo español
Conforme se van conociendo más detalles sobre cómo se produjo la salida del presidente electo Edmundo González de Venezuela, menos se sostiene la versión oficial ofrecida por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Moncloa y Exteriores niegan que se produjesen negociación y acuerdo alguno, pero las imágenes de González firmando una carta de renuncia bajo «coacciones y amenazas» en la residencia del embajador de España dejan en una posición complicada al Ejecutivo de Sánchez. En las últimas horas, ha sido la mano derecha de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, quien ha desmentido rotundamente la versión española: sí hubo un «pacto de caballeros» para sacar a Edmundo González, y acusa al Gobierno de Sánchez de «mentir siempre». «El control de daños para ellos es terrible», ha señalado.
Cabello arremetió especialmente contra el Gobierno de Pedro Sánchez por negar su participación en esas negociaciones, y en el pacto «de caballeros, y de una dama, Delcy» para provocar la salida del presidente electo. Un proceso en el que, bajo la tesis chavista, España fue partícipe y cómplice, extremo que ha venido negando el Gobierno de Sánchez a través del Ministerio de Exteriores de José Manuel Albares.
«Lo primero que ocurrió con esa carta fue que el Gobierno de España dijo que no hubo negociación con nosotros. Pero de repente el señor apareció allí en España. ¿Cómo llegó a España? ¿Cómo vino un avión de la fuerza aérea española? Para entrar un avión debe autorizarlo nuestro gobierno, el de la revolución. ¿Y a qué viene? A llevarse a un pasajero. Esa persona necesita un salvoconducto. Ah, ¿no es una negociación?», ha cuestionado Diosdado Cabello.
«Ellos tratan siempre de mentir y no asumen su rollo. El control de daños para ellos es terrible, nosotros asumimos la verdad. Han roto lo acordado, el pacto de caballeros, y con una dama que estaba allí, que es la vicepresidenta Delcy. El compañero Jorge Rodríguez, que estuvo en las negociaciones, salió y mostró el documento que se firmó. Lo firmo Jorge como recibido».
«Hoy temprano nos despertamos con alguien que dice que filtraron una carta del señor. Un acuerdo al que había llegado con el Gobierno. Una cosa para muchos esclarecedora de cómo se fue de Venezuela. Pero salió su abogado diciendo que él no había firmado nada. Al final, el señor salió diciendo yo sí firme», puntualizó Cabello.
En la residencia diplomática española
Delcy Rodríguez, vicepresidenta de la dictadura chavista de Venezuela, y su hermano Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, coaccionaron a Edmundo González, presidente electo de Venezuela, para que firmara un documento en el que reconocía la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones y renunciara a reclamar la presidencia del país. Los hechos ocurrieron en la casa del embajador español, Ramón Santos, que es como si fuera la propia embajada, donde Delcy Rodríguez tiene prohibido acceder al tratarse de suelo español.
El régimen, a través de su agencia oficial de noticias, Venezuela News, publicó las imágenes en las que aparecía González firmando el documento junto a Delcy y Jorge Rodríguez en la residencia del embajador. La publicación de estas imágenes se ha hecho para poner en duda y humillar al ganador de las elecciones.
La firma de ese documento era la condición para que González pudiera poner rumbo a España para solicitar asilo político. El presidente electo de Venezuela fue quien reveló este miércoles que sufrió coacciones y amenazas para firmar el documento. «O firmaba, o me atenía a las consecuencias», ha dicho González en un vídeo publicado en sus redes sociales.
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