Breast Crawl : Cuando el recién nacido repta hasta el pecho de su madre
El Breast Crawl es ese primer gateo del recién nacido para poder alcanzar el pecho del bebé.
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«To crawl» significa literalmente, del inglés, «gatear» mientras que «Breast» significa «pecho». Así que al decir «Breast Crawl», hacemos referencia al momento en el que un bebé recién nacido repta buscando el pecho de la madre para esa primera alimentación de la lactancia materna.
Breast Crawl : El recién nacido repta
Las principales autoridades en salud infantil y del bebé (desde la OMS hasta UNICEF) recomiendan una cosa: la lactancia materna debe comenzar dentro de la primera hora después del nacimiento. Claramente estamos hablando de partos fisiológicos y suaves, de bebés que nacen perfectamente sanos y de madres que optan por la lactancia materna.
Entonces , veamos cómo el «breast crawl» o gateo de los senos ayuda a amamantar, además de suponer el primer acercamiento de un bebé a la leche materna.
Cómo el bebé sabe de inmediato que debe reptar
Al nacer, el bebé generalmente se coloca sobre el abdomen de la madre. Es un contacto natural, un momento perfecto de armonía entre la madre y el bebé, y es absolutamente recomendable. ¿Porque? Basta con mirar al bebé: una de las primeras cosas que hará será buscar el pezón de su madre, decidiendo así por sí mismo cuándo es el momento de la primera alimentación.
¿Cómo? No te sorprendas: como el bebé patea en el útero, en los primeros momentos de vida mantiene los reflejos y los utiliza para «trepar» el vientre de la madre. Pero no sólo los reflejos de las piernas: también los de los brazos, pero sobre todo de las manos, son muy importantes, porque sus manitas saben cómo apretar, y al tocar el pecho de la madre ayudan inmediatamente a entender cómo se debe sujetar.
El «trepar» del pecho es esto: simplemente dejar que el bebé suba lentamente hacia el pecho, buscándolo con la cara y la boca, siguiendo su instinto natural.
Parece algo trivial o estúpido, pero no lo es, porque esta práctica sencilla y natural (que se diferencia de la más «mecánica» de intentar amamantar al bebé cuando lo decidamos) es una manera perfecta de hacer que el bebé, escuchando tu cuerpo, siga tus tiempos naturales.
Los beneficios del «Breast Crawl»
Esta buena costumbre de reposar al bebé sobre el vientre de la madre para dejarlo llegar al pezón ha comenzado a afianzarse en los países en vías de desarrollo , luego de que la Organización Mundial de la Salud decidiera buscar una solución al terrible problema de la muerte infantil en los primeros meses de vida. Se señaló que la lactancia materna era una de las prácticas que reducía la mortalidad, y para lograr que este hábito se extendiera y no fallara (porque muchas madres lo abandonan por resultar cansado y difícil) observó durante algún tiempo el comportamiento natural de los niños, tratando de identificar el instinto, observando lo que hacían los recién nacidos si se les dejaba actuar libremente.
Por lo tanto, hemos visto cómo los bebés tienen este instinto innato en ellos que los empuja naturalmente a moverse hacia el pecho, para luego decidir cuándo es el momento adecuado para comenzar a mamar. El hábito de «empujar» a los bebés para que se agarren al pecho, por lo tanto, solo parece amortiguar este instinto, elevándolo y luego conduciendo a las dificultades conocidas.
A partir de ahí empezó a extenderse el gateo mamario, pues se notó un hecho muy simple: cuando a los bebés, al nacer, se les deja libres para buscar el seno y amamantar cuando les da la gana, entonces la lactancia materna seguirá siendo algo natural y sencilla, con menor dificultad .
Sin embargo, lo que hay que tener en cuenta es la necesidad de calma y tranquilidad : el niño, de hecho, en las primeras horas de vida es muy consciente y atento a su entorno, curioso e incluso temeroso del nuevo mundo. Por eso es bueno dejarlo tranquilo, relajado, dejándole su tiempo, evitando el caos hospitalario que suele seguir a un parto (incluso fisiológico).
Por lo tanto, esta práctica lo ayuda a descubrir el mundo y comprender lo que necesita, al igual que ayuda a la madre, haciendo que los dos se ayuden mutuamente: las hormonas y los olores son muy importantes durante este contacto. Es gracias a ellos que el bebé entiende por dónde tiene que ir, y es también gracias a ellos que el cuerpo de la madre empieza a conocer al bebé, pero sobre todo a producir prolactina para la formación y descenso de la leche.
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