España pagará las mentiras de Sánchez a Trump
Pedro Sánchez ha pasado de plantear (2015) la supresión del Ministerio de Defensa a engañar (2018) al mismísimo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al comprometerse entonces a asumir la subida del gasto militar que exigía insistentemente la Casa Blanca. Un año después de aquel compromiso, el gasto militar de España se mantiene en el 0,92 del PIB. Nuestro país el único país de la cola que no ha aumentado sus ratios, ni siquiera una décima, motivo por el cual el máximo dignatario norteamericano ha excluido al presidente del Gobierno en funciones de las grandes reuniones bilaterales ni los almuerzos que mantendrán las naciones principales de la Alianza.
Sánchez acudirá a la cita para ocupar un puesto secundario y no se descarta en absoluto que sea objeto de las críticas de Trump, sobre todo porque en uno de los últimos informes de la OTAN, España aparece en el furgón de cola del ranking de inversión en Defensa. Trump ha tomado nota del incumplimiento de Sánchez, que defenderá que su Gobierno apoya a la Alianza con la participación en misiones internacionales y la colaboración con Estados Unidos en bases militares como Rota y Morón de la Frontera, claves en la estrategia del Pentágono para África y Oriente Medio. Pero para Washington no es suficiente.
Por decirlo claramente, Trump le ha tomado la matrícula al jefe del Ejecutivo, lo que no es ninguna buena noticia dado que quien va a pagar su falta de compromiso con la Alianza Atlántica será España. El problema se verá agravado si Sánchez es investido presidente, porque el antimilitarismo de Podemos colocará a nuestro país todavía en peor posición, en una suerte de bulto sospechoso a ojos del presidente de la nación más poderosa del mundo. Es de suponer que Trump esté informado de la que se avecina en España y, en consecuencia, nos ponga una cruz que puede tener consecuencias funestas para los intereses nacionales. Si ahora ha decidido ignorar a Sánchez, el paso siguiente puede ser el de considerarle un adversario. Y lo sufriremos todos los españoles.