Tres jóvenes magrebíes participaron en el asesinato del cura norteamericano en Málaga

La Policía busca a tres jóvenes magrebíes por su presunta participación en el asesinato de un cura estadounidense en un apartamento de Málaga el pasado 20 de enero. El cadáver de Richard Gross, un sacerdote jesuita de 80 años, fue encontrado en un apartamento turístico del centro de la ciudad. El religioso, que residía en Boston, se alojó en Málaga para  embarcarse en un crucero al día siguiente. Los autores del crimen del cura en Málaga lo apalearon y asfixiaron antes de robarle el equipaje y todas sus pertenencias. Las cámaras grabaron al menos a uno de los tres autores,  miembros del mismo grupo de jóvenes magrebíes.

El cura fue víctima de un robo con violencia en el apartamento de Málaga donde hallaron su cadáver. Así lo determinaron los equipos de Policía Científica de la Comisaría Provincial de Málaga que examinaron al detalle la escena del crimen y consiguieron detectar una cantidad de huellas que se están analizando. Los agentes, también descubrieron que el anciano cura había sufrido fuertes golpes en la cara antes de morir probablemente asfixiado. La autopsia lo ha confirmado después, incidiendo en que el turista falleció por «asfixia mecánica» después de ser apaleado y arrojado sobre una mesa de cristal del salón que se hizo añicos.

Las cámaras de seguridad grabaron a uno de los presuntos autores del asesinato . La Policía ya tiene la imagen de al menos uno de los presuntos asesinos huyendo de lugar del crimen con el equipaje robado a la víctima y se trata, presuntamente, de un joven con antecedentes. En total, buscan a tres jóvenes, por su diferente participación en el crimen, que podrían haber abordado a su víctima cuando entraba en el apartamento.

Los vecinos escucharon el crimen

El informe definitivo la autopsia será el que fije la hora exacta de la muerte del cura en el apartamento de Málaga, que según los vecinos pudo tener lugar antes de las 21:00 horas de la noche del día 20. A esa hora, una vecina escuchó a un hombre gritar «como si lo estuvieran ahogando» durante varios minutos. La testigo, que ya ha declarado ante la Policía, llegó a asomarse a la ventana para indagar pero no volvió a escuchar más ruidos y no avisó a los agentes.

No fue la única, otros vecinos sí llamaron al 112 alertados por los ruidos que escucharon. Una patrulla de la Policía Local acudió al lugar y revisó la zona pero no fue capaz de averiguar la vivienda de la que procedían los gritos y acabó por marcharse.  Los trabajadores de la limpieza de los apartamentos encontraron el cadáver al día siguiente y avisaron a la Policía Nacional.

Un crucero turístico

La víctima de Málaga, era un cura octogenario de Boston (EEUU) llamado Richard Gros que se había registrado unas horas antes en el apartamento donde encontraron su cadáver. El cura tenía previsto embarcarse en un crucero que partía de Málaga al día siguiente.

Portavoces de la Compañía de Jesús en Estados Unidos confirmaron el fallecimiento de Gross, que fue docente en el Boston College High School y era conocido por su labor pastoral en la iglesia Nuestra Señora del Buen Viaje, en el puerto de Boston.

En declaraciones a medios estadounidenses, John Haynes, feligrés de la parroquia, describió al padre Gross como «una persona amable y cercana, alguien con quien siempre se podía hablar».