Arrimadas reconoce tener «envidia» de Alemania donde es «escaso el peso del nacionalistas y populistas»
La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, ha advertido este domingo de que «nacionalismos y populismos están tomando la batuta de las grandes decisiones políticas», por lo que ha apostado por convertirse en «el dique de contención» frente a estos movimientos.
En un acto celebrado en la sede Cs, en Madrid, de los partidos liberales Cs y ALDE Party en el marco de la Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE), Arrimadas ha reconocido tener «envidia» de Alemania, donde tanto el nacionalismo como el populismo tienen un «peso menor» porque, a su juicio, «la centralidad se puede poner de acuerdo para poner soluciones a los problemas».
Esto también puede observarse en el seno de la UE, según ha comentado, ya que liberales, conservadores y socialdemócratas llegan a «grandes acuerdos» para dejar de lado a nacionalismos y populismos.
Y en un momento en el que «el populismo y el nacionalismo, ya sea con soluciones mágicas fracasadas muchas veces, o ya sea el nacionalismo con discursos identitarios que lo que hacen es socavar las sociedades», los liberales han de dar, según Arrimadas, «respuestas sensatas, modernas, creíbles».
Y es que, para Arrimadas, la Unión Europea es «el mayor proyecto de igualdad, libertad y prosperidad que ha generado el ser humano en toda la historia de la humanidad».
La presidenta de Cs ha hecho también un paralelismo entre España y Europa. En primer lugar, ha recordado cómo hace justo cuatro años, el Rey Felipe VI dio su discurso con motivo del 1-O, para defender la Constitución Española. «Ese discurso que a los catalanes constitucionalistas nos dio esperanza, puede ser perfectamente reivindicado porque los valores son europeos», ha comparado la presidenta de Cs, que considera que «España es europeísta».
La presidenta de la formación ha continuado con la comparación, afirmando que Europa no es precisamente un «conjunto de homogeneidad identitaria», sino lo contrario. «Reivindicamos la diversidad, podemos ser europeos con diferentes idiomas, tradiciones, religiones o aspectos», ha dicho en referencia también a España.
Arrimadas ha concluido su discurso mencionando al PP, que en estos días está celebrando su Convención Nacional en Valencia. «Ofrecen otra alternancia al poder, la misma que hemos visto en 40 años», ha criticado, para reivindicar a Cs como la «la alternativa». «Ante el bibloquismo que nos genera una sociedad dividida, proponemos convivencia, cohesión; ante nacionalismos y populismos proponemos la centralidad», ha añadido.
Durante el acto, también han participado los eurodiputados de la formación naranja, Luis Garicano y Maite Pagazaurtundúa, quienes también se han centrado en la cuestión europea.
Para Pagazaurtundúa, los nacionalismos y los populismos se expenden «gracias a la revolución tecnológica» y a las «mentiras» que circulan tan rápidamente. Y, según la eurodiputada de Cs, las características que definen a ambos movimientos son «egocentrismo y narcisismo». «Las lían pardas, intoxican extraordinariamente los espacios donde deberíamos construir compromisos y lo único que hay es victimismo general para conseguir poder y después limitar ciudadanía, derechos», ha señalado.
REFORMA EDUCATIVA
Mientras, Garicano se ha centrado en otros temas, como los fondos Next Generation o algunas reformas previstas por el actual Gobierno español. En este último punto, ha criticado la reforma en la que está trabajando el ministro de Universidades, Manuel Castells, que incluye «ideas populistas», aunque no ha precisado cuáles son. También se ha quejado de que con la reforma, Castells se está «cargando» la educación pública, por eso, para Garicano, «no hay nadie que sea más allegado de las universidades privadas que el ministro».
Este tema ha suscitado las intervenciones de Arrimadas y Pagazaurtundúa. Mientras la presidenta de Cs ha aseverado que el Gobierno pretende «bajar la calidad de la educación pública», la eurodiputada ha lamentado que el Gobierno no apueste «ni por la tecnología ni las humanidades», lo que genera «ignorancia», que es el «oxígeno» que necesitan los populismos para prosperar.