El Gobierno rechaza ahora actuar contra el Covid con el triple de casos que cuando confinó a toda España

La actitud del Gobierno ahora provoca desazón en distintas comunidades autónomas por su alejamiento de la gestión de la crisis

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Joan Guirado

No habrá nuevo estado de alarma ni confinamiento. Moncloa se niega a asumir otra vez la responsabilidad de tener que actuar para frenar la expansión de la pandemia. Mientras, España se encuentra ya en plena segunda oleada, igualando en las últimas 24 horas el número de contagios que había cuando se aprobó el estado de alarma. El Gobierno quiere que continúen siendo las autonomías las que se encarguen de la lucha contra la pandemia, aunque reconocen cierto descontrol en alguna de ellas y la ineficacia de la falta de medidas comunes.

El mensaje oficial a transmitir es el de «calma y tranquilidad». Aunque en privado reconocen que «la situación es crítica» y «hay preocupación», en público, y para poder justificar que la gestión de la crisis se mantiene en la forma actual, se vende la situación de que no pasa nada. Una vez más, en el comité de seguimiento celebrado este miércoles por la mañana la opinión de los técnicos y la de los expertos volvió a ser discrepante sobre las medidas a adoptar de cara a atajar los rebrotes que van surgiendo a diario.

Por la tarde, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, trasladó a las comunidades autónomas toda la responsabilidad, a la vez que los casos volvían a dispararse. En una reunión extraordinaria del consejo interterritorial, Illa, pidió que se tomen todas las medidas oportunas “con contundencia” para seguir controlando la pandemia. El Ejecutivo mantiene la delegación de todas las competencias en las administraciones territoriales aunque están faltas de herramientas como, por ejemplo, decretar un confinamiento.

Precisamente, dotarse de esas herramientas es la principal reivindicación de las comunidades autónomas. Los gobiernos regionales están dispuestos a seguir llevando la gestión de la pandemia, pero quieren garantías de que las medidas que vayan a aplicar puedan finalmente aplicarse. En esa línea se manifiestan desde los ejecutivos de Cataluña y País Vasco. Cabe recordar que una juez de Lérida suspendió el confinamiento domiciliario decretado por Quim Torra. En unos días volverán a reunirse con Pedro Sánchez, para hablar de educación en una conferencia de presidentes sectorial a la que Moncloa aún no ha puesto fecha. De momento, el Gobierno sí ha anunciado una reunión para el 27 de agosto, entre los responsables de los Ministerios de Educación y Sanidad y los respectivos consejeros para hablar de la vuelta al cole.

Desde las comunidades, no obstante, el mensaje también sube cada vez más de tono. Este miércoles sin ir más lejos, tanto el propio Torra, como el andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla, afirmaron con contundencia que no les temblaría el pulso a la hora de endurecer las medidas que tienen activas en sus territorios. En realidad era más un grito a la desesperada que un aviso a sus ciudadanos conscientes, ambos, que no tienen las competencias para volver a un estadio similar al de los pasados meses de marzo y abril. O un aviso al Gobierno de que si la situación empeora la culpa será suya, ya que en todo este tiempo no han modificado la legislación para que pudieran actuar.

Los presidentes autonómicos también reclaman más interlocución con el presidente del Gobierno. Desde la conferencia celebrada en La Rioja, Sánchez no ha hablado prácticamente con ninguno de ellos. Moncloa deja únicamente en manos de Illa el contacto con las diferentes consejerías de Sanidad. De precisarse alguna cuestión más legal, como ocurrió con el confinamiento rechazado de Cataluña, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, también tiene la delegación del presidente para actuar.

Hospitales al límite

A diferencia de hace unos pocos días, cuando el número de nuevos infectados se asociaba a personas jóvenes, sin patologías y que no requerían ingreso hospitalario, ahora, el paciente está volviendo a cambiar. Cada vez son más los contagiados que requieren atención hospitalaria e incluso ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos. Eso está provocando que algunos hospitales estén ya al límite de su capacidad asistencial, llegando, incluso, a habilitar zonas de quirófano como una segunda UCI para atender a todos los pacientes.

Paralelamente a esa situación cada vez más difícil en varios hospitales, sobre todo en los que se encuentran ubicados en las zonas más afectadas, la presión en la atención primaria continúa siendo muy elevada. Los CAP son los que reciben a día de hoy a la gran mayoría de infectados y los que hacen su cribaje. En muchos centros médicos han vuelto las consultas telefónicas ante la imposibilidad de atender a los pacientes de forma presencial por falta de tiempo.

Dos reuniones en quince días

Desde que se celebró el último consejo de ministros ordinario, el 4 de agosto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solo ha participado en dos reuniones del comité de crisis del coronavirus. Primero desde Lanzarote y después desde Doñana, Sánchez, ha evaluado junto al ministro de Sanidad, Salvador Illa, al director del CCAE Fernando Simón y al resto de equipo encargado de luchar contra la pandemia.

Ambas reuniones presididas por el jefe del Ejecutivo han coincidido con días especialmente complicados en el recuento de personas contagiadas. Ayer Sanidad notificó más de 3.700 casos nuevos en solo 24 horas, la mitad de los cuales en la Comunidad de Madrid. Tanto en la región, como en Aragón, como en Cataluña como en el País Vasco preocupa el índice de rebrotes.

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