Se despide en cuartos de final (6-2, 4-6, 6-2)

Djokovic cae ante Rune y entrega su corona en Roma

Holger Rune eliminó a Novak Djokovic del Masters 1000 de Roma tras imponerse en un movido duelo de cuartos de final

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Djokovic
Djokovic y Rune se saludan tras el partido. (AFP)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Novak Djokovic no podrá revalidar su título de campeón en el Masters 1000 de Roma. El tenista serbio, que será número uno del mundo hasta el próximo lunes, cedió (6-2, 4-6, 6-2) en un partido loco ante un Holger Rune más rodado y que comenzó más enchufado y acabó más entero que una versión de Djokovic que sólo recordó a sus mejores días en el segundo set. En un choque marcado también por la polémica, de ambos lados, Rune se llevó el gato al agua tras dos horas y 17 minutos de batalla y entra en semifinales como claro candidato a conquistar el título en el Foro Itálico.

Djokovic pagó el esfuerzo de partidos anteriores y se vio superado por un rival que en el plano físico fue a más, mientras el tanque de Nole, obligado a remontar después de un –muy– mal inicio, se iba apagando. Rune fue mejor en los momentos clave del encuentro, como el equipo de fútbol que domina en las áreas, y se llevó el gato al agua, cerrando su segundo triunfo ante su ídolo, una victoria que le permite quedarse a dos pasos del que sería su primer título de Masters 1000

Rune golpeó primero a un Djokovic que saltó derrotado a la central del Foro Itálico, en un nuevo día de muchas nubes y pocos claros en Roma, con la lluvia que vendría a hacer su visita diaria posteriormente. Nole no encontraba la tecla para dañar a un Holger Rune que dictaba lo que iba pasando en el partido, todo a su favor, mientras Djokovic se resignaba a ir apuntándose un juego por cada dos del danés. Así las cosas y con dos breaks en su haber, el joven de apenas 20 años comenzaba golpeando a su maestro con un 6-2 muy favorable… y justo.

Djokovic ha jugado mil y un partidos de máximo nivel y sabía que, pese a que su puesta a punto estaba muy lejos de ser la ideal y que su físico comenzaba a notar la inactividad de Madrid, el devenir del choque podía cambiar de un momento a otro. Más aún teniendo en cuenta el carácter incendiario de Rune, quien tras ceder su servicio en el segundo set, comenzó a entrar en una vorágine autodestructiva que pagó con el juez de silla, el veterano Mohamed Lahyani, con el que se encaró a gritos, echándole la culpa de sus males.

Rune despide a Djokovic

En el otro lado de la red, Nole también había tenido sus más y sus menos con el árbitro sueco, quien finalmente tuvo que irrumpir con una decisión… la de parar el encuentro por lluvia, dando una pausa a un espectáculo que, con un poco de tenis y otro poco de polémica, se estaba convirtiendo en uno de los encuentros más interesantes del Masters 1000 de Roma.

Tras la reanudación, Djokovic culminaba su victoria en el segundo set con un solo break de ventaja, cuando se había manejado anteriormente con dos, y Rune se dio cuenta que, pese a ver las tablas en el marcador, su tenis estaba equiparado con el de Nole y su físico podía marcar la diferencia. Así, Holger apretó al máximo el acelerador en el tercer set, haciéndose con dos breaks de ventaja que dejaron el choque visto para sentencia. Djokovic estaba en la lona y ya no podría levantarse más que para quitarse su corona de campeón y prestársela a Rune, quien ahora deberá decidir de aquí al domingo si su tenis se impone a su carácter y puede superar sus dos próximos escollos para ser, por fin, campeón de Masters 1000.

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