Illa deja su despacho en el Ministerio en plena crisis del Covid y se va a Barcelona a hacer precampaña
Desde que fue nombrado candidato del PSC a la Generalitat, Salvador Illa prácticamente no ha pisado su despacho en el Ministerio, usando la delegación del Gobierno en Cataluña, a media hora de su casa y ocho minutos de la sede del PSC, para operar como ministro.
Salvador Illa ha optado por el teletrabajo. Desde que fue nombrado a dedo candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat de Cataluña, hace algo más de una semana, el ministro de Sanidad prácticamente no ha pisado Madrid, donde todavía tiene fijado su lugar de trabajo.
En los últimos siete días, el titular de Sanidad ha trabajado principalmente desde Barcelona, tanto desde la sede del PSC como desde la Delegación del Gobierno, que ha vuelto a usar este jueves tras reunirse por videoconferencia con el equipo de seguimiento de la Covid-19. De hecho para acudir hasta la ciudad condal Illa, con la residencia fijada en La Roca del Vallés, se ha tenido que saltar el confinamiento municipal por razones de trabajo.
Aunque el ministro-candidato ha asegurado en los últimos días que mantendría el cargo institucional hasta el arranque de la campaña electoral, cumpliendo, asegura, con las obligaciones de ministro, lo cierto es que el presidenciable socialista ha aparcado ya gran parte de sus funciones como máximo responsable de la Sanidad española para centrarse en las urnas catalanas. El movimiento de no dimitir aún, solicitado desde La Moncloa, responde más a una estrategia de miedo a quedarse sin nada si las elecciones se retrasan por culpa del virus que a una firme voluntad de continuar gestionando el día a día del coronavirus en nuestro país. Al fin y al cabo, para un candidato nuevo, algo más de un mes para preparar una campaña es un tiempo ajustado.
Salvador Illa, como su jefe de gabinete, Victor Francos, viven desde hace días más en Barcelona que en Madrid. Y eso que ambos tienen el despacho en la sede del Ministerio de Sanidad, en el Paseo del Prado. Por allí ya «casi no se les ve», aseguran fuentes de su entorno. Eso obliga al Gobierno a sufragar el coste de tener en Barcelona a parte del equipo que trabaja a diario con el ministro, como los escoltas, corriendo en gastos extraordinarios. El hecho de instalarse de manera oficiosa en Cataluña durante la precampaña no tiene que ver con lo que sería un viaje puntual de un día o dos, por lo que el equipo que protege al ministro tiene que ir turnándose.
Illa tiene previsto viajar a Madrid el martes de la semana que viene. Ese día se celebrará la primera reunión del año del Consejo de Ministros. Este viernes se desplazó durante unas horas para ofrecer una rueda de prensa, y hablar con Pedro Sánchez sobre la posibilidad de endurecer las restricciones a fin de evitar el aumento de contagios, una operación que se dirige principalmente desde La Moncloa. Aunque el día siguiente Illa tiene convocada una reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad, como cada miércoles, lo más probable es que vuelva a Barcelona el mismo martes o, a lo sumo, tras la reunión con los consejeros de Sanidad. Illa y Francos tratan a menudo, en el despacho del número dos del PSC, sobre temas de campaña y del Ministerio indistintamente.
Críticas por no dimitir
La decisión de compaginar las dos responsabilidades sin dimitir antes le ha costado muchas críticas a Salvador Illa. Prácticamente toda la oposición en bloque ha pedido al ministro y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat se aparte ya de sus funciones al frente de la Sanidad española. De forma sorpresiva, también Podemos se ha sumado a esta petición. Sin ir más lejos, una compañera de gabinete de Illa, la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha manifestado que el socialista debería dimitir porque «estamos ya en campaña electoral». Unos y otros quieren al frente de la gestión de la pandemia a alguien que pueda centrar todos sus esfuerzos a luchar contra la propagación del virus.
El candidato Illa
Salvador Illa fue nombrado candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat el miércoles de la semana pasada, para sorpresa de todos y sólo 48 horas después de haber ratificado en una entrevista en TVE a Miquel Iceta como presidenciable de los socialistas catalanes, descartándose completamente para el cargo.
OKDIARIO había avanzado en julio este movimiento. La candidatura, que no conocían más personas que Sánchez, Illa, Iceta, Carmen Calvo, Iván Redondo, Eva Granados, Adriana Lastra, José Luís Ábalos y Santos Cerdán, se venía gestando desde los meses de octubre y noviembre. Es por eso que, ya entonces, el presidente encargó a la ministra Carolina Darias reforzar su papel en la cogobernanza de la crisis sanitaria con las comunidades autónomas, para ir restando trabajo a Illa. Darias suena ahora como la sustituta.
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