Pablo Iglesias, Jaume Roures, ¿y un programa de televisión? Así podría ser el futuro del ex líder de Podemos
Iglesias anuncia entre lloros que deja la política y culpa de todos sus males al «fascismo»
Roures pide al Gobierno un rescate de 300 millones para salvar de la ruina a su grupo Mediapro
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Hacer las maletas y abandonar España, consciente de que su discurso guerracivilista le ha convertido en uno de los personajes más odiados del país, o ganarse la vida como una estrella televisiva declinante, de la mano del millonario Jaume Roures.
Es la encrucijada a la que se enfrenta el ex vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, quien este martes ha anunciado que abandona todos sus cargos en la política tras sufrir un auténtico cataclismo electoral, que le ha colocado en quinto lugar (tras PP, Más Madrid, PSOE y Vox) en los comicios del 4M.
Hace apenas una semana, Iglesias dejó caer en una entrevista en La Sexta que cuando abandone la política le gustaría dedicarse a hacer «periodismo crítico». La faceta como showman televisivo fue la gran rampa de lanzamiento de Iglesias a la política. Primero como director y presentador de La Tuerka en una pequeña televisión local de Vallecas –que pretendía comprar con dinero procedente del régimen de Venezuela– y luego con Fort Apache en Hispan TV, la televisión internacional de la sanguinaria dictadura teocrática de Irán.
Lo explicó en una de sus conferencias, recordando que Lenin fue en realidad un agente a sueldo del imperio alemán, que en 1917 lo envió a Rusia en un «tren precintado» para desestabilizar el régimen de los zares con la revolución comunista: «A los alemanes les interesaba poner un tren a Lenin para que desestabilizara Rusia; a los iraníes les interesa que se difunda en América Latina y en España un discurso de izquierdas porque afecta a sus adversarios. ¿Lo aprovechamos o no lo aprovechamos? Para mí, quien haga política tiene que asumir cabalgar contradicciones y nosotros estamos dispuestos a cabalgarlas».
No ha hecho otra cosa desde que inició su carrera política. Si ahora decide volcarse en los medios de comunicación, sin duda lo hará de la mano del millonario Jaume Roures, quien tiene al fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, en nómina en el diario podemita Público.
Roures fue el anfitrión de la cena celebrada en su casa de Barcelona, en agosto de 2017, que reunió a Pablo Iglesias, Oriol Junqueras y Xavier Doménech para negociar el apoyo de Podemos al proceso de independencia de Cataluña. Su imperio Imagina-Mediapro ha ganado miles de euros produciendo para TV3 una serie de documentales sobre el golpe de Estado del 1-O y el posterior juicio a los golpistas en el Tribunal Supremo.
Aunque el millonario trostkista tampoco atraviesa su mejor momento. El grupo Mediapro arrastra deudas por un importe superior a los 920 millones de euros, que vencen entre 2024 y 2025. Ante la dificultad para atender estos compromisos contraídos con varios fondos buitre y entidades bancarias, Roures ha solicitado un rescate de 300 millones de euros al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas gestionado por la SEPI, que depende del Ministerio de Hacienda.
En julio de 2018, el grupo Imagina se declaró culpable, ante la Fiscalía neoyorkina, de dos delitos de conspiración de fraude electrónico, por los que se ha visto obligado a pagar una multa de 20 millones de euros en el escándalo conocido como FIFAgate.
Ahora Mediapro se enfrenta a reclamaciones judiciales que suman 560 millones por incumplir los contratos que ganó en Francia e Italia para gestionar los derechos televisivos del fútbol. Como ha informado OKDIARIO, la Liga italiana reclama a Mediapro 460 millones de euros por daños y perjuicios, tras retirarle el contrato adjudicado en marzo de 2018 al no aportar las garantías económicas para el pago.
Aunque, como ha informado este diario, Pablo Iglesias también acaricia la posibilidad de buscar un retiro “dorado” al otro lado del Atlántico tras su fracaso electoral del 4M. Fuentes diplomáticas españolas, del régimen de Nicolás Maduro y del grupo parlamentario de Podemos admiten sottovoce que el ex líder de Podemos planea hacer las maletas para instalarse en Caracas.
Según las fuentes diplomáticas consultadas por este diario, Iglesias preferiría fijar su nueva residencia en Caracas, donde el Gobierno bolivariano ya le ha asegurado un puesto de trabajo, al margen de las ofertas que le puedan llegar del presidente Sánchez.
Con el apoyo del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, Sánchez estaría dispuesto a crear un organismo de nuevo cuño para que su ex vicepresidente encuentre acomodo en tierras americanas. La fórmula sería la de embajador volante o la de su nombramiento en una de las decenas de representaciones diplomáticas que el Ministerio de Asuntos Exteriores sigue sin cubrir.