Expulsado de España un yihadista egipcio que captaba terroristas para Daesh en una mezquita de Córdoba
Formaba parte de una red de imanes que recultaba combatientes y los enviaba a Siria
La Audiencia Nacional le prohíbe entrar en el país durante 10 años

La Audiencia Nacional ha confirmado la expulsión de España de un ciudadano egipcio investigado desde 2013 por su vinculación con el terrorismo yihadista y por labores de captación de jóvenes para combatir en las filas de Daesh desde una mezquita de Córdoba, entre otros lugares. El hombre no podrá entrar al país durante los próximos 10 años.
La sentencia, dictada por la Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, avala la resolución del Ministerio del Interior que ordenó su expulsión en febrero de 2023 por «realizar actividades contrarias a la seguridad nacional». El hombre había sido investigado en varias ocasiones por la Comisaría General de Información, entre otros motivos, por captar y adoctrinar a jóvenes para enviarlos a zonas de conflicto, actividad que habría desarrollado también desde la mezquita Attawhid, en el Sector Sur de Córdoba capital.

El procedimiento sancionador se inició en enero de 2023 a raíz de una denuncia policial que alertaba de su implicación en actividades que podían perjudicar la seguridad del Estado y las relaciones internacionales de España. La expulsión fue recurrida inicialmente ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Córdoba, que se declaró incompetente y remitió el caso a la Audiencia Nacional, que finalmente ha desestimado el recurso.
Según la resolución judicial, el investigado mantenía «vínculos con personas e ideas que justifican la lucha armada y la violencia en nombre del islam» y formaba parte de una «estructura consolidada» de captación y adoctrinamiento para organizaciones terroristas yihadistas, integrada por una red de imanes repartidos por distintos centros musulmanes de Madrid.
Las investigaciones policiales apuntan a que mantuvo contactos frecuentes con varios de los detenidos y huidos de una organización autodenominada Brigada Al Ándalus, desarticulada en una operación antiterrorista en Madrid. Esta estructura se dedicaba a la captación, radicalización y posterior envío de combatientes a zonas de conflicto para integrarse en las filas de Daesh.
Familiares de jóvenes muyahidines que viajaron a Siria para combatir señalaron al ciudadano egipcio como uno de los responsables de su captación y adoctrinamiento. Según estos testimonios, impartía fatuas radicales durante clases nocturnas en un centro madrileño y facilitaba a los jóvenes el acceso a páginas web de contenido extremista para completar su formación ideológica.
La sentencia subraya que utilizaba «sermones y clases nocturnas» como fase final del proceso de radicalización, una vez producido el primer contacto de los jóvenes con la organización, dentro de una estructura jerarquizada y coordinada de imanes investigados por terrorismo yihadista.