Sánchez pactó en Melilla con el islamista Aberchán estando condenado por fraude en el voto por correo
El PSOE pactó el Gobierno de Melilla con Coalición por Melilla pese a otra condena por fraude en el voto por correo
La Policía encuentra votos comprados y dinero en los registros de la trama de Melilla
Detenido un consejero y el yerno del líder de Coalición por Melilla por la compra de votos por correo
La polémica por el fraude del voto por correo no es nueva en Melilla y también tiene implicaciones para el Partido Socialista de Pedro Sánchez. En 2018, la Audiencia Provincial de Málaga condenó al líder de Coalición por Melilla, Mustafa Aberchán, y al ex secretario general del PSOE de Melilla, Dionisio Muñoz, por dos delitos electorales y uno de falsedad, al organizar una trama para convencer a ciudadanos, a cambio de empleo, para que solicitasen el voto por correo y les entregasen a ellos el sobre. Después, los condenados metían la papeleta de su candidatura conjunta al Senado y la entregaban en Correos. Pese a la condena, en 2019 el PSOE pactó el Gobierno de Melilla con este partido y su líder condenado, desbancando así al popular Juan José Imbroda tras 19 años en el poder. En virtud de este pacto, fue investido presidente Eduardo de Castro, diputado de Ciudadanos, con los ocho votos de Coalición por Melilla y cuatro del PSOE.
El Gobierno de Melilla quedó conformado por tres consejeros de Coalición por Melilla, dos del PSOE -con la secretaria general del partido, Gloria Rojas, como vicepresidenta- y uno de Ciudadanos. Aberchán, condenado, asistió a la toma de posesión sentando en primera fila, aunque por su situación judicial se quedó fuera del Gobierno.
En febrero de 2021, el Tribunal Supremo confirmó la condena para Aberchán y el socialista Muñoz por la compra de votos. Según la sentencia, que condenó a otras 15 personas, los acusados aprovecharon el sistema de voto por correo para cometer el fraude. De esta forma, «el sobre con la documentación electoral que recibiría el votante podía ser entregado a una tercera persona, quien podría elegir la opción política correspondiente para posteriormente entregar el voto en Correos, que lo enviaría a la correspondiente mesa electoral». Según la sentencia, «los concertados tenían contactos en el servicio de Correos que podían facilitarles el acceso a dichos sobres». A cambio, los condenados prometían puestos de trabajo, siendo contratados con preferencia en los planes de empleo. El PP ejerció la acusación particular.
Zapatero socio de CpM
El 26 de enero de 2008, el entonces líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, firmó personalmente un pacto electoral con el dirigente de CpM, Mustafa Aberchán que ha prolongado su recorrido hasta la era Sánchez. Ambas siglas se fundían en una sola para las elecciones, concurrieron juntos a las generales del 8 de marzo de aquel año. Zapatero se trajo a Aberchán a Madrid para, con boato y deferencias hacia el melillense, presumir de alianza por todo lo alto. De testigos estaban José Blanco, los cabezas de lista al Congreso y al Senado por Melilla, Gregorio Escobar y Mari Cruz Escribano, y el secretario general del PSOE en la ciudad autónoma, Dionisio Muñoz.
La operación trascendía del ámbito local. En unas elecciones en las que Zapatero se la jugaba, con la crisis pisándole los talones, los escaños de Melilla tenían un interés reforzado. Y los hechos demostraron que, tras ese pacto, había una estrategia fraudulenta dirigida a comprar votos. Es un hecho indubitado recogido en sentencia firme: el pacto se firmó el 26 de enero, la campaña se inició unas semanas después y la cita con las urnas fue el 8 de marzo.
Evidentemente, por una elemental cuestión de tiempos, de calendario, un plan de compra masiva de votos por correo como el que se llevó a cabo en Melilla, forzosamente debía estar planeado cuando el PSOE y CpM firmaron el pacto en Madrid, avalado personalmente por Rodríguez Zapatero. Más aún si, como quedó probado tras el juicio, en la trama estuvieron tanto miembros socialistas como de Coalición por Melilla.
Y otro dato más: la Administración del Estado era clave para pagar a los que les compraban el voto, porque la recompensa era garantizarles ingresos a través de planes de empleo que financiaba el Estado junto a la ciudad autónoma.
Poder nacional
Los indicios de delito fueron tan evidentes, con un tan disparado como anormal aumento del voto por correo –base del fraude–, que las diligencias no tardaron en arrancar una vez pasadas las elecciones en las que el PSOE de Zapatero revalidó La Moncloa gracias, entre otros, a los réditos obtenidos en Melilla.
En 2015, la instrucción judicial llegó a pedir un total de 231 años de cárcel para los 30 miembros del PSOE y de CpM que habían sido encartados por compra de votos.
La sentencia de instancia llegó el 20 de noviembre de 2018. La Audiencia de Melilla condenó a 18 de los imputados por compra de votos. El que era secretario general del PSOE en Melilla, Dionisio Muñoz, presente en el pacto de Zapatero, fue condenado a dos años de cárcel. El otro gran protagonista del pacto, Mustafa Aberchán, del CpM, a otros dos años de prisión.
Nuevo caso
Un caso que recuerda al que hoy, en vísperas del 28M, sacude de nuevo Melilla. Este martes, la Policía detuvo a diez personas por su relación con una nueva trama de fraude en el voto por correo, que ya investiga un juzgado. Entre los detenidos estaban el consejero de Coalición por Melilla y número tres del partido, Mohamed Ahmed Al Lal, y el yerno del propio Aberchán, Abdel-ilah Nourdine Ahmed. Ambos quedaron en libertad tras prestar declaración y a la espera de ser citados por la juez que dirige la investigación.
La investigación se centra en dilucidar si la trama compró votos por cantidades que oscilan entre 50 y 200 euros y si sobornó a funcionarios de Correos para que sacasen votos de Melilla, distribuyéndolos después a otras oficinas del norte de España y de ahí a las mesas electorales. El voto por correo se ha disparado en Melilla, desde 4.200 solicitudes en las elecciones de 2019 a los actuales 1.1.700, prácticamente el triple.
Además de las detenciones, los agentes de la Policía Nacional han efectuado en las últimas horas distintos registros en una decena de locales, entre viviendas y oficinas. Entre ellos, un inmueble usado por Coalición por Melilla para temas de comunicación. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, reclamó este martes explicaciones a Sánchez por sus pactos.
«A Sánchez sus socios le retratan de nuevo. El número 3 de Coalición por Melilla es consejero en el Gobierno con el PSOE de Melilla. El PSOE debe dar explicaciones sobre sus pactos presentes y futuros. ¿Cómo pueden mantener un Gobierno con investigados por compra de votos? ¿Pactaría de nuevo con ellos?», aseveró la dirigente popular.
Desde el PSOE, por su parte, aseguran que tras las elecciones del próximo domingo no van a pactar «con ningún partido que esté inmerso en compra de votos». La líder del partido en Melilla, Gloria Rojas, ha descartado, sin embargo, valorar si eso será una línea roja para pactar, aunque ha señalado que será ´»un problema importantísimo». No obstante, ha instado a esperar a que termine la investigación dada la «incertidumbre» que existe en estos momentos en Melilla.