El yihadismo pone en alerta a Andalucía: 3 marroquíes detenidos en 7 días en Córdoba, Granada y Huelva

El yihadismo está arraigando en Andalucía y encontrando fieles con cada vez más asiduidad. La Guardia Civil ha detenido a tres presuntos terroristas en tres provincias distintas (Córdoba, Granada y Huelva) en tan sólo una semana. Algunos estaban ya listos para pasar a la acción: en los registros se han encontrado machetes y documentos relativos a armas y fabricación de explosivos.

El 20 de marzo, la Guardia Civil informaba de la detención en Córdoba de un marroquí de 26 años por promocionar y difundir la estrategia mediática del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS o Daesh). Según los investigadores, se encontraba en «avanzado proceso de radicalización» y consumía «compulsivamente» cantidades «industriales» de propaganda terrorista «especialmente violenta», como decapitaciones y desmembramientos. También difundía vídeos de la misma índole para intentar ganar adeptos y en conversaciones vía internet afirmaba que quería replicar este tipo de acciones.

El yihadista había trabajado anteriormente en el campo, en los alrededores de Córdoba capital, aunque en los días previos a su detención no se tuvo constancia de ningún tipo de actividad laboral. Según la Guardia Civil, suponía una posible «amenaza» para la seguridad pública.

El operativo tuvo éxito gracias a la «estrecha colaboración» en materia antiterrorista entre la Guardia Civil y el servicio de inteligencia marroquí, cooperación que en otras ocasiones ha servido para neutralizar células de adoctrinamiento yihadista en nuestro país. El investigado entró en prisión provisional por orden del Juzgado de Instrucción n.º 4 y de la Audiencia Nacional.

El 27 de marzo, la Guardia Civil notificaba el arresto en Granada de un marroquí «profundamente radicalizado en las tesis yihadistas». Vivía en un albergue y era hermano de un terrorista que murió en combate en Siria en 2014, alistado en las filas de Daesh.

El detenido almacenaba más de 30 gigas de  «alto contenido violento» y creó una plataforma para agregar y difundir material yihadista. Experto en manejar bots para acceder a contenido terrorista, era un «asiduo consumidor» de propaganda de Daesh y había dado el paso a la búsqueda de información para la confección de explosivos.

La operación se desarrolló con la «estrecha colaboración» del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El Juzgado Central de Instrucción n.º 4 y la Audiencia Nacional decretaron su ingreso en prisión provisional.

Por último, la Guardia Civil ha comunicado este viernes la detención de tres marroquíes de entre 24 y 42 años en Huelva, Burgos y Salamanca. Los tres formaban parte de un grupo yihadista que había jurado fidelidad a los postulados del islamismo más radical y realizado búsquedas en internet sobre explosivos y ataque suicidas, lo que implicaba un grado más en su radicalización.

En su poder tenían un machete y realizaban actividades de entrenamiento físico vistiendo indumentarias similares a las de los terroristas islamistas, con chalecos de combate y pasamontañas. Grababan sus dinámicas y difundían las imágenes a terceros. También consumían vídeos de Al Qaeda, Daesh, organizaciones terroristas palestinas como Hamás y sheiks yihadistas –líderes religiosos o políticos a nivel local–. En esta operación, bautizada Pozo Amarillo, la Guardia Civil ha contado con el apoyo de la Europol.

En lo que va de año ya son 38 los detenidos en España por su presunta vinculación con el terrorismo yihadista, camino de cifras récord. El último anuario sobre la lucha contra la violencia islamista en España elaborado por el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo señalaba que el 40% de los 81 detenidos en 2024 tenía menos de 25 años, entre ellos influencers yihadistas entregados al proselitismo.

Recientemente, la Audiencia Nacional condenó a Said B., marroquí de 26 años, a dos años y medio de prisión por enaltecer el terrorismo. Utilizaba sus 370.000 seguidores en TikTok y su fuerte poder adoctrinador para llamar al combate en España y en Europa, ensalzar el ataque yihadista de Algeciras (Cádiz) de 2023 o cargar contra los judíos y el colectivo LGTBI.