La razón por la que el suelo del sorteo de la Lotería de Navidad es moqueta: no lo habías pensado y tiene sentido

El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad es una de las tradiciones más emblemáticas y esperadas en España, marcando el inicio oficial de las celebraciones navideñas. Con una historia que se remonta al año 1812, cuando se celebró por primera vez en Cádiz durante la Guerra de la Independencia, este evento ha evolucionado hasta convertirse en un símbolo de esperanza para millones de personas. Durante la Lotería de Navidad, los niños de la Residencia San Ildefonso cantan los números y los premios en el Teatro Real de Madrid, donde el suelo está cubierto de moqueta y hay otro detalles que se han convertido en sellos distintivos de este evento.

A lo largo de más de dos siglos, el sorteo ha mantenido su esencia, aunque adaptándose a los tiempos, consolidándose como una tradición profundamente arraigada en la cultura española. Uno de los aspectos más característicos de la Lotería de Navidad es el sistema de premios, encabezado por el famoso Gordo, el mayor premio individual que se puede ganar. Sin embargo, este sorteo se diferencia de otros por el número de premios menores, como quintos y cuartos premios, así como miles de reintegros. Este diseño ha contribuido a su popularidad, ya que fomenta la participación colectiva mediante la compra de décimos compartidos entre amigos, familiares y compañeros de trabajo.

¿Por qué el suelo del sorteo de la Lotería de Navidad es moqueta?

La Lotería de Navidad se celebra cada 22 de diciembre en un lugar que también es un emblema de la cultura española: el Teatro Real de Madrid. Inaugurado en 1850, es uno de los teatros de ópera más importantes de Europa y un referente arquitectónico e histórico en España. Aunque normalmente alberga representaciones artísticas de primer nivel, cada diciembre se transforma en el escenario de uno de los acontecimientos más esperados del año, combinando la magia del arte con la ilusión de la lotería.

Uno de los detalles más curiosos y poco conocidos de este la Lotería de Navidad es la razón por la que el suelo del Teatro Real está cubierto con moqueta durante el sorteo. Este elemento, que a simple vista podría parecer meramente decorativo, cumple una función crucial en el desarrollo del evento.

La moqueta se coloca para evitar que las bolas del sorteo rueden si se caen al suelo. Esto es esencial, ya que los niños y niñas de San Ildefonso, encargados de cantar los números y premios, manipulan las pequeñas bolas con los nervios propios de un momento tan significativo. Además, incluso los comisarios y el resto participantes podrían tener algún descuido.

La moqueta actúa como un elemento de seguridad, ya que gracias a su textura y fricción logra frenar las bolas que podrían caer, impidiendo que éstas se desplacen por el escenario. Este requisito, estipulado por Loterías y Apuestas del Estado, garantiza que ninguna bola se pierda o cause confusiones durante el sorteo.

Premios en 2024

En 2024, la Lotería de Navidad repartirá un total de 2.702 millones de euros en premios. El primer premio, conocido como el Gordo, será de 400.000 euros por décimo. Además, se entregarán premios secundarios como el segundo premio, que será de 125.000 euros por décimo, y el tercero, con un premio de 50.000 euros. También habrá premios de menor cuantía, que van desde los 200 euros hasta los 1.000 euros, asegurando que la suerte llegue a muchas personas. El sorteo contará con un total de 193 series y los décimos están numerados entre el 00000 y el 99999.

Datos curiosos del sorteo

La Lotería de Navidad se lleva celebrando desde 1812, cuando se organizó por primera vez en Cádiz en pleno contexto de la Guerra de la Independencia. Desde entonces, no ha dejado de realizarse, ni siquiera durante la Guerra Civil, demostrando su carácter profundamente arraigado. Este sorteo se ha consolidado como una tradición navideña que une a millones de personas con la ilusión de compartir la suerte. El uso de bombos y bolas de madera se introdujo en 1913, sustituyendo al sistema manual de papel, y sigue siendo un símbolo del sorteo.

Entre las curiosidades más destacadas, está el hecho de que en 1938, durante la Guerra Civil, se realizaron dos sorteos simultáneos, uno en cada bando. Otra anécdota interesante es la superstición que rodea al evento, donde jugadores optan por números asociados a fechas significativas o rituales como frotar los décimos en el lomo de un gato negro. Por otra parte, la administración madrileña de Doña Manolita y la catalana Bruixa d’Or lideran en la distribución de premios. A pesar de que hay provincias como Ávila o Zamora donde el Gordo tardó en llegar, ahora todas las regiones han sido agraciadas en alguna ocasión, a excepción de Melilla.

Finalmente, los niños de San Ildefonso, protagonistas indiscutibles del sorteo, llevan desde el siglo XVIII formando parte de esta tradición, destacando que, a partir de 1984, las niñas pasaron a formar parte, reforzando el espíritu inclusivo del evento.