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Lo estás haciendo mal: el error más común al hacer bizcochos o tartas al horno con el molde

Lo estás haciendo mal: el error más común al hacer bizcochos o tartas al horno con el molde
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

La elección inadecuada del molde está arruinando nuestros bizcochos y tartas caseras. Los pasteleros profesionales conocen a la perfección cómo lograr que cada ingrediente encaje correctamente para obtener resultados óptimos. Se trata de pequeños detalles que marcan una gran diferencia en el resultado final de nuestras elaboraciones dulces.

Cocinar en casa se ha convertido en una práctica cada vez más habitual, y muchos buscamos preparar bizcochos con apariencia profesional sin demasiado esfuerzo. Con algunas técnicas adecuadas, es posible mejorar significativamente nuestras elaboraciones caseras.

Estás haciendo algo mal

Elaborar un buen bizcocho casero no resulta tan sencillo como parece. Aunque sea una receta básica, requiere ciertos conocimientos y técnicas para lograr el resultado deseado.

Estamos cometiendo un error fundamental al no prestar suficiente atención a la importancia del molde utilizado. Las redes sociales se han convertido en una valiosa fuente de consejos culinarios que pueden transformar nuestras preparaciones.

El molde que seleccionamos, generalmente elegido por su forma estética, puede ser determinante en el éxito o fracaso de nuestro bizcocho. Este elemento, aparentemente secundario, juega un papel crucial en la correcta cocción y presentación final del producto.

Comprender la importancia del molde adecuado nos permitirá evitar este error común y mejorar significativamente nuestras elaboraciones de repostería casera.

Hacer tartas o bizcochos en el molde te hace cometer este error

Nunca engrases un molde, es un error que hace que los bizcochos no tengan el volumen que esperaríamos. Si no más bien todo lo contrario, se convierten en una masa que no tiene la suficiente fuerza o agarre en el molde para seguir creciendo. Tampoco es que sea fácil de desmoldar, sino más bien todo lo contrario, conseguiremos un resultado mejor, sin necesidad de engrasar nada, dejando que es masa se agarre para seguir subiendo.

Puedes poner en práctica este truco o dejar de cometer este error, con la ayuda de una receta de esas que impresionan y que pueden darte más de una sorpresa inesperada.

Ingredientes:

  • 1 yogur natural
  • 3 huevos grandes
  • 225 gramos de azúcar
  • 225 gramos de harina
  • 8 gramos de levadura
  • 100 ml de aceite de oliva u 80 gramos de mantequilla
  • Ralladura de limón
  • Elaboración:

    1. En este tipo de bizcochos se le pueden sumar otros ingredientes en función del cocinero, como puede ser el chorrito de anís. La receta que te presentamos resulta bastante sencilla, así que no tengas miedo a atreverte.
    2. Cuando nos pongamos a preparar la masa del bizcocho, también encenderemos el horno, al que pondremos una temperatura de 180 grados, tanto por la parte superior como por abajo. Se irá precalentando lentamente y cuando acabemos con la masa ya se podrá introducir directamente en el interior del horno.
    3. Para mezclar correctamente los distintos ingredientes emplearemos un bol grande. Los huevos y el azúcar es lo primero que echaremos. Lo batiremos hasta conseguir una mezcla sin grumos y totalmente lisa. Para conseguir la adecuada integración del azúcar intenta usar una varilla, ya sea manual o automática.
    4. Cuando esté bien mezclado esto habrá que añadir el yogur y el aceite de oliva. Si optas por la mantequilla es preciso que antes la metas en el microondas para que se derrita. Todo dependerá de los gustos de cada uno, pero más saludable resulta el aceite. Volveremos a batir hasta que se mezclen correctamente los distintos alimentos.
    5. Lo siguiente será tamizar la harina y la levadura, que servirá para acabar con las impurezas y grumos que pueda contener. Una vez que hayamos hecho esto será el momento de echar ambos ingredientes poco a poco en la anterior mezcla para que nos dé tiempo a integrarlo todo sin que se generen grumos. Por último, si quieres darle un olor y un sabor más fresco no dudes en añadir la ralladura de limón.
    6. Con la masa ya lista será el momento de echarla sobre un molde. Para que no se pegue es necesario que engrases la base y las paredes con mantequilla y espolvorees harina. Esto no haría falta si usases uno de silicona. Lo introduciremos en el horno precalentado durante 35 minutos y para comprobar que no está crudo introduciremos la punta del cuchillo en la masa. Si sale limpio, significa que está hecho.

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