Exteriores anuncia que 21 de los 49 españoles que viajaban en la flotilla pro-Hamás regresan hoy a España
Este primer grupo, en el que se encuentra Ada Colau, llegará este domingo, a las ocho de la tarde, al aeropuerto de Barajas


José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, ha anunciado este domingo que un grupo de 21 de los 49 españoles que formaban parte de la flotilla Pro-Hamás abandonarán este domingo Israel y llegarán a España «a lo largo del día». Se trata de los activistas que han firmado el documento aceptando que entraron de manera ilegal a Israel, lo que permite «una salida muy rápida», ha explicado.
Llegarán a las 20:00 horas al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, según ha informado el eurodiputado de los Comuns Jaume Asens en un mensaje en redes sociales, en el que llama a recibirlos. Además, ERC ha avanzado que entre los activistas que volverán este domingo se encuentra Ada Colau, ex alcaldesa de Barcelona, y su concejal en Ciudad Condal Jordi Coronas, quien capitaneaba uno de los barcos de la flotilla.
El ministro de Exteriores ha señalado que este primer grupo de 21 españoles abandonarán este domingo Tel Aviv, «si nada se tuerce». Albares ha recalcado que hasta que no estén en el avión no se puede «confirmar al 100%». «Todo apunta a que sí tenemos el ok de las autoridades israelíes. Esperemos que no se malogre nada en el último momento y no ocurra ningún contratiempo», ha indicado.
Además, Albares se ha mostrado convencido de que los 29 restantes saldrán en los próximos días. Según ha explicado, en declaraciones al Canal 24 Horas de RTVE, el cónsul español en Tel Aviv lleva varias horas en el centro donde están los españoles y que tiene la orden de «volver cada día hasta que el último esté en libertad».
Preguntado por las condiciones de los tripulantes dentro de la cárcel, Albares ha preferido reservarse todos los detalles hasta que salga el último español en libertad, pero ha recalcado que el Ministerio está velando por su integridad física y el respeto a sus derechos.
«Le he solicitado al cónsul que verifique que se les provee de agua, de alimentos y que se encuentran bien de salud. Hemos trasladado también con claridad cuáles de esos ciudadanos son parlamentarios españoles y, por lo tanto, tienen unas garantías y unas inmunidades que son superiores», ha manifestado.
Albares no ha desvelado muchos detalles del viaje alegando que lo hacía por derecho a la privacidad de los retenidos y de sus familias. «Serán ellos los que trasladen lo que quieran una vez que salgan», ha afirmado. Por último, se ha dirigido a los españoles que estén en una flotilla y ha recalcado que aquellos que estén ejerciendo su «derecho de libre navegación» tienen toda la protección diplomática y consular del Gobierno.
Hamás financió la flotilla
Como ha informado OKDIARIO, una agente israelí encubierta se infiltró en la flotilla de Gaza con una cámara oculta y ha desenmascarado a toda la organización: los activistas admiten que su financiación proviene de Hamás y los Hermanos Musulmanes y que los barcos no llevaban ayuda humanitaria para los palestinos de la Franja de Gaza, pese a que han estado vendiendo ese relato en los múltiples vídeos que han ido colgando en sus redes sociales durante el periplo.
La agente encubierta se hizo pasar por una joven en busca de experiencia como voluntaria y se infiltró en organizaciones de derechos humanos pro-palestinos involucradas en la planificación de la flotilla, en la que han viajado, entre otros, Barbie Gaza, la activista sueca Greta Thunberg y Ada Colau, ex alcaldesa de Barcelona.
En las grabaciones con cámara oculta de esta investigadora, los activistas admiten que la misión es principalmente para relaciones públicas y propaganda, en lugar de ayuda humanitaria genuina. La investigación descubre vínculos de financiación con Hamás y la Hermandad Musulmana.
Un soldado israelí también denunció hace unos días que el barco de Ada Colau no llevaba ayuda humanitaria. Este militar grabó un vídeo en la bodega de la embarcación, que era una de las más grandes de la flotilla, y aparece prácticamente vacía. «Falta una cosa», ironiza el soldado, en referencia a «toda esa ayuda que se suponía que iban a traer a Gaza» y que brilla por su ausencia.