La muerte de Benedicto XVI dispara de nuevo el debate sobre la renuncia de Francisco

Papa Francisco ingresado
El Papa Francisco

La muerte del Papa emérito Benedicto XVI, pérdida para la Iglesia Católica que pone fin a una situación particular con dos papas en Roma, dispara de nuevo el debate sobre el futuro del Papa Francisco, el cual no rehúye hablar de su posible salida. Sin embargo, termina con las especulaciones de la posibilidad de tres papas ante la posible renuncia del Papa Francisco. En cambio, en una entrevista, Javier Martínez-Brocal, corresponsal en el Vaticano, ha reconocido que «probablemente no habrá renuncia del papa Francisco al menos en dos años», y ha apuntado que durante su encuentro con el Papa Francisco abordó su renuncia: «Hace planes para dos años por decisiones que va a tomar y por encuentros que ya ha convocado».

«Probablemente, intuía que se acercaba el final de Benedicto XVI y quería decir que él, aunque Benedicto XVI no esté, no tiene previsto renunciar, que lo que le lleva a no renunciar no es la presencia de Benedicto XVI, sino su concepto del papado», ha detallado el periodista desde el Vaticano.

La muerte de Benedicto XVI, de 95 años, reconfigurará la Iglesia Católica en varios frentes, dado que Benedicto, que vivió más que nadie que haya sido Papa, abarcó diferentes épocas, opinó sobre gran diversidad de temas e influyó en millones de fieles.

«Francisco no quiere crear una costumbre», ha ahondado el corresponsal en la Santa Sede, que ha señalado que «si Francisco renuncia ya habrá dos papas seguidos que renuncian y el futuro sucesor se podría ver obligado también a tomar esta decisión». «No tiene la intención por ahora de renunciar para proteger de alguna forma la libertad de sus sucesores», ha indicado en declaraciones a La Sexta.

Los feligreses podrán ir a ver al Papa durante tres días hasta el miércoles, para después celebrarse su funeral, que será presidido por el Papa Francisco en la plaza de San Pedro, y las autoridades esperan que la misa atraiga a unos 60.000 asistentes. Alrededor de 65.000 personas han acudido a la basílica de San Pedro en el primero de los tres días para despedirse del Papa Benedicto XVI, según ha informado el Vaticano, que en un principio esperaba entre 25.000 y 30.000 personas.

El declive de Benedicto XVI, tras una década de retiro, ha sido relativamente rápido, al cual Francisco elogiará en el funeral, que, según el Vaticano, estará marcado por la sencillez que Benedicto pidió.

Debido a que Benedicto ya no era jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano, a diferencia de los protocolos para los funerales de los anteriores fallecidos, sólo dos países -Italia y su Alemania natal- enviarán delegaciones oficiales, según el Vaticano. En su lugar, políticos y miembros de la realeza, especialmente de países predominantemente católicos, asistirán a título privado.

Al no haber necesidad de elegir un nuevo Santo Padre tras la muerte del anterior, los cardenales que asistan al funeral no tendrán que quedarse en Roma para votar en un cónclave secreto para elegir al próximo hombre que ayudará a dar forma a la dirección de la Iglesia. Sin embargo, con cardenales de todo el mundo acudiendo en masa a Roma para llorar la muerte del ex Papa, Francisco tendría una amplia oportunidad de conferenciar con estos «príncipes de la Iglesia», que, además de elegir a los futuros pontífices, sirven como asesores privilegiados.

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