El narco ‘arrepentido’ Portabales acusa a Garzón de inventarse la acusación a Barreiros y Goyanes
Según ha podido saber OKDIARIO, la Fiscalía analiza una denuncia presentada por el ‘arrepentido’ de la «Operación Nécora», Ricardo Portabales, en la que acusa a Baltasar Garzón de realizar un «montaje». En esta macro-operación contra los «capos» del narcotráfico gallego de los años 90 se arrestó a los empresarios Celso Barreiros y Carlos Goyanes, que fueron finalmente absueltos de todos los cargos, tras ser encarcelados por el ex juez.
La denuncia ha sido remitido a la Fiscalía General del Estado y días después a la Fiscalía Anticorrupción. En sendos escritos, a los que ha tenido acceso este diario, Portabales manifiesta su intención de «declarar sobre la falsedad y manipulación de la declaración en la instrucción de la causa del sumario 13/1990 del Juzgado de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional denominada, (Operación Nécora)».
A continuación, denuncia «la desaparición del sumario 13/90 Bis». «Donde se intentaba implicar», añade, «a otras personas y personalidades, en temas criminosos, tales como lavado de dinero, tráfico de drogas, tráfico de armas y colaboración con organizaciones o personas que en esos momentos estaban implicadas supuestamente en el mundo del crimen. «En dicho Juzgado nº 5 de la Audiencia Nacional, y otras dependientes del cuerpo superior de la Policía, tenían conocimiento del mismo sumario», concluye el escrito.
Cabe recordar que Garzón fue expulsado de la carrera judicial en febrero de 2012 tras haber sido condenado por el Tribunal Supremo a 11 años de inhabilitación por un delito de prevaricación durante la instrucción del caso Gürtel, al ordenar escuchas ilegales entre imputados de la trama corrupta y sus abogados.
Las fuentes del caso consultadas han señalado a OKDIARIO que si bien los posibles delitos denunciados «han prescrito», existe la posibilidad de que algunos de los condenados pudieran «solicitar la revisión del juicio».
La «Operación Nécora»
La «Operación Nécora» fue una macro redada contra el narcotráfico en Galicia que convirtió en «juez estrella» a Baltasar Garzón. El 12 de junio de 1990, el magistrado encabezó esta operación policial sin precedentes en tierras gallegas junto al fiscal antidroga, Javier Zaragoza, y con el apoyo de centenares de efectivos de la Unidad Central de Estupefacientes trasladados desde Madrid para evitar cualquier tipo de filtración.
La investigación la había iniciado el entonces magistrado de la Audiencia Provincial de Pontevedra, Luciano Varela, pero los «flashes» se los llevó el entonces titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional tras asumir el caso. Garzón llegó a Vilagarcía de Arousa en un helicóptero, dotando de mayor épica a la escena, tras sobrevolar los pazos de los supuestos capos de la droga.
Con este impresionante despliegue de 350 agentes y 100 vehículos se arrestaron alrededor de medio centenar de personas. Entre ellos, el famoso Laureano Oubiña, que acaba de salir recientemente de prisión, y su esposa Esther Lago.
En Madrid también hubo dos detenciones muy mediáticas la de los famosos empresarios Celso Barreiros y Carlos Goyanes.
Garzón procesó a los detenidos fundamentando las acusaciones en dos testimonios claves de los conocidos como «arrepentidos» del caso Nécora, el citado Ricardo Portabales y Manuel Fernández Padín. Sus declaraciones aportando nombres y datos fueron fundamentales para acometer la operación antidroga y sentar a los «capos gallegos» en el banquillo de los acusados.
Portabales que había trabajado para Barreiros acusó al empresario de estar relacionado con el tráfico de drogas y de vender armas a Colombia. A Goyanes lo señaló por haber participado presuntamente en una operación de compra de 12 kilos de cocaína al Cártel de Medellín.
Durante la operación, también se registraron los domicilios de estos dos empresarios de la alta sociedad madrileña en la capital. Por estos presuntos delitos, los empresarios ingresaron en prisión preventiva sin fianza, tras estar incomunicados durante 5 días.
Barreiros permaneció 4 meses en la prisión madrileña de Alcalá Meco hasta que se le fijó una fianza. Durante su estancia en la cárcel, el empresario estuvo en el módulo 5 de la prisión junto a presos etarras, que le hacían comentarios diarios y amenazas sobre su familia. Después, fue trasladado al módulo 4 junto al resto de arrestados en el caso.
La pesadilla para estos empresarios se prolongó durante 4 años hasta que en el macro juicio celebrado por la Audiencia Nacional en la Casa de Campo de Madrid en 1994 salían absueltos de todas las acusaciones. Diez años más tarde, Celso Barreiros fallecía tras haberse visto envuelto injustamente en una trama sobre narcotráfico y armas, siendo completamente inocente.
El «fracaso» de la «instrucción»
El fallo sobre la «Operación Nécora» se dio a conocer 5 meses después de terminar el juicio, concretamente, en septiembre de 1994. Se condenó a 30 de los 45 acusados con penas de entre 6 meses y 23 años de prisión.
Dos años más tarde, el Tribunal Supremo revisaba a la baja las ya de por sí «leves condenas» impuestas a los narcotraficantes por parte de la Audiencia Nacional y criticaba con contundencia la instrucción de Baltasar Garzón al sostener que había cometido «un gran número de irregularidades».
Según afirmó el Alto Tribunal, las declaraciones del «arrepentido» Portabales, con las que Garzón cimentó la mayoría de sus acusaciones «en su inmensa mayoría se caen por propio peso y son útiles en la medida en que beneficien a los procesados, habida cuenta de las contradicciones y vaguedades en que incurrió».
Ahora, 23 años después del juicio, el propio Portabales, cuya declaración sustentó en gran parte el caso, habla de «montaje» en la «Operación Nécora», que catapultó a la fama a Garzón.
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