LA OTRA AMIGA ENTRAÑABLE DEL REY (IV)

Bárbara Rey admite que mantenía sus citas íntimas con el Rey en un chalé que les prestaba el CNI

Fachada del chalé en el que Bárbara Rey y Juan Carlos I mantenían sus citas.
Fachada del chalé en el que Bárbara Rey y Juan Carlos I mantenían sus citas. (Foto: OKDIARIO)
Manuel Cerdán

La dirección del CNI facilitó a Don Juan Carlos un chalé adosado en una zona residencial de Madrid para facilitar sus encuentros secretos con Bárbara Rey, durante más de tres años. La vivienda unifamiliar había sido alquilada por los servicios de información como un centro operativo para reuniones de alto nivel de los espías pero acabó convirtiéndose en un nido de amor para altas personalidades.

La actriz murciana ha reconocido a OKDIARIO que visitó en más de una ocasión ese chalé, situado en el número 6 de la calle Sextante de Aravaca, en una zona próxima a Madrid, por petición expresa de Don Juan Carlos. “Era un lugar frío, desocupado y vulgar, y el frigorífico siempre estaba vacío”, recuerda la vedette a OKDIARIO.

Fachada del chalé ubicado en Aravaca (Madrid), y que supuestamente era una base operativa del CESID. (Foto: OKDIARIO)

La pareja accedía por separado al adosado por la entrada del garaje privado, desde donde accedían directamente a la vivienda por unas escaleras interiores. De esa manera no podía ser descubierta por los vecinos de los chalés contiguos. Había una operaria doméstica, contratada por el CESID -la anterior denominación del CNI-, que se encargada de mantener la casa en condiciones. La trabajadora recibía instrucciones de un agente, un guardia civil que usaba el nombre de guerra de Moreno, que la llamaba con antelación cada vez que la vivienda iba a ser utilizada. Sus instrucciones eran muy estrictas: mantener la vivienda limpia, reponer algunos artículos del frigorífico, sobre todo fruta y champagne, y del cuarto de baño, en que nunca debían de faltar crema Nivea y perfume de la marca Eternity. Otro operario del Centro se ocupaba del mantenimiento y de que funcionara la calefacción. 

Bárbara Rey aclara que aquel nido de amor secreto no había sido habilitado, exclusivamente, para sus encuentros con Don Juan Carlos: “Iba otra gente. También conocida y de alto nivel”.

Y no miente la actriz porque lo que, en un principio, iba a funcionar como un piso franco para reuniones secretas entre espías acabó siendo un lugar de citas íntimas. El general Emilio Alonso Manglano, director del CESID y otros altos cargos gubernamentales también lo usaron para encuentros privados.

Una ‘base operativa’ convertida en ‘nido de amor’

El chalé fue alquilado a finales de 1991 por orden del director del espionaje español y el plan fue clasificado como de “máximo secreto”. La operación fue bautizada con la clave “Aneto-Pirámide-Torre” y sólo era conocida por cinco personas de la cúpula de La Casa, como también se conoce a la sede del CESID. Manglano escogió Aravaca porque era una zona muy próxima a la sede de los servicios de información y del Palacio de la Zarzuela. Los pagos del alquiler se efectuaban con fondos reservados a una cuenta de su propietario -JM.S.T- en una sucursal del Banco Exterior, en la calle Marqués de Urquijo de Madrid.   

Foto: OKDIARIO

La vivienda unifamiliar tenía una extensión de 357 metros cuadrados repartidos en tres plantas: un sótano/garaje para dos automóviles; una planta baja con un hall, aseo, hueco de escalera, cocina, salón comedor, dos salas de estar y una terraza; y una planta primera con cuatro dormitorios, cuatro baños y una terraza. Además contaba con un patio/jardín exterior.

Lo más llamativo y sorprendente era que el chalé adosado carecía de medidas de seguridad y de contravigilancia para no llamar la atención de paseantes o vecinos. Según los expertos en inteligencia consultados por OKDIARIO, aquello era toda una negligencia que ponía en peligro a Su Majestad: “Hay que tener en cuenta que la vivienda permanecía desocupada el resto del tiempo”, señalaron.   

Foto: OKDIARIO

Entre los papeles del CESID del caso Perote, el jefe de la Agrupación Operativa de Misiones Especiales (AOME), que fue condenado por un tribunal militar por revelación de secretos, figuran varios documentos confidenciales referentes al piso franco de los espías en la calle Sextante. Uno de ellos, fechado el 15 de noviembre de 1991, lo define como “base operativa”. Otro se refiere al desglose de gastos, al inventario de muebles y al contrato suscrito por medio de una identidad falsa de un agente. Los espías del CESID, para ciertas operaciones, solían utilizar documentación a nombre de españoles fallecidos, en cartulinas elaboradas en la imprenta del Centro o en originales del DNI en blanco que les facilitaba el Ministerio del Interior.

La versión oficial del CNI

Los servicios secretos siempre han negado que la “base operativa” fuera utilizada para asuntos privados y, mucho menos, para encuentros amorosos, pero la confirmación de Bárbara Rey a OKDIARIO rompe los argumentos de la línea oficial. Sobre todo, porque el reconocimiento ante este diario llega en un momento en el que la actriz no tiene ningún interés  en juego ni la necesidad de adquirir protagonismo.     

El coronel Andrés Fuentes, el jefe de Seguridad del CESID en la época en que el chalé de Sextante estaba operativo, confesó a Pilar Urbano en su libro Yo entré en el CESID, publicado en noviembre de 1997, en medio del escándalo, que en el servicio secreto “ni en tiempos de Manglano, ni ahora, ni nunca ha habido chalés o pisos para montar juergas”.

El coronel, que en el libro figura identificado con el seudónimo de Efrén Puentes, se enrocaba en la versión oficial de la dirección del CNI: “En la calle Sextante ha dormido mucha gente: algún miembro importante del KGB, algún príncipe árabe, algún agente operativo extranjero al que había que guardar y proteger… Ha sido un chalé para reuniones de inteligencia de alto nivel, y con huéspedes”.

En otro pasaje del libro, el coronel Fuentes utilizó una parábola hiperbólica para mandar mensajes a navegantes: “Tú puedes saber que ha estado en París, en Zurich, en Niza, en Barcelona, en Luxemburgo, en Totana de Murcia, en la Costa del Sol….. O podéis haber coincidido al entrar o salir de un banco, o en el momento de abrir ella su caja fuerte. Tiene dinero en metálico, dinero negro, en Bruselas, Luxemburgo, Zurich”.

El alto directivo de los servicios secretos en dos ocasiones mencionaba la palabra “Luxemburgo”, casualmente la misma ciudad donde el CNI había abierto a Bárbara Rey la cuenta desvelada por OKDIARIO.

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